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martes, 21 de enero de 2025

Dejamos de ser niños

 

El barquero de Carlo Carrà (Italia, 1881 - 1966)


Gilberto Aranguren Peraza

Dejamos de ser niños

e intentamos ser adultos cuando apenas

llegamos a la vejez

 

El sol del mediodía es tan intenso como este intento

por no dejar de ser jóvenes. La idea

de llegar a la vejez es aburrida. Da temor

pensar en ella como una suerte

 

Así pasamos el día entero paseando

frente al mar

haciéndonos más pequeños cuando nos asaltan

las preocupaciones

 

Cuando éramos más jóvenes vivíamos

de forma extraña ahora nada

es extraño. Queremos lo ansiado

a veces monstruoso

pero nada ocurre con ello

El mundo construido

es más severo y frágil

 

Sentados en el parque miramos 

la línea divisoria

y la soledad aparece en nuestras almas

 

Rompemos el silencio

y destrozamos el jarrón valioso de la sala

intentamos armarlo y pegarlo

con la sustancia dejada

por la vida no ficticia

 

dos chiquillos bajo un cielo completamente limpio

en una tarde desesperada, sentados en la hierba

dejan sus rastros después de levantarse

No se tocan, andan cercanos

uno al otro. Caminan muy pegados

sin tocarse. Él lleva una bolsa de tela

en sus manos, ella un teléfono con el cual toma

una, dos, tres, cuatro fotografías del joven

 

él sonríe al escuchar de ella una súplica

para detenerse y tomar la instantánea. El resto

es apenas un sinfín de miradas hasta desaparecerse

cada uno en los ojos del otro

 

luego los miramos como bajan y suben la cuesta

mientras el mar sigue su agitado movimiento

 

Los dos saben con precisión el motivo

de uno para con el otro. Nunca lo comentan

Se temen. Muchas especies se temen a sí misma

el miedo es parte del cortejo

 

Ella para protegerse se coloca una manta

sobre sus hombros. Él saca un suéter de la bolsa

y se abriga. Sonríen. Dejan el parque y caminan

por la orilla. Nosotros sin decir nada

sonreímos y nos hacemos cómplices

mientras olvidamos el crepúsculo

 

difícil es ver las almas sumergirse

en lo profundo del océano

 

las nuestras ya están sumergidas.   

copyrigth©gilbertoarangurenperaza

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