Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

Poemas: de Ainak Paredes

 

 

Ainak Mireya Paredes (Venezuela, 1960)


Ainak Paredes

 

 DERECHO A LA PAZ

 

Quiero ver un mundo mejor

donde reine la paz y la esperanza,

donde no haya represión ni contienda, 

donde el verbo no tergiverse la realidad de las cosas

provocando estallidos que revientan en odio

y conllevan a una guerra inútil, inexplicable y sin sentido;

donde la controversia entre ideologías y religiones desaparezca,

donde la polémica sobre la presencia o no de un Ser omnipotente

nos haga perder la esperanza de un mundo mejor;                         

donde el color de la piel se conjugue erradicando los estereotipos;

donde los colores de una bandera y el discurso persuasivo

no se conviertan en el motivo de disociación o aceptación

en una sociedad de doble moral;

donde no haya niños que mueran de hambre

e hipócritas que escondan riquezas bajo sus faldas de lino y seda

predicando palabras de amor, humanidad y hermandad.

 

No quiero seguir viendo ríos rojos

que corren sobre el asfalto caliente

y caminos que se pierden

entre las sombras enrarecidas de la tarde, 

ni masacres que se esconden entre los vericuetos de la noche

trasnochando las acciones salvajes

con destellos de ráfagas de fuego y proyectiles

que ocultan la fragilidad y cobardía

de gobernantes que se creen dueños del mundo.

¿Hasta cuándo en el cielo resplandecen como luciérnagas

los destellos de misiles que acaban con las estrellas y palidecen a la luna?

¿Hasta cuándo acaban con los sueños

de aquellos que pernoctan tranquilos en sus casas

sin saber que será el último minuto y aliento de sus vidas?

Oh, ¡Dios, hasta cuándo tanta indiferencia!

Ese conflicto irracional donde el ganar y el perder

se relacionan incongruentemente

y donde el gran perdedor es el inocente

que anhela vivir sin cargas en sus espaldas,

dejando sus cruces atadas al poste carcomido por el orín de los borrachos

y sus cabezas libres y despejadas de cuanta pendejada le rodean…

Quiero ver un mundo mejor, un mundo de paz,

donde la barbarie deje de ser el pan nuestro de cada día,

donde el odio, la intriga, la desigualdad, la cobardía desaparezcan,

no por efecto de magia, sino para siempre;

un mundo donde la vida prosiga con sus mil formas

y no termine bruscamente;

tomando en cuenta que la esperanza es lo último que se pierde…

Quiero un mundo mejor, un mundo de paz, 

donde tengamos derecho a vivir en armonía y sin violencia…

 

EL VIEJO APAMATE

 

Vetusto apamate,

de gruesas costras cubierto que como escaras corroen tu tronco,

desgastan tu superficie y te despojan de tu hermosura.

El deterioro de tu apariencia

que poco a poco va dibujando el tiempo con su presencia

no lo puedes evitar.

Caen las hojas del viejo árbol de apamate

y como alfombra, que en medio de la vía se extiende,

oculta las huellas dejadas por los niños que juegan en la calle

y por transeúntes que caminan sin medir

ni tiempo ni espacio.

La brisa sopla tempestivamente

y pide que la acompañen en raudo vuelo

como mariposas acompasadas aun sin seguir alguna pauta. 

Ya no descansan los pájaros en tus ramas secas;

nidos vacíos, sin canto, sin estancia; sin embargo,

aún quedan rastros de vida

entre las fisuras talladas por carpinteros afanosos

transitoriamente ocupadas por comejenes y parásitas aferradas

a una vida solitaria, imaginaria.

Hoy,

el milagro de la naturaleza hizo brotar

pálidas flores en tus ramas secas,

flores lilas que anuncian el pronto final de tu existencia

flores que caen y arropan la tierra donde estás apostado.

Mas, hoy, no se sabe

si tu destino es seguir en pie,

si seguirás respirando el aire que yo respiro,

o si proseguirás brindando tu sombra fiel. 

 

ARAGUANEY

 

Lluvia de oro que cae del árbol

de bellas y hermosas flores,

tu verdor de primavera ignorado pasa

hasta tu amarillo florecer

que por poco tiempo te engalana            

que como un gran manto te cubre

para luego despojarte de su dorada hermosura

y que como gran alfombra se extiende arropando tus raíces

adornando a su vez

el entorno de la verja,

el jardín de la vieja plaza,

el recodo de la calle

y la fachada de mi casa. 

 

copyrigth©ainakparedes

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Inquietud

Verano

Pescadores en una tarde de verano de Michael Peter Ancher (Dinamarca, 1849 - 1927) Gilberto Aranguren Peraza  Verano   Nunca había sentido ...

Entradas Inquietantes

Poesía Inquietante

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza
En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

LIBRO ITINERARIO

Si deseas acceder a la compra del Libro ITINERARIO, ya sea en papel o en e-Pub puedes hacerlo haciendo uso del siguiente link:

Libro: Los ruidos de la Casa

Libro: Los ruidos de la Casa
La casa es un tejido de ruidos

Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”