Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

Prosa: de Blanca Elena Pantin

 

 

Blanca Elena Pantin (Venezuela, 1957)

 

Blanca Elena Pantin

 

Antonia Palacios, un estado de ánimo

 

Una fractura precipitó el proceso que la condenó a una inmovilidad que la tiene hundida en un sillón azul. Ella que subía y bajaba las escaleras de Calicanto, su casa de Altamira y decidía cómo y dónde estar, se dijo no escribir. Desde entonces espera.

Todo en Antonia Palacios comenzó hace años cuando su madre, «mujer muy culta», compartía lecturas con sus hijos, Antonia e Inocente. Así cultivó el gusto por los libros: «Quería hacer lo mismo que los autores de esos libros maravillosos. Escribir -–me decía– como escribe la gente». Neruda, Teresa de la Parra, Vallejo, pocas mujeres: «Tú me preguntas si yo hubiera querido ser Simone de Beauvoir y te digo que no».

Al alcance de su mano cartas, periódicos, revistas, libros. Estira el brazo y toma un cigarrillo, lo aspira con boquilla, fuma sin urgencias.

«Para escribir hay que exigirse mucho. ¿Cuánta cosa no he roto? Escribir supone sufrimientos, batalla. Es un oficio tremendo».

 

Sola, una persona sola

 

«Siempre me sentí así, muy sola, muy dentro de mí; no porque no tenga amigos, nunca me faltaron, pero mi soledad es distinta: un estado de ánimo».

Esa lucidez para percibirse, sin negarse, la condujo a estructurar Ese oscuro animal de sueño:

«Tus pies cambiaron de tierra. Quisiste caminar hasta las claridades. Pensaste el nombre amado como única meta. Te empeñaste en seguir adelante, atravesar las honduras, saltas sobre las fuentes vaciando con estrépito la espuma de las aguas. Cruzaste altos fuegos que apenas te rozaron. Te arrastraste hasta el confín del tiempo. Dejaste atrás los sitios de lo oscuro, los filos de la piedra. Pensaste con tu aliento alcanzar resplandores, blanquear cerradas tinieblas contemplando las estrellas como vecinas almas temblando allá en lo alto. La noche llegó de pronto borrando tus caminos y te quedaste sola, sin lámpara, sin palabra».

Ese oscuro animal de sueño anunció su definitivo silencio cerrando el círculo que anticipó en Textos del desalojo. Bradley le daría la clave para esos últimos poemas: «La poesía debe darnos la impresión no de descubrir algo nuevo sino de recordar algo olvidado».

Antonia Palacios habla de fantasmas, de los dictados de esas sombras espectrales: «Ahora sé que fui yo quien escribió todo».

La luz parece incomodarla. Al fondo, ella por Guayasamín. Así se ve desde todos los ángulos de su cuarto.

Ya no recuerda nada: «No escribo, no leo, no hablo. Aquí estoy sentada en esta silla como una imbécil sin hacer nada».

Espera sin miedos porque supo desde siempre que llegaría el momento en que se mirarían ella y su sombra: «Estamos muy juntas. Somos las dos una sola».

Espera de frente a la nada, diciéndose: «Quisiste salir afuera, mirar de nuevo al sol. Saber de las denuncias que la vida te impone. No pudiste dar un paso, te quedaste varada con tu costado abierto en medio de un fuego apagado».

Esa tarde estaba íngrima de seda roja, recostada sobre el azul del sillón que detesta.

Antonia Palacios (Venezuela, 1994-2001). Poeta y escritora venezolana cuya vasta obra abarca novela, poesía y ensayo. En el año 1976 fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura, siendo la primera mujer en obtener tal reconocimiento. En su obra destacan: Ana Isabel, una niña decente (1949). Viaje al frailejón (1955). En colaboración con Alfredo Boulton; Los insulares (1972). El largo día ya seguro (1975). Ese oscuro animal del sueño (1991). Hondo temblor de lo secreto (1993). Su quehacer en el ámbito cultural fue protagónico. En el año 1977 llevó adelante el taller de narrativa del Celarg y en 1978 fundó el célebre taller literario, Hojas de Calicanto.

 

De: Voces y Escrituras de la literatura venezolana

©Blanca Elena Pantin

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Inquietud

Equilibrio

  El espejo de William Orpen (Irlanda, 1878 - Reino Unido, 1931) Gilberto Aranguren Peraza    Equilibrio            Frente al espej...

Entradas Inquietantes

Poesía Inquietante

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza
En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

LIBRO ITINERARIO

Si deseas acceder a la compra del Libro ITINERARIO, ya sea en papel o en e-Pub puedes hacerlo haciendo uso del siguiente link:

Libro: Los ruidos de la Casa

Libro: Los ruidos de la Casa
La casa es un tejido de ruidos

Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”

Libro de Cuentos: Un Ojo en la Luciérnaga

Libro de Cuentos: Un Ojo en la Luciérnaga
Autor: Gilberto Aranguren Peraza

Libro: Un Ojo en la Luciérnaga

“Un ojo en la luciérnaga” es un libro que reúne diez cuentos del escritor venezolano Gilberto Aranguren Pedraza, escritos desde su exquisito inconsciente colectivo popular y el folklore centroamericano y una pluma creativa que delata su talento, oficio y años de escritura, le permite desarrollar relatos enigmáticos bien armados, con toda la picardía, el misterio y la ironía que caracterizan a la actual narrativa latinoamericana y obviamente la suya. Los protagonistas en sus cuentos, escapan muchas veces al papel del héroe urbano, la opulencia del novio o la elite post colonial que disfrutan algunas familias republicanas en nuestras ciudades mestizas, sino más bien los enfoca en aquellos muchas veces relegados a un segundo nivel del hilo dramático de nuestra realidad cotidiana, a esa América morena del bullying, las crisis familiares, la pobreza escondida por el estado o las trifulcas sociales y políticas, que al final nos hablan de una realidad actual en el continente. Personajes entremezclados en lo más bajo del lumpen y/o las andanzas infantiles pueblerinas a veces inocentes y otras que rallan en el morbo de los mitos del campo o marginales, convierten a este libro en un entretenido encuentro con el pasado y presente latinoamericano, que además descansa en el rico lenguaje del autor, su vocabulario y acento caribeño y el aleteo de su luciérnaga bien domada. Los editores A quienes quieran adquirir un ejemplar de "Un ojo en la luciérnaga", escribir a editorialletraclara@gmail.com o enviar mensaje por interno. Valor $12.000.- más gastos de envíos o por pagar en destino vía Starken.

Libro: PANDORA. Todo está escodido en el baúl

Libro: PANDORA. Todo está escodido en el baúl
PANDORA. Todo está escodido en el baúl

Libro: PANDORA. Todo está escodido en el baúl

Pandora es un viaje a la oscuridad guardada en el pasado, donde el alma, como baúl, esconde los retratos de cada evento vivido. Un pasado tanto verdadero como imaginario, que se va revelando en cada una de sus páginas y textos. Es el encuentro con la memoria que a veces es guardada como reliquia en una caja y cuando se destapa salen de ella un sinfín de recuerdos atrapados y singularizados, porque son propios del autor quien sin miedo se atreve a compartir. Son como pequeñas franjas de sombras que se arrastran en las faldas de la niñez del autor, quien los va revelando uno a uno con un estilo propio, a veces trágico y en otras sarcástico. Es un libro escrito desde la defensa de la autonomía, porque en él se ofrecen verdades incómodas que se pierden en la memoria, por el simple hecho de olvidar por olvidar. Pero no, aquí se trata de recordar para olvidar y de dar paso a los sentimientos más genuinos y bondadosos del ser humano. Escrito con una poesía que tiende a ser conversacional y reflexiva, matiz que hace de Pandora un libro diferente y auténtico.