Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

Alejandra Pizarnik. Del poemario "La Tierra más ajena"

 
 
Alejandra Pizarnik (Argentina, 1936 - 1972)

Del poemario La Tierra más ajena (1955)


DÍAS CONTRA EL ENSUEÑO
 

No querer blancos rodando
en planta movible.
No querer voces robando
semillosas arqueada aéreas.
No querer vivir mil oxígenos
nimias cruzadas al cielo.
No querer trasladar mi curva
sin encerar la hoja actual.
No querer vencer al imán
la alpargata se deshilacha.
No querer tocar abstractos
llegar a mi último pelo marrón.
No querer vencer colas blandas
los árboles sitúan las hojas.
No querer traer sin caos
portátiles vocablos.

HUMO


marcos rozados en callado hueso
agitan un cocktail humeante
miles de calorías desaparecen
ante la repicante austeridad
de los humos vistos de atrás
dos manos de trébol roto
casi enredan los dientes separados
y castigan las oscuras encías
bajo ruidos recibidos al segundo
los pelos ríen moviendo
las huellas de varios marcianos
cognac boudeaux-amarillento
rasca retretes sanguíneos
tres voces fonean tres besos
para mí para ti para mí
pescar la calandria eufórica
en chapas latosas
ascendente faena!

REMINISCENCIAS
 

y el tiempo estranguló mi estrella
cuatro números giran insidiosos
ennegreciendo las confituras
y el tiempo estranguló mi estrella
caminaba trillada sobre pozo oscuro
los brillos lloraban a mis verdores
y yo miraba y yo miraba
y el tiempo estranguló mi estrella
recordar tres rugidos de
tiernas montañas y radios oscuras
dos copas amarillas
dos gargantas raspadas
dos besos comunicantes de la visión de
               una existencia a otra existencia
dos promesas gimientes de
                tremendas locuacidades ajenas
dos promesas de no ser de sí ser de no ser
dos sueños jugando la ronda del sino en
                derredor de un cosmos de
                champagne amarillo blanquecino
dos miradas cerciorando la avidez de una
                 estrella chiquita
y el tiempo estranguló mi estrella
cuatro números ríen en volteretas desabridas
muere uno
nace uno
y el tiempo estranguló mi estrella
sones de nenúfares ardientes
desconectan mis futuras sombras
un vaho desconcertante rellena
      mi soleado rincón
la sombra del sol tritura la
      la esfinge de mi estrella
las promesas se coagulan
frente al signo de estrellas estranguladas
y el tiempo estranguló mi estrella
pero su esencia existirá
en mi intemporal interior
brilla esencia de mi estrella!

AGUA DE LUMBRE
 

                                       Sí. Llueve...
el cielo gime montones desteñidos
sombras mojadas recogen sus trozos
cavidades barrosas tremendas
mezquinas gotas de agua sulfurada
si bien no sé cómo recojo las masas
de ver si me agita la pálida lumbre
tremendo espesor de perros y gatos
las gotas siguen

SER INCOLORO

 
(al conejito que se
comía las uñas)


costura desclavada en mi caos humor diario
repiqueo infinito arpa rayada
cadáveres llorosos mar salino
 

tu opacidad quitará fuentes de verde jabón
banderines colorados
en mano derecha de uñas comidas

NEMO
 

no llegará lejos el día de raro verdor
en que cantaré a la luna odiada que da luz a mi espesa cabeza cortada
              [a la navaja
 

que da luz a los vientos brutales
a las flores agudas que arden en los dedos bajo las curitas benignas
a la estrella que se oculta cuando se la llama
a la lluvia húmeda contoneándose en su desnudez repulsiva
el sol amarillo que traspasa las pieles marcando oscuras huellas
el relojito enviado desde el infierno interruptor de los bellos sueños
a los mares helados arrastrando basuras olas cintillos dorados ardores
                             [en los ojos


VAGAR EN LO OPACO
 

mis pupilas negras sin ineluctables chispitas
mis pupilas grandes polen lleno de abejas
mis pupilas redondas disco rayado
mis pupilas graves sin quiebro absoluto
mis pupilas rectas sin gesto innato
mis pupilas llenas pozo bien oliente
mis pupilas coloreadas agua definida
mis pupilas sensibles rigidez de lo desconocido
mis pupilas salientes callejón preciso
mis pupilas terrestres remedos cielinos
mis pupilas oscuras piedras caídas

TRATANDO A LA SOMBRA ROJA
 

su soledad maúlla
ceros y ceros
vertiente de olores ingenuos
retina ante desconocido
las brisas sonantes
retornan picando
su ser de sonrisas
y dientes abiertos
reír en la noche soleada
del vigoroso participio

NOCHE

 
correr no sé dónde
aquí o allá
singulares recodos desnudos
basta correr!
trenzas sujetas a mi anochecer
de caspa y agua colonia
rosa quemada fósforo de seda
creación sincera en surco capilar
la noche desanuda su bagaje
de blancos y negros
tirar detener su devenir

MI BOSQUE
 

acumular deseos en plantas ingratas
referir lo tuyo
en verdor solemne
y entonces vendrán diez caballos
a tirar la cola al viento negro
moverán las hojas
sus crines mojadas
y vendrá la escuadra
redondeando versos

POEMA A MI PAPEL
 

leyendo propios poemas
penas impresas trascendencias cotidianas
sonrisa orgullosa equívoco perdonado
es mío es mío es mío!
leyendo letra cursiva
latir interior alegre
sentir que la dicha se coagula
o bien o mal o bien
extrañeza de sentirse innatos
cáliz armonioso y autónomo
límite en dedo gordo de pie cansado y
pelo lavado en rizosa cabeza
no importa:
es mío es mío es mío.!!


...DE MI DIARIO
 

Miraba los coches en arreglo
sin sus vestiduras metálicas
las partes delanteras semejaban
calaveras recién estrenadas
Un sol amarillo dejaba caer indiferente
pedazos luminosos de algo coloreado
más las sombras persistían
aún en los retazos del astro.
Se sentía cansada ante las nubosidades
que no se movían
un blue rumiaba aburrido en su interior
pasos extravagantes marcaban sus dedos
movilidad acompasada de alfombra y ballet.

REMINISCENCIAS QUIROMÁNTICAS
 

dos manos de flores pendientes resumen la
burda escultura de exóticas formas que
brillan vendiendo a las brujas el
augusto signo de vida por muerte
leyendo en las líneas las miles de
veces que vences o gimes o lloras o ríes o
emprendes camino a un paso fijo que
lucha en la noche repeliendo los
viles ataúdes que esgrime el fracaso

DIBUJO
 

La rodilla de la ensenada
Huele primores bien escritos
Escarchas salientes mojan su
Cuerpo arqueado
Mil relojes zumban
Las horas de las mil distancias
Y el florero renace
Bajo la sombra de la catacumba

AJEDREZ
 

todavía la enclítica no destruye
los peones reverentes ante él
millares de montañas
revientan exquisitas
delante del sol rojo
(no sol amarillo)
pensar innato en moldeadas rejas
torta trashumeante de vela sin fogón
quisiera ser masa lingüística
para cortarle la barba
ondas en preciosa lumbre
alzar bandera gratuita
kilómetros de nueces
y golpes en relevante torniquete

HOMBRE COMÚN
 

siempre reniega azules
conforme a la ruta
negra la línea recta
negra la tierra sana
temblor extraño que no agita
pechos sí y no velludos
esperanzas no fundidas revuelven
a él a ella a todos
mirad! su carne transborda
reminiscencias ganado opaco

SEGUIRÉ
 

roto marco centra este todo
de árbol castrado llorando
medir cada paso a lo largo
si no se perturba la luna
la luz redondea blancuras
de nabos rallados
tirar cada envoltura
si no se distorsiona lo negro
la música enrojece la ruta
de cada pequeño húmedo
girar girar girar
percibir junto al marco roto
sentires de tacos y muelas
querer agarrarlo todo

UN BOLETO OBJETIVO
 

1
 

entre los soplos de tantas arterias
hurgo agazapada en los bolsillos de
                       mi campera
tratando de hallar algo que haga
                       flotar mi destripada
                       aurora
 

2
 

miro rostros busco rostros hallo rostros
la imagen de su igualdad enfría la
                       estética
desde la ventanilla tranviaria mi
                       asiento es la cima
                       del mundo
 

3
 

vuelan uñas brazos anillos peces
vienen sonidos azules rojos verdes
desfile que hierve en tremendos
                        borbotones
mas nada altera insinuante la
                       seguridad en mi
                       asiento

YO SOY...
 

mis alas?
dos pétalos podridos


mi razón?
copitas de vino agrio


mi vida?
vacío bien pensado


mi cuerpo?
un tajo en la silla


mi vaivén?
un gong infantil


mi rostro?
un cero disimulado


mis ojos?
ah! trozos de infinito


DÉDALUS JOYCE
 

Hombre funesto de claves nocturnas y cuerpo desnudo junto al río profundo de brillantes escupidas. Hombre de ojos anti-miopes exploradores de infinidad. Hombre de rostro en sombra y cuerpo genio abstracto. Hombre sin miedo de pluma en mano ni de ojos en ser ni sonrisa suprema. Hombre dios llegaste solo de infinitudes asombro fantasmales ornado de lágrimas de superioridad vergonzante. Hombre destructor de tabúes y cielos estrellados. Hombre de frágiles vestidos que caen dejando hermanos desnudos. Hombre sin alimento para otorgar a los que buscan. Hombre de altos mares de surcos desolados. Hombre-barco blanco. Hombre que arrancaste el vómito para sepultar el mito. Hombre de tiempo y espacio que arrancan cuerdas locuras. Hombre superhombre, frialdad y tibieza en conjunción. Hombre.

PUERTO ADELANTE


Noche tibia sensación placentera. Los sones abstractos de las vías colmaban sus oídos eufóricos. Pensaba en el puerto que veía tan seguido... puerto de colores impresionistas y hombrea sucios de brazos mojados y brillosos y vello crecido y húmedo. Hombres impasibles a la lejanía maravillosa, al cielo entre los barcos, al paisaje de conjunto, al suelo atiborrado de objetos de lugares remotos como pedazos de mundo en el melancólico corazón de un mar...
Sí. Hundirse una noche en las calles del puerto. Caminar, caminar...
Sí. Sola. Siempre sola. Lenta, muy lentamente. Y el aire estará enrarecido, será un aire cosmopolita y el suelo lleno de papeles de cigarrillos que alguna vez existieron, blancos y hermosos.
Sí. Se seguirá caminando. Hundirse, oscuridad, caminar...
Sí. Y una estrella dará su color al ancla de plata que llevaba en su pecho. Tirar el ancla. Sí. Muy junto a ese barco gigante de rayas rojas y blancas y verdes...irse, y no volver.

EN EL PANTANILLO


A don Federico Valle

1

Mil pasos arrastran pacientes las suelas maduras en rocas distintas.
Tal vez una gota gima deseando la antigua espesura en tardes más libres que ésta (balbuceante de colorido impuro, el sol inhibido, de agua cobriza, de potros con colas etéreas, de llanto de cactus impotente...).
La cascada reverdea los pastos silenciosos que nutren la negra pelambre de la tierra vestida de brillo.
Sombras persistentes, imágenes constantes que obligan a las retinas a cargarlas alegremente en frágiles moles. Montañas vibrantes de cercanía solar, de lluvia inaudita, de flores invisibles posibles de crear bajo tanto cielo, tanta lumbre cromática, tanta conjetura de lugar.

2

Mis dedos teclean iguales...(acaso contribuyan con sus ruidos a aumentar los fondos de los ruidos naturales).
Las voces se elevan queriendo matizar las aspiraciones de soledad a que obligan los espacios. Cánticos pujantes de fragancia primaveral caen sorpresivamente en la niebla. Los espacios espesan las notas. Labios cerrados por arrugas hábilmente conseguidas. Labios plegados sobre dientes felices. Labios que ríen bajo la opresión tensa del ungido manto de varios tonos (yo rojo, tú azul, él verde, ella gris...). Comienza la lid cromática. Cada color requiere un espacio mayor en la tela. Claro que ninguno quiere sucumbir. Claro que ninguno desea disolverse anónimamente. Y así se sigue, así se camina, así se mira esfumar las blanco-negras hojitas de este calendario que transpira el sudor de un calor intangible.

3

Las montañas permanecen impávidas. Tremenda duda: arañarse bajo el manto carnal o remover los tallos difusos tratando de encontrar a la luz de un embeleso descolorido el perfil de la flor única.

2 comentarios:

  1. Hermosos poemas tempranos de Alejandra... no entiendo porque renego de esta parte de ella, creo que todo escrito marca nuestra historia y recorrido.

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    1. Hola Mary, Alejandra escribía de lo más hermoso. De las cosas que he estado investigando de ella era que tendía a ser muy perfeccionista en sus modos y estilos. Los últimos tiempos estuvo muy enferma, recordemos sus largas depresiones que no la ayudaron a medirse en sus decisiones. Estuvo mucho tiempo internada, situación que más bien, parece ser, que contribuyó a su mal. Un abrazo, Mary. Gracias por compartir tus impresiones.

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En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

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Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”