Maguy Blancofombona (Venezuela, 1945) |
Maguy Blancofombona
Poemas de
Voces del Cuerpo
I
Neptuno eres el caracol del universo
me adhiero a ti para girar contigo
hoy me sacudes con fuerza
pero me aferro y te suplico
Revélame el sistema espiral de la naturaleza
muéstrame como el aliento
crea el movimiento de la danza
que vincula el ahora y lo concilia
con la intimidad del Centro
Neptuno comparte conmigo tu misterio
V
Recuérdame animal
de dónde vengo, de dónde vienes
Tú que unificas los tiempos
ábreme el camino hacia el rostro
perdido cuando defendía mis alas
cuando mis garras se unían
a la creación de este mundo
cuando danzábamos juntos
ordenando los espacios
Qué fue lo que olvidamos
en medio de esta lucha
Recuérdame animal
qué fue lo que perdimos
XII
Esta piel que crece hoy
entre viejas escorias
y aletas verdosas
se alarga dividiéndose al final
servirá para nadar
o se llenará de plumas
Insistiré en soñarla
quizás al despertar
la evolución haya concluido
Arrastro restos de alga
una estela de escamas me sigue
pierdo el pelo en el verano
las cejas en el otoño
la piel se tensa en el invierno
Y yo prosigo
XVII
Contéstame voz por qué el silencio,
sin conexión exterior solo quedabas tú
Por qué el sonido se ha convertido en sombra,
crees que se escondió dentro de mí
Contéstame voz por qué mi cuerpo tiembla,
dime cuánto tendremos que esperar
Mientras mi carne gime,
quién dará las instrucciones
Ayúdame voz a comprender quien soy
XX
El cuerpo también es risa
es mueca alcanzando el Verbo
el cuerpo recoge los sonidos
es viaje deslizándose despacio
aleteando en su camino
El cuerpo es movimiento
es carne adquiriendo forma
es espacio generando contornos
el cuerpo sigue y se evapora
su voz se transforma en humo
es gesto emulando conflictos
el cuerpo es un todo
el cuerpo es un Himno
XXVII
Al interior de mi cuerpo
aparecen manchas
suena la alarma
el resultado debió llegar hace un mes
y no llegó, nadie sabe adónde fue
nadie sabe por qué
Vivimos tiempos que se desplazan
por canales paralelos
gimen los órganos desequilibrados
cada uno por su cauce
cada uno desconoce al otro
y no sé si realmente se buscan
Las válvulas se abren
de vez en cuando
entramos en otros espacios
no en el que esperábamos
entramos en uno sin identidad
Y yo me pregunto:
y al final, será que llegaremos a algún lugar
o será que seguiremos en paralelo
XXIX
El cuerpo está crisis
el cuerpo se descompone
el cuerpo produce dolor
el cuerpo ya no es el mismo
el cuerpo capta y cuantifica
en ocasiones se alivia
pero no mejora
El cuerpo ya no es el mismo
mejor no es suficiente
añoro el otro, el combativo
él quedó en el olvido
el cuerpo que se prepara
y que algún día regresará
para no irse jamás
XXXIII
Rebanan mi cuerpo con una sierra
siento el chirrido tras mis espaldas
permanecerá como un fuerte susurro
me hablará de la horizontalidad
de aquellas horas y de una sábana blanca
Oí la sierra desarticular mi cadera
fraccionarla en partes
olía a carne fresca
a sangre que goteaba
Siento el filo hundiéndose en mi carne
el hombre de verde se adueña de mi cuerpo
el reloj de la pared marca las cuatro
abro los ojos y no puedo creerlo
XXXVIII
La música del asilo no suena
será que no existe
que los antiguos habitantes se la llevaron
solo se oyen las lágrimas
los gemidos que chorrean por las sábanas
y las muecas de horror sobre los rostros
A dónde huyeron los antiguos habitantes
no los encuentro ni en las ranuras
afuera los cuervos de Brueghel
ellos sí se quedaron
abrazan el aire con sus alas negras
no quiero ser parte de los cuervos
ni de las batas blancas
Es un modelo de contrarios
prometo regresar a mí
muleta en mano recorriendo mi camino
XLIV
1968
Lo vi sufrir doblado de dolor
sentí aquel dolor sin saber que decir
hice como si no lo viera
más fácil para él, más fácil para mí
evitamos hablar de enfermedad
evitamos hablar de incertidumbre
Sentí mi vacío y el suyo
pero imperó el silencio
no quería escuchar el quejido
de la carne descompuesta
La enfermedad llegaba a su fin
las puertas se abrían y se cerraban
lo sabía, lo sentía, lo callaba
solo el silencio crecía
Una esperanza evolucionaba
en mi vientre sin rostro todavía
L
De cuál espejo somos un fragmento
de qué reflejo provengo
de qué enfermedad subsisto
de qué mutación participo
de qué árbol me desprendí
quiénes me acompañaron en el trayecto
Miro hacia los lados y oigo el silencio
nadie responde pero yo me encuentro
LV
Sentía que todas las hojas de los árboles
se arremolinaban alrededor de mis ojos
sentía que el invierno las había endurecido
buscaban la humedad sin conseguirla
las hojas se convertían en dedos
dedos que se alargaban en círculos
dedos que daban la vuelta y se enroscaban
alrededor de mis ojos enrojecidos
Las hojas de colores otoñales
nublan desde hace meses mis imágenes
LXI
Y si las hojas de los libros se endurecen
a causa del plomo que las cubre
y si pierden su flexibilidad
adoptando figuras rígidas
Qué haremos
si el contenido asume el tono
indescifrable del tiempo en que vivimos
ese del que una vez hablo Brecht
Salgamos de la oscuridad diaria
crucemos al otro lado
hacia donde el paisaje se abre por instantes
y la luz emerge tenue entre los rostros
LXVIII
Cada ser es infinito
y como seres infinitos poblamos este mundo
un mundo que se estrecha cada día más
un mundo que se seca cada día más
y luego se quema
y después se inunda
Y con qué fin se arma cada día más este mundo
será que no es suficiente que la tierra reaccione
que la lava se derrame por los caminos
que las cenizas cubran poblados enteros
que los ríos se desborden de sus lechos
¿A dónde vamos a ir los seres vivos?
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