Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

Vivas llamitas juegan por los nuevos carbones


John Keats (Londres, 1795 - 1821)

Poeta: John Keats
                                                [A mis hermanos]

Vivas llamitas juegan por los nuevos carbones,
y sus leves crujidos, sobre nuestro silencio,
son susurros de dioses domésticos que guardan
un imperio amoroso de fraternales almas.

Y mientras busco rimas dando vueltas al mundo,
vuestros ojos se fijan, como en poético sueño,
en el haber de cuentos, tan profundo y variado,
que compadece nuestro cuidado al fin del día.

Hoy es tu cumpleaños, Tom, y yo estoy contento
de ver que pasa así, suave y tranquilamente.
¡Ojalá muchas noches de suaves susurros

podamos pasar juntos, y con calma gustemos
los goces verdaderos —hasta que la gran voz
del alto rostro mande volar a nuestras almas!

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En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

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LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”