La
llovizna acecha el instante donde se hurgan
a
los dormidos en las esquinas habituales
con
sus piernas hundidas en las miradas
Los fantasmas de
la tarde pasean distraídos
y juegan con el
borracho de la calle
en el lecho de
sonrisas tiesas
purificadoras de
las manos.
Así
vemos latente el vaso de carne abierta
libre
como el otoño de la luna
donde el gallo y
el perro
se miran
sorprendidos en mitad de la noche
cuando un
cigarro atraviesa la oscuridad
alumbrando el
barro dejado por la conversa.
Es hora de
dormir amigo
se acabaron las
risas
te dejo estas
palabras con pan y miel
y un vaso de ron
colgado en la memoria.
GAP
GAP
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