Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

Poemas: de El relato de un día de Louise Glück

 

 

Louise Gluck (Estados Unidos, 1943)

Poemas de 

EL RELATO DE UN DÍA

 

 Autora:

Louise Glück

 

I

 

Cuando esta mañana como de costumbre me despertaron

las delgadas rayas de luz que se colaban por la persiana

lo primero que pensé fue que la naturaleza de la luz

era su carácter incompleto…

 

Me imaginé la luz tal y como existía antes de toparse con

la persiana…

lo frustrada que debía estar, como una mente

embotada por demasiados fármacos.

 

II

 

Al poco me encontraba

sentada a la estrecha mesa; a mi diestra,

los restos de un pequeño tentempié.

 

El lenguaje me llenaba la cabeza, una euforia desenfrenada

alternada con una profunda desesperación…

 

Pero si la esencia misma del tiempo es el cambio,

¿cómo puede algo convertirse en nada?

Esta era la pregunta que me hacía.

 

III

 

Bien entrada la noche seguía sentada, pensativa, a la mesa,

hasta que sentí la cabeza tan pesada y vacía

que me dieron ganas de acostarme.

Pero no me acosté. En cambio, apoyé la cabeza sobre los

brazos

que había cruzado frente a mí en la madera desnuda.

Como un polluelo en un nido, la cabeza

descansaba sobre los brazos.

 

Era época de sequía.

Escuché al reloj dar las tres, luego las cuatro…

 

En ese momento me puse a pasear por la habitación

y poco después fuera de ella, por las calles

cuyas vueltas y revueltas me eran tan familiares

en noches como esta. Dando vueltas y vueltas caminé,

imitando instintivamente las agujas del reloj.

Mis zapatos, cuando bajé la vista, estaba cubiertos de

polvo.

 

Para entonces la luna y las estrellas habían desaparecido.

Pero el reloj seguía brillando en la torre de la iglesia… 

 

IV

 

Así que regresé a casa.

Me quedé un buen rato

en la entrada, donde acababan las escaleras,

negándome a abrir la puerta.

 

Salía el sol.

El aire se había enrarecido,

no porque tuviera más sustancia

sino porque no quedaba ya nada que respirar.

 

Cerré los ojos.

Me debatía entre una estructura de oposiciones

y una estructura narrativa…

 

V

 

La habitación estaba tal y como la dejé.

La cama en el rincón.

La mesa bajo la ventana.

 

Y la luz que se batía contra ella

hasta que levanté la persiana,

momento en el que se redistribuyó

como un parpadeo entre la sombra de los árboles.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Inquietud

Sin grabación

Reunión literaria de Stefan Luchian (Rumanía, 1868-1916) Gilberto Aranguren Peraza   Sin grabación   ¿Cuándo llegarás y caerás de rodillas? ...

Entradas Inquietantes

Poesía Inquietante

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza
En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

LIBRO ITINERARIO

Si deseas acceder a la compra del Libro ITINERARIO, ya sea en papel o en e-Pub puedes hacerlo haciendo uso del siguiente link:

Libro: Los ruidos de la Casa

Libro: Los ruidos de la Casa
La casa es un tejido de ruidos

Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”