Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

Poema: Primera epístola de Acuarela Martínez

 

 

 

Acuarela Martínez (Venezuela)

 

Primera epístola

 

Ya sé, me he demorado. En esta experiencia epistolar sin retorno, se me hace difícil ascender en plegarias. Esperaba la tibieza y no este invierno áspero y afilado como heredad de las últimas palabras, las que no se dijeron. No sé conjugarme sola en este salmo potable y vencido, aún no sé cómo estar sin ti.

¿Qué tal todo por allá? ¿Llueve? ¿Cómo sopla el viento? ¿Hay frío?

En casa, ahora hay riscos, ¿sabes? Alas huérfanas y resecas crujen al mínimo paso del aire y en el lecho persiste un sonido de catedral sin fieles.

Me han dicho que aquella humedad que hizo parir nuestras acciones temerarias de eternidad, se detuvo en las paredes. Debimos suponer que, en el templo de la desgracia, era imposible gestar promesas «para siempre». Qué ingenuidad la nuestra.

Ojalá hubiera sido yo la del viaje. Te lo dije muchas veces. A las viudas, algo nos sujeta desde un pequeño intersticio donde se aloja la sapiencia. Es un cordel fino que se anuda en el límite de una hoguera apagada. Definitivamente somos más fuertes. Pero la muerte nunca trae las respuestas, es una trampa disfrazada de magnificencia celestial.

He quedado suspendida de este episodio kármico, sacrílega, abandonada por ti y por tantos, sin el falso dominio de querer curarlo todo. No pude hacerlo contigo, ni siquiera puedo sanarme yo misma y ya no hay tiempo para librar más batallas.

En esta nueva pagoda que habito, mis comidas son una apología a la soledad y en las noches, tu recuerdo invade todos los contextos, me colma de preguntas, de ideas de castigos, de doctrinas que insisten en aplastarme.

No quisiera seguir alabando este funeral de mis labios, ni extender este dolor que seguramente, no te hará gracia. Tú y yo sabemos de fragilidad, nunca quisimos ser superhéroes y en este valle transitorio, no sabemos quién aguarda por quién.

Por cierto, sigo sin tus señales, continúo esperándote.

Por ahora, me despido, hasta nuestro próximo encuentro, que ansío sea pronto.

 

Tuya,

 

copyright ©acuarelamartínez

 

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