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miércoles, 8 de octubre de 2014

Conversa Nocturna



La llovizna acecha el instante donde se hurgan

a los dormidos en las esquinas habituales

con sus piernas hundidas en las miradas

dejadas por el llanto del niño.



Los fantasmas de la tarde pasean distraídos

y juegan con el borracho de la calle 

en el lecho de sonrisas tiesas

purificadoras de las manos.



Así vemos latente el vaso de carne abierta

libre como el otoño de la luna

donde el gallo y el perro

se miran sorprendidos en mitad de la noche 

cuando un cigarro atraviesa la oscuridad

alumbrando el barro dejado por la conversa.



Es hora de dormir amigo

se acabaron las risas

te dejo estas palabras con pan y miel

y un vaso de ron colgado en la memoria.  

GAP

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