Kenneth White (Born 1936) |
Traducción: Maguy Blancofombona
Escocia
desierta
Todos
esos estrechos, lagos y estuarios...
* * *
Y
las gaviotas en el embarcadero de Largs:
sentado
en ese café
al
lado del ventanal lleno de viento y luz
leyendo
y observando
* * *
Recordando
el hielo
viéndolo
descender
desde
la alta arista
central
hasta el Atlántico
sintiéndolo
penetrar los lagos
esculpir
los bordes de las rocas
limar
las extensas playas
la
tierra emerge
golpeada
y aturdida
en
la luz ártica
pájaros
bobos se reúnen en las islas
águilas
en las colinas cubiertas de pinos
el
lino silvestre retoza en el viento
los
hombres llegan
mirando
a su alrededor
cómo
llamarlo?
Alba
* * *
Meditaciones
de blanca playa
contemplaciones
de montaña
impresas
en la mente
* * *
Alguien
dejó huellas de su presencia
allá
en Bute y en las Islas Garvellach
y
en el Canal de Kilbrannan
Brandán,
el santo viajero
Brandán
fue tal vez un creyente
pero
eso qué importa
fue
ante todo
un
navegante
una
silueta que milla tras milla
bordeó
los cabos
entre
las islas
trazando
un camino
entre
espuma y nube
atento
a las líneas del mundo:
Canal
de Islay
Estuario
de Lorn
paso
de Tiree
Canal
de Mull
Skerryvore
y Punta de Barra
Lago
Alsh, Estrecho de Rhea
Canal
de Raasay
* * *
Ah,
el sonido cristalino de las palabras
y un mundo
¡abriéndose,
abriéndose!
* * *
Otras
figuras como ésta
cruzan
la escena:
Kentigern
lo mentaban
en
la iglesia que yo frecuentaba
a
los nueve años
un
vitral gris-azul
representaba
un hombre
con
un libro entre las manos
a
la orilla del mar
predicando
a las gaviotas
Perdido
en el vitral
olvidaba
el sermón
(sobre
el bien y el mal
con
metáforas confusas
y
pesadas comparaciones)
impaciente
por retornar
a
la playa desnuda
y
caminar horas enteras
a
veces con un libro en la mano
pero
nunca pensando en predicar
tratando
de asir algo
sin
nombre divino
algo
con apariencia
de
olas azules y roca gris
y
que supiera a sal
* * *
Un
camino rocoso
y
el olor a fuco
entre
Fairlie y Largs
La
neblina a la deriva
el
brillo de las hojas de otoño
en
las orillas del Lago Lomond
Fantasmales
gaviotas en la niebla
kiiya, kiiya, kiiya, kiiya
Septiembre
en Applecross
Tiree
en
una mañana de marzo
en
el reino del viento
Siete
islas
bajo
el sol de agosto
Islay,
Jura, Scarba, Lunga, Luing, Shuna, Seil
* * *
Recorriendo
la costa
todos
esos estrechos, lagos y estuarios
percibiendo
la apertura
sintiendo
las líneas
orden
y anarquía
caos
y cosmología
geografía
interior
* * *
¿Has
oído a Corrievreckan
en
las mareas de primavera
y
en las ráfagas del oeste?
el
bramido es tan intenso
que
se escucha a veinte millas
tierra
adentro
las
cartas marinas
señalan
una velocidad de nueve nudos
para
las mentes
que
no calculan
aunque
nada se les escape
es
un violento torbellino blanco
origen
de
una filosofía ola y viento
* * *
Dejar
que las imágenes
partan
brillantes y veloces
y
que los conceptos devengan extravagantes
(de
enemigo salvaje a extranjero errante)
única
manera
de
nombrar la costa
toda
la realidad irregular
de
este Oeste litoral rocoso
* * *
Discurso
pelágico
poética
atlántica
de
principio a fin
ALTOS ESTUDIOS
1
¿Para
qué estudiar?
para
llegar al blanco-
habiendo
sacudido las letras
hasta
volverse iletrado
viviendo
en
la luz innombrada
2
De
cuando en cuando
subo
a las montañas:
fuego
y nieve-
bordeando
hora tras hora
el
curso negro del río
lentamente
hacia la cresta
o
bien al derretirse la nieve
remontando
la foresta
hacia
la fina hierba y las rocas
las
tierras altas-
allí
en la quietud
pensando
en nada
sólo
el cuerpo moviéndose
3
Extraordinario
territorio ontológico
4
O
en mi estudio
con
los libros de caligrafía
bebiendo
té o vino blanco
y
lentamente hojeando las páginas:
Canción del Espejo Diáfano
Ensayo de Mil Caracteres
Notas del Retiro de
Quietud
El Pabellón del Viejo
Borracho
Tratado del
Entendimiento...
5
Pero
la más hermosa pieza de caligrafía
que
jamás haya visto
(años
atrás en Taiwán)
es
una carta de treinta caracteres
escrita
por Wang Hsi-chih
en
un rudo invierno del siglo IV
a
un buen amigo suyo
preguntándole
cómo estaba
en
esos días fríos
una
pieza de caligrafía
que
bajo el título de
“Cielo
claro justo antes de nevar”
cambió
de manos durante mil años
cada
uno de sus poseedores
rebautizando
su estudio en su honor
de
manera que por mil años
en
algún lugar de China
hubo
un estudio llamado “Justo antes de nevar”
Si
yo bautizara mi estudio
por
el par de papiros
colgados
en el muro:
siete
millas
riachuelo
brilla
resplandeciente
afuera
vista
diez
mil
colinas
otoño
tendría
algo parecido a
Estudio
del Riachuelo de Siete Millas
o
Estudio
de las Diez Mil Colinas
En
el Estudio de las Diez Mil Colinas
leyendo:
“Aquellos
que conocen la verdad
no
son iguales
a
aquellos que la aman
y
aquellos que la aman
no
son iguales a aquellos
que
se deleitan con ella”
Escribiendo
también:
toda
la mañana
esto
formándose que se muestra silencioso
tomando
forma, deformándose, reformándose
entre
la nieve
el
lenguaje y yo
probando
adjetivos, tantos adjetivos
recorriendo
verbos
(un
bello remolino de verbos)
cómo
llamarlo a todo, ya
es
mediodía, y
queda
tan poco, sólo
frescor - quietud - suave
torbellino -
incandescencia...
cuando,
al abrir una gramática china
(el
olor de Glasgow aún
impregna
la roja portada)
mis
ojos se posan en ta yü hsüeh:
gran
lluvia nevada
Movimientos
en un silencio de nieve
esta
línea aquí
esta
línea allá
no
hay búsqueda de sentido
sólo
una caligrafía
un
escrito anónimo y sin razón
que
dice sin decir
el
pleno remolino de
el
murmullo interior de
este
silencio de nieve
NOTAS
VENECIANAS
Universis
et singulis
1.Sobre el techo del Londra
Palace
¡Qué
combinado y variado movimiento!
barcazas,
lanchas, ferris
cruzan
y recruzan
góndolas
ancladas balanceándose
y
un inmenso tanquero de Estambul
siendo
arrastrado, lentamente
a
lo largo del resplandeciente Canal de la Giudecca
a
lo alto, el doblar melodioso
de la campana de San Jorge
de la campana de San Jorge
2. En la Basílica
Ciudad
marina, ciudad abierta
donde
llegó Marco en un navío
y
Pelagio vino volando
sobre
las azules alas de una tormenta
ciudad
de pisos ondulados
y
mármoles dibujados por la tierra
ciudad
de sueños flotantes
3.En la proa de la Dogana
La
marea golpea contra madera y piedra
gaviotas
del Adriático
tornan
chillando
en
la claridad de la ventisca
OK,
il prezzo e giusto
quizás,
como una curiosa contribución
a
la biblioteca nómada y geopoética
he
debido haber comprado ese
“Libro
de apuntes de un Americano
en
el año 1860”
que
ofrecía un anticuario...
4. En los jardines
Es
posible que Oversoul
sea
“irgendwie nordisch" (“A la
manera nórdica”. Nota de la traductora)
como
aclaraba en la tratoría
el
profesor de Munich
un
Plutón erosionado
observa
una Proserpina picada de viruelas
Me
recosté afuera en un banco
cerca
de un florecido viburno
5. En la isla San Pedro
En
los pasajes y las rías
luces
y sombras
líneas
multicolores de ropa tendida
en
una galería empedrada
una
mujer reparte trozos de carne
a
una manada de treinta gatos
todos
flacos, de grandes ojos, y salvajes
6. En el Palacio de los Dogos
Manteniendo
la mirada
sobre
mar y tierra
comisiones
y promesas
manuscritas
con claridad
llegan
embajadores ingleses
(no
se muestren aburridos)
cómo
comulgar ola y vocablo
7. En Torcello
Tomas
un vaporetto
en
Nuove Fundamenti
Murano
respira fiero calor
y
despliega cristal frío
atraviesas
San Giacomo en Palude
y
la isla de encajes de Burano
aguas
tranquilas, islotes de pantano
tierra
de gaviotas
cuando
sales del N° 12 en Torcello
el
sol antes blanco es ahora rojo brillante
una
catedral en una isla
perdida,
abandonada
un
trino de pájaros, un gato vagabundo
y
un viejo remando en un bote azul
1 a la manera
nórdica.
8. Ventana del hotel,
atardecer
Anocheciendo
voces
desvaneciéndose desde los muelles
gondoleros
cubriendo sus barcas
y
súbitamente, a lo largo de la laguna
se
encienden los canales ocultos
9. Un sueño de barcos
Barcas
egipcias de río
anidadas
entre juncos
balsas
como hojas flotantes
en
el lago de Nemi
los
trirremes y quinquerremes
rítmicos,
determinados
barcos
fenicios abriendo sabiamente su ruta
entre
la niebla de un mar inexplorado...
1.-
Otro
amanecer
fuera
de Groenlandia
ballenas
bramando en el mar helado
y
el vasto cielo
resonando
con el viento
una
vez más sentí esta amplitud
como
una ebriedad
pero
era más fría y más clara
que
la que pudiera salir de un jarro
es
por lo que siempre he vivido
por
lo que siempre viviré
hasta
que me arrojen
al
seno de las olas
sobre
las cuales bailaba
existen
aquellos que se deleitan
en
la tormenta de espadas
y
aquellos que hacen
discursos
públicos con palabras
son
los guerreros y los gobernantes
yo
preferí otros caminos
los
senderos solitarios del cielo de arenas
el
camino de gaviotas
en
todos mis recorridos solitarios
pensé
en muchas cosas
pensé
en la tierra
en
sus orígenes
cuando
el tiempo era una secuencia de frías auroras
y
el espacio estaba lleno
de
alas de pájaros alucinados
soñé
con un lugar primordial
un
lugar de piedras, corrientes rápidas y vacío
cada
mañana
el
sol elevándose sobre el fresco mar del Este
y
durante el día batiendo
sobre
las rocas, sobre las aguas
la
tierra era entonces un lugar sin nombre
he
amado lugares sin nombre
ahora
hay una plétora de nombres
a
Noruega la de los ríos azules
la
llenaron de nombres
las
Hébridas y aun Groenlandia
nombres,
nombres, nombres
y
un tumulto de amargos clamores-
era
tiempo de ir más al Oeste
y
entonces otro amanecer
fuera
de Groenlandia
y
sin ninguna tierra a la vista
sólo
las verdes olas y el viento
y
una fuerte visión interior
2.
Yo
también llamé un lugar
un
lugar de grandes rocas
y
el sol brillando sobre ellas
un
lugar lleno
de
remolinos y corrientes de agua
lo
llamé Playa Maravillosa
viví
allí un invierno
fue
un tiempo de blanco silencio
tallé
un poema en las rocas
alabando
al invierno y al blanco silencio
las
mejores runas trazadas por mí
hombres
de ojos alargados y pómulos salientes
me
visitaron
les
di ropas
ellos
me dieron cueros
hubo
paz entre nosotros
cuando
llegó la primavera
todos
los riachuelos corrían iluminados
y
el gran río reflejaba el cielo
viajé
más al Sur
hacia
regiones boscosas
encontré
hombres rojos
vestidos
como pájaros
sentí
una tierra nueva
un
mundo nuevo
pero
evité nombrarlo tan pronto
satisfecho
de usar mis sentidos
sintiendo
mi camino
paso
a paso hacia la realidad
ya
no era cristiano
ni
había vuelto a Thor
había
otra cosa
llamándome
afuera
y
esperando, quizás, ser llamada
algo
sensual
y
sin embargo abstracto
algo
pavoroso y sin embargo hermoso
estaba
fuera de mi alcance
y
sin embargo
más
yo que yo mismo
recordé
conversaciones en Noruega
el
hablar de pensadores y poetas
pensé
en las aladas palabras de las Hébridas
aquí
no había lugar para Cristo ni Thor
aquí
la tierra labró su destino
destino
de rocas y árboles
de
luz y sombras
labró
su destino en silencio
traté
de aprender
el
lenguaje de ese silencio
más
difícil que el latín
que
aprendí en Bergen
o
que el irlandés de Dublín
3.
Todo
un nuevo campo
donde
trabajar y pensar
y
en cada uno de mis pasos
conocí
en mí un singular vigor
la
mente cada día más alerta, más clara
ensayé
algunos otros nombres
(revisando
cuidadosamente cada uno
probándolos
mentalmente
y
en mi lengua):
Río
de la Ballena Grande, Punta de los Esquimales
Lago
de la Cabaña India, Paso del Caribú
pero
sin ningún nombre para el todo
deseaba
nombrar las partes
pero
no el todo
un
hombre necesita fijar su conocimiento
pero
necesita también un vacío
donde
moverse
vivía
y caminaba
como
nunca antes
me
hice un poco más que humano
conocí
una identidad mayor
las
huellas del caribú sobre la nieve
el
volar de los gansos salvajes
el
otoño rojo del arce
mordido
por la escarcha
todos
éstos tornáronse más reales para mí
más
realmente yo
que
mi propio nombre
me
sorprendí diciendo cosas como
“uno
con el espíritu de la tierra”
pero
no existía “espíritu alguno”
era
un lenguaje en desuso
y
éste era un nuevo mundo
y
mi mente era, casi, nueva
no
existía nada como “espíritu”
sólo
las huellas azules en la nieve
el
volar de los gansos
la
hoja mordida por la escarcha
religión
y filosofía
lo
que había aprendido en iglesias y escuelas
era
demasiado pesado
para
esta vida viajera
lo
único que me quedó fue la poesía
pero
una poesía
tan
evidente como respirar
una
poesía como el viento
y
la hoja de arce
que
yo me recitaba
recorriendo
la tierra
hoy
soy un hombre viejo
un
viejo muy viejo
he
arañando estas runas en una roca
serán
mi testamento
quizás
nadie las lea
y
no tiene importancia
permanecerán
en la roca
al
lado de los arañazos del hielo
abiertas
al viento y la intemperie
La
casa de las mareas
A
cinco millas del pueblo
llegas
a un lugar llamado
el
Campo Blanco
dos
alas y una blancura
(ideograma
para “perseverancia”)
landas,
una costa rocosa
y
unas cien islas
el
mar a menudo verde, verde tempestad
pero
de tanto en tanto
de
un azul intenso
un
azul que corta el aliento y siempre picado
paz,
paz en las crestas
un
lugar, éste, de oscuridad y luz
oscuridades
y luces
en
rápida sucesión
el
sol revela, nubes velan
y
siempre una música
de
viento en la landa, marea en la orilla
y
un silencio
un
quinto cuarteto
“debemos
estar quietos
y
siempre en movimiento
para
una nueva unión
una
comunión más profunda
a
través de la oscuridad fría
y
de la desolación vacía
el
grito ola, el grito viento
las
vastas aguas
del
petrel y la tonina»
un
camino bordeado de retamas
esta
casa de piedra
tapizada
con miles de libros
que
hablan de ideas, de islas
siguiendo
un orden
aún
escasamente aprehendido
vagamente
sentido
caotismo
¿dónde
estamos?
¿a
dónde vamos?
alguien
que ha descifrado su salida
entre
la maleza
dice
que es cuestión de
moverse
hacia un nuevo lugar
una
claridad
hablamos
aquí en términos de
atlántica
inhalación
y aliento
espacio
pelágico:
dejado
afuera y atrás
cuando
se construyeron los caminos
y
los códigos de orden
se
clavaron en la mente
lo
que se abandonó
haciéndose
más y más
una
frágil expresión
aún
allí en el grito de gaviotas
el
romper de las olas
esas
oscuridades, esas luces
(¿pero
quién oye? ¿quién ve?
¿quién
sabe decir?)
otra
tierra mental
encaminándome
entonces
en
el paisaje
andando
en
lo blanco de la mañana
caminando
y observando
escuchando
flores
amarillas
moviéndose
en el viento
un
cuervo en una rama
croando
el
riachuelo
reflejando
el cielo
en
sus pliegues azul grisosos
blanca
playa, alga
el
caminar gallardo
de
pájaros ostreros
un
cangrejo azul rasguñando en un charco
brillante
concha
las
notas se acumulan
hacia
una escritura
que
piensa en algo más
que
en el arte de hacer versos
con
simples generalidades
y
quejas personales
archipiélago
atlántico
y
un sentido de algo
por
cosechar
la
mente rasguña
como
un cangrejo azul en un charco
revolviéndose
con el viento
refleja
el cielo en ondas
se
eleva
deja
trazos en la arena
echada
libremente
al
borde de la marea
regresa
a los libros
los
innumerables manuscritos
scriptorium
in candida casa
altus prosator
binoculares
dirigidos también
hacia
el rojo techo
de
la abandonada fábrica de sardinas
en
lo alto del promontorio
especie
de homologación
un
lugar para trabajar
(para
elaborarlo todo)
un
lugar para
cobijar
una extrañeza
esta
extraña actividad
(¿filosofía?
¿poesía?
¿práctica?
¿teoría?)
de
una acumulación de hechos
hacia
el poema plural
más
allá de la generalidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario