Interior (Mi comedor) Wassily Kandinsky (Rusia, 1866 - Francia, 1944) |
Los sonidos de la casa
Autor: Gilberto Aranguren Peraza
Suave y fresca fue la caricia en mi rostro. El calor de una fuente. La ternura de un cálido recorrido. Alguien me tocaba. Algo sentí en mitad de esta sala llena de vacíos y elementos innecesarios. Aquí, en medio de estas paredes, una invisible mano delineaba mi rostro con ternura: ¡Era un niño! – Me dije - ¡Es la mano de un niño quien me toca! – me vuelvo a decir. Pero en este oscuro y silencioso espacio solo estaba ella, mirándome desde el centro del cuadrado perfecto de la ventana: con sus bordes clásicos, cortinas ampliamente abiertas y un dibujo sencillo y bucólico presente en mis ojos. Apresurado corrí hasta ella, mientras el agitado corazón intentaba razonar la conmoción jamás sentida; tantos años de vida en esta casa y por vez primera sentía a alguien, en especial a un niño con sus manos acariciar mi rostro. Luego, desde la ventana, mirando el vecindario y al patio con sus árboles y arbustos, recordé los extraños sonidos presentes en toda la casa.
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