Marie Therese de Pablo Picasso |
Autor: Gilberto Aranguren Peraza
Tus ojos como sapos escondidos en un taller
brincan cuando abres la puerta
son de color de barba
y rasgan sin miedo las piedras donde
descansamos de tanto amor.
Tu larga cabellera
ondulada
llega hasta este muelle
silbando la bondad de los reposos
el grito soberbio
el escalón transparente
tus huellas como flores en la alfombra
la hierba dejada por los zapatos
después de andar como la luna
paseándote por el jardín
todo queda en mis manos
es un abismo donde sumergidos
como fantasmas
atravesamos desnudos
la sala de los espejos
con los murmullos de los grillos
moviendo el aire cuando doblan las cortinas
las torrentes de mármol
suavizan las horas
y el muñeco dejado en el sofá
se puso acariciar la tarde.