Uranismo y otras parafílias
Alejandro Castro, es poeta nacido en la ciudad de Caracas en el año de 1986. Licenciado en Letras en la Universidad Central de Venezuela (2008), y actualmente se desempeña como docente de dicha Universidad. Es Activista de los Derechos Humanos y de la noción fraterna de los géneros. La muestra poética presentada en esta página. constituye una parte del poemario galardonado con el Premio del Concurso para Autores Inéditos, mención Poesía, edición 2010, de Monte Ávila Editores Latinoamericana C.A.
Yo
quiero merecer una neurosis,
una neurosis de verdad,
digna de varias conferencias fascinantes
y ridículas.
una neurosis de verdad,
digna de varias conferencias fascinantes
y ridículas.
Sufro,
he
sufrido siempre,
de envidia al pene.
de envidia al pene.
Aunque,
por supuesto,
tengo un pene.
tengo un pene.
No puedo retirar
mi libido de objetos equivocados
—y siempre equivoco el objeto—.
—y siempre equivoco el objeto—.
Y
en días soleados
me hago preguntas tontas.
me hago preguntas tontas.
Pero
lo más grave,
lo más aterrador,
es lo que camina
con cuatro patas al amanecer
y tres en el crepúsculo.
lo más aterrador,
es lo que camina
con cuatro patas al amanecer
y tres en el crepúsculo.
Un
hombre perdido
¿es un hombre todavía?
¿es un hombre todavía?
Onanismo
¡Qué
tonto he sido!
Este
cuerpo basta.
Xenofobia
a Thomas Meister
Nacido
de un reloj
con forma de país
no pudiste aparecer a tiempo
contaste mal las horas.
con forma de país
no pudiste aparecer a tiempo
contaste mal las horas.
Ya
mi corazón entró a la arena
y por más que lo intentes
no puedes vencer a los leones
del Emperador.
y por más que lo intentes
no puedes vencer a los leones
del Emperador.
Tú
y el primer mundo
nada saben de la barbarie.
nada saben de la barbarie.
Si
digo
«no
me gustan las mariquitas»
no hablo de insectos rojos
con lunares negros:
esas me gustan.
no hablo de insectos rojos
con lunares negros:
esas me gustan.
Pero
a veces
de noche
de noche
tu
foto en la pared
parece cambiar.
parece cambiar.
Entonces
me miras
y encima de tus antenas
aparecen bolitas.
y encima de tus antenas
aparecen bolitas.
¡Por
Zeus
maestro
de la metamorfosis!
¿Será posible?
¿Será posible?
Apenas
tengo veinte,
dame
—¡oh, futuro jovencito!—
treinta años más y todo
el
desamor del mundo
para
seguir con la tradición
y
escribirte un poema.
¿Quién
fue el primer insensato
que levantó la voz contra el rebaño?
Yo lucho por masificarme.
que levantó la voz contra el rebaño?
Yo lucho por masificarme.
E
inhalo profundo
esta vieja promesa
de serenidad
de atardeceres.
esta vieja promesa
de serenidad
de atardeceres.
Y
todo se siente tan mío.
Entonces
consumo y trago
con voraz irreflexión.
con voraz irreflexión.
Nada.
Sigo
siendo yo:
medio hombre solo,
vestido de lo mismo,
fingiendo alienación.
medio hombre solo,
vestido de lo mismo,
fingiendo alienación.
Cristianismo
Cuando
yo era un pequeño afeminado,
mi madre —preocupada por la salud espiritual
de su hijo pequeño afeminado—
rezó por mí,
mi madre —preocupada por la salud espiritual
de su hijo pequeño afeminado—
rezó por mí,
me llevó
a la Infancia Misionera.
Hoy
el
término «misionero»
me
remite a los más notorios momentos
de
la única espiritualidad que conozco.
Pero
haciendo un esfuerzo
para
vencer la represión
recuerdo
cómo mi padre
negó a Dios para
salvarme.
¿Qué clase de marica
ofrece
la otra mejilla?
la otra mejilla?
Delusión
Siempre
creí que hacíamos historia,
que algún día se escribiría
sobre nuestras hogueras de medianoche.
que algún día se escribiría
sobre nuestras hogueras de medianoche.
Me
gustaba pensar en nosotros
como los creadores de nuevos caminos.
como los creadores de nuevos caminos.
Pero
qué caminos podíamos abrir
en medio de la Av. Rómulo Gallegos,
qué podíamos pensar con los ojos cerrados
y el corazón podrido,
qué llamarada
en medio de la Av. Rómulo Gallegos,
qué podíamos pensar con los ojos cerrados
y el corazón podrido,
qué llamarada
iba
a salvarnos de la mentira.
Qué
historia
si lo único que hacíamos
era el ridículo.
si lo único que hacíamos
era el ridículo.
Intersex
Este
mundo en blanco y negro,
donde lo blanco es siempre bueno
y lo negro malo, malísimo.
donde lo blanco es siempre bueno
y lo negro malo, malísimo.
¿Cómo
explica que las medianías,
las fantásticas imprecisiones
con que la naturaleza nos calla
constantemente, persistentemente,
sean peores?
las fantásticas imprecisiones
con que la naturaleza nos calla
constantemente, persistentemente,
sean peores?
Closet
Hay
un momento
en la vida de toda loca
en que debe decidir
entre estar triste
y dar lástima.
en la vida de toda loca
en que debe decidir
entre estar triste
y dar lástima.
El
secreto para tomar
la mejor decisión
la mejor decisión
es descubrir que los cuerdos
y las cuerdas
se lastiman siempre más de
una loca triste.
Voy
a ser marico cuando escriba un poema
cuando limpie mis zapatos
o hable con demasiada propiedad de Foucault.
Voy a ser el marico más marico del mundo.
cuando limpie mis zapatos
o hable con demasiada propiedad de Foucault.
Voy a ser el marico más marico del mundo.
Voy
a ser tan marico
que Wilde —casado, con hijos—
y Lorca —que llevaba mozuelas al río—
sentirán vergüenza.
que Wilde —casado, con hijos—
y Lorca —que llevaba mozuelas al río—
sentirán vergüenza.
Ai-Ti
Cuando
llamaron a audiencia al Emperador
su
joven amante dormía
sobre
la manga de la delicada toga real.
Siglos
después, por las ciudadelas
del
imperio, se hablaba
del
amor de la manga cortada:
Y
tú, ¿al menos soñabas conmigo,
aquella
tarde amarga,
ay, sobre mi viejo corazón?
ay, sobre mi viejo corazón?
Histeria
a Adela
Ramírez
Cierra
las piernas un momento,
quiero hablarte.
quiero hablarte.
Mírame,
todo
lo que soy pudo ser tuyo.
Pero
querías más.
No
supiste ver
que
no hay un hombre escondido,
que llevo las entrañas a cuestas
bajo el sol.
que llevo las entrañas a cuestas
bajo el sol.
No
notaste que era a ti a quien amaba
en cada niño seráfico.
en cada niño seráfico.
Ahora
se hizo tarde
y tu presencia me arrincona
hasta el límite último de la paciencia
y el horror.
y tu presencia me arrincona
hasta el límite último de la paciencia
y el horror.
Ahora
mis manos se agitan
por ceñir tu cuello,
hermoso cuello aceituna,
y apretar hasta que te detengas.
por ceñir tu cuello,
hermoso cuello aceituna,
y apretar hasta que te detengas.
Narcisismo
Nunca
me ha gustado mi cuerpo
puedo
pasar horas frente a un espejo
contemplando
con asco
que
mis manos son muy grandes
que
mi rostro delata impaciencia
que
mi frente tiene altibajos sospechosos
que
mi sonrisa parece falsa
incluso
cuando no lo es
que
mi cabello es pastoso
rígido
como
yo
que
mi boca cerrada es horrible
y abierta nido de moscas
que mi nariz es una ofensa
y mis cejas demasiado largas
y mis dientes demasiado turbios
y mi torso descarnado
frágil
lánguido
como yo.
y abierta nido de moscas
que mi nariz es una ofensa
y mis cejas demasiado largas
y mis dientes demasiado turbios
y mi torso descarnado
frágil
lánguido
como yo.
Jung
Quizás
en
un momento de debilidad
he considerado seriamente
la posibilidad de limpiar mi aura.
he considerado seriamente
la posibilidad de limpiar mi aura.
Quizás
ante
un manojo de cartas
y un récipe morado
y un récipe morado
el
miedo a la dependencia me haya tentado.
Mas
ningún
suizo va a leerme el tabaco.
Si
me habita una diosa
será Yemayá
no Afrodita.
será Yemayá
no Afrodita.
Leer entre las
líneas de un castellano desbocado veloz como la buena vida es fácil sentarme en
una silla de mimbre deshilachado a ordenar las palabras para que no se oigan
suplicantes siempre ha sido mi íntima especialidad mas una suerte de letargo en
los ojos los oídos impidió darte a beber la juventud y el sacramento wildeano
que nunca entendiste ya no importa cerró todas las puertas y no más.
Fijación
Tuve
que atravesar el país
para
hallar un cuerpo digno de ser amado.
Tuve
que mentir.
Y
agregar sutilmente a tu bebida
pequeñas dosis de sustancias peligrosas:
ansiógenos greco-latinos.
pequeñas dosis de sustancias peligrosas:
ansiógenos greco-latinos.
Para
ser Dios.
Para
ser el maestro de sempiterna erudición
y sostener teóricamente mi deseo.
y sostener teóricamente mi deseo.
No
sabía estar diseñando
la única forma de amar
de la que hoy soy capaz.
la única forma de amar
de la que hoy soy capaz.
Puede
que al fin la culpa entretenga a la memoria
o el asco distraiga al desamor:
un buen pedazo de mierda.
o el asco distraiga al desamor:
un buen pedazo de mierda.
Es
un vicio evasivo,
como
todos,
una
costumbre antigua
que
intenta —a falta de religión—
disminuir
el peso
terrible de
la lucidez.
al César
Tu
amor sin amor representa
el máximo perfeccionamiento
de una mansa manera de autodestruirme
que aprendí en la infancia,
la sofisticación de mi tan ensayado
rol de marica atormentada.
el máximo perfeccionamiento
de una mansa manera de autodestruirme
que aprendí en la infancia,
la sofisticación de mi tan ensayado
rol de marica atormentada.
Tu
amor cruento,
ignífugo, de mentira,
es mi demonio mejor logrado,
mi fantasma menos lacaniano,
mi musa trágica.
ignífugo, de mentira,
es mi demonio mejor logrado,
mi fantasma menos lacaniano,
mi musa trágica.
La
verdadera intención
de tu presencia en las tardes
y las noches despierto
es que desaparezcas.
de tu presencia en las tardes
y las noches despierto
es que desaparezcas.
El
hueco ardiente es lo que necesito.
Estoy feliz de morir un poco
en ti.
Estoy feliz de morir un poco
en ti.
Nunca
voy a escribir la selva,
ni
el rocío que empaña la piel de las cosas
al
amanecer.
Nunca
diré «pájaro», salvo en La Habana.
Si
buscas naturaleza,
imposible lector, vete de aquí.
imposible lector, vete de aquí.
Me
han legado
(soy)
sólo asfalto y cloaca.
Perverso
a Yxia
Pacheco
Vamos
a ver,
¿a
quién pondré a gozar hoy?
Un
día
la
directora del colegio me citó.
Dijo
convencida que yo me levantaba cada mañana
planeando a quién herir.
planeando a quién herir.
En
realidad,
mi
desesperado intento por dejar de ser la mosca
y comenzar a ser el sapo
resultaba extrañamente exitoso.
y comenzar a ser el sapo
resultaba extrañamente exitoso.
Hoy
las cosas no han cambiado.
Soy
elegante instrumento del castigo
que alguien desata sobre sí mismo.
que alguien desata sobre sí mismo.
Hoy
descubro la mala costumbre
y río.
y río.
Sadismo
Ave
Caesar! Marituri te salutant
Para
arrebatar de tu augusta cabecita
la insigne corona de laureles
no puedo esperar otros mil años.
la insigne corona de laureles
no puedo esperar otros mil años.
En
cambio,
me
obligo a pensar en tecnicismos.
Quiero creer en el doctor,
incluso es posible que
por una vez tenga razón.
Quiero creer en el doctor,
incluso es posible que
por una vez tenga razón.
Soy
yo
intento
ser yo
—para
que nunca más seas tú—
quien se abandona cada noche
al placer de hacerme daño.
quien se abandona cada noche
al placer de hacerme daño.
a
Judy
Yo
quería un beso.
Un
beso cualquiera de la boca
proscrita.
proscrita.
¿En
qué pensabas cuando me diste
a escoger un color?
a escoger un color?
¿Acaso
el afán conquistador
que llevas desde el nombre
hasta las uñas?
que llevas desde el nombre
hasta las uñas?
Y
me diste besos
azul mala suerte verde
muchedumbre amarillo error
cobardía rojo
y el beso violeta era mío
lo llevaba en el cuello
en el pecho esparcido
como un cáncer
en la piel.
azul mala suerte verde
muchedumbre amarillo error
cobardía rojo
y el beso violeta era mío
lo llevaba en el cuello
en el pecho esparcido
como un cáncer
en la piel.
Pensé
que tu amor policromo
era
un lugar
seguro.
Ahora
sé que asaltabas territorio
expandiendo el imperio más allá
del arco iris.
expandiendo el imperio más allá
del arco iris.
Fetichismo
prefiero
quererte por partes
no
puedo procurar totalidades
es
mejor ir despacito
saboreando
los resquicios de tu cuerpo
prefiero
malquererte con ayuda de la ciencia
y pensar que mi madre castrada
la imagen terrible de su no/sexo
yace en el fondo de todo esto
y pensar que mi madre castrada
la imagen terrible de su no/sexo
yace en el fondo de todo esto
no
hay magia en tus pies
dulce
muñeco hinchable
ni
dioses dormidos en tus pantorrillas
ni
duende en tus ojos
ni
huele a eternidad el cuello de tu camisa
es
mi madre
mi madre eunuca
mi madre eunuca
y
su pasión desmedida y prematura
en
ti se objetiva una vieja querella.
Mi
padre decía
mejillas temblorosas
ojos rojos
mejillas temblorosas
ojos rojos
¡llora
como un hombre!
Mi
padre decía
miedo en el cuerpo
aliento a desesperación
miedo en el cuerpo
aliento a desesperación
¡habla
como un hombre!
Una
vez y otra vez
mi padre decía
mi padre decía
¡duerme
como un hombre!
¡corre como un hombre!
¡corre como un hombre!
Y
un hombre era él
yo
no podía ser más que un niño
afeminado
y torpe
sumido
cada noche en cavilaciones
inútiles
sobre la muerte y el amor.
Durante
años
no supe llorar
no supe llorar
ni
hablar
ni
dormir
ni
correr
extraño
el DSM
la
negra identidad que ofrecía
ahora
no estamos enfermos
no estamos
no estamos
yo
debí nacer en tiempos combativos
no en medio de esta paz
al menos en el pasado tuvimos estatuto
de leprosos
no en medio de esta paz
al menos en el pasado tuvimos estatuto
de leprosos
extraño
la persecución
y el pecado nefando
aquél era un odio serio
sin ambages
y el pecado nefando
aquél era un odio serio
sin ambages
hoy
sólo tenemos medio derecho
a transitar las calles
sin manqueras
a transitar las calles
sin manqueras
una
plaza segura en algún sucio
cuarto oscuro
cuarto oscuro
extraño
a Dios
yo
propongo
hacer una fiesta
y masturbar a sus niños
y esparcir repugnancia
por doquier
hacer una fiesta
y masturbar a sus niños
y esparcir repugnancia
por doquier
mearnos
maricón
por maricón
en su tolerancia imbécil
en su tolerancia imbécil
obligarlos
a matar
seis millones de maricas
a ver si algo sucede.
seis millones de maricas
a ver si algo sucede.
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