ALTAZOR
PREFACIO
Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en
el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
Tenía yo un profundo
mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de
acróbata.
Mi padre era ciego y sus manos eran más
admirables que la noche.
Amo la noche, sombrero de todos los días.
La noche, la noche del día, del día al día
siguiente.
Mi madre hablaba como
la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera
y ojos llenos de navíos lejanos.
Una tarde, cogí mi
paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas». He aquí la muerte
que se acerca como la tierra al globo que cae.
Mi madre bordaba
lágrimas desiertas en los primeros arcos-iris.
Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por
los espacios de la muerte.
El primer día encontré un pájaro
desconocido que me dijo: «Si yo fuese dromedario no tendría sed. ¿Qué hora
es?». Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y
se alejó diciendo: «Adiós» con su pañuelo soberbio.
Hacia las dos aquel día, encontré un
precioso aeroplano lleno de escamas y caracoles. Buscaba un rincón del cielo
dónde guarecerse de la lluvia.
Allá lejos, todos los barcos anclados, en la
tinta de la aurora. De pronto, comenzaron a desprenderse, uno a uno,
arrastrando como pabellón girones de aurora incontestable.
Junto con marcharse los
últimos, la aurora desapareció tras algunas olas desmesuradamente infladas.
Entonces oí hablar al
Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vacío, hermoso como un
ombligo.
«Hice un gran ruido y
este ruido formó el océano y las olas del océano.
»Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar
y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas
postales.
«Después tejí un largo
bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días que tienen
un oriente legítimo o reconstituido, pero indiscutible.
«Después tracé la geografía de la tierra y las
líneas de la mano.
«Después bebí un poco de cognac (a causa de la
hidrografía).
«Después creé la boca y
los labios de la boca, para aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes de
la boca para vigilar las groserías que nos vienen a la boca.
«Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron
de su rol, haciéndola aprender a hablar... a ella, ella, la bella nadadora,
desviada para siempre de su rol acuático y puramente acariciador.»
Mi paracaídas empezó a caer
vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro
abierto.
Podéis creerlo, la
tumba tiene más poder que los ojos de la amada. La tumba abierta con todos sus
imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el
comienzo del mundo.
Mi paracaídas se enredó en una estrella
apagada que seguía su órbita concienzudamente, como si ignorara la inutilidad
de sus esfuerzos.
Y aprovechando este
reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos pensamientos las casillas de
mi tablero:
«Los verdaderos poemas
son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus
consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía.
•Se debe escribir en una lengua que no
sea materna.
«Los cuatro puntos cardinales son tres: el Sur y
el Norte. »
Un poema es una cosa que será.
«Un poema es una cosa que nunca es, pero que
debiera ser. »
Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca
podrá ser. »
Huye del sublime externo, si no quieres morir
aplastado por el viento.
«Si yo no hiciera al menos una locura por año, me
volvería loco.»
Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en
marcha, me lanzo a la atmósfera del último suspiro.
Ruedo interminablemente
sobre las rocas de los sueños, ruedo entre las nubes de la muerte.
Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y me
dice:
«Mira mis manos: son transparentes como las
bombillas eléctricas. ¿Ves los filamentos de donde corre la sangre de mi luz
intacta?
«Mira mi aureola. Tiene
algunas saltaduras, lo que prueba mi ancianidad.
«Soy la Virgen, la
Virgen sin mancha de tinta humana, la única que no lo sea a medias, y soy la
capitana de las otras once mil que estaban en verdad demasiado restauradas.
«Hablo una lengua que llena los corazones según
la ley de las nubes comunicantes.
«Digo siempre adiós, y me quedo.
«Ámame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te
enseñaré proezas aéreas.
«Tengo tanta necesidad
de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes del alba
y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la neblina intermitente.
«Mis miradas son un alambre en el horizonte para
el descanso de las golondrinas.
«Ámame.»
Me puse de rodillas en el espacio circular y la
Virgen se elevó y vino a sentarse en mi paracaídas.
Me dormí y recité entonces mis más hermosos
poemas.
Las llamas de mi poesía secaron los
cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y se alejó, sentada sobre su rosa
blanda.
Y heme aquí solo, como
el pequeño huérfano de los naufragios anónimos.
Ah, qué hermoso... qué hermoso.
Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos,, las
flores y los caracoles.
Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.
Ah, ah, soy Altazor, el
gran poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente su garganta con claro de
luna, sino con mi pequeño paracaídas como un quitasol sobre los planetas.
De cada gota del sudor de mi frente hice nacer
astros, que os dejo la tarea de bautizar como a botellas de vino.
Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas
de profeta.
La montaña es el
suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro hinchado hasta tocar los pies de la
amada.
Aquél que todo lo ha
visto, que conoce todos los secretos sin ser Walt Whitman, pues jamás he tenido
una barba blanca como las bellas enfermeras y los arroyos helados.
Aquél que oye durante
la noche los martillos de los monederos falsos, que son solamente astrónomos
activos.
Aquél que bebe el vaso
caliente de la sabiduría después del diluvio obedeciendo a las palomas y que
conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan los barcos.
Aquél que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas estaciones
olvidadas.
El, el pastor de
aeroplanos, el conductor de las noches extraviadas y de los ponientes
amaestrados hacia los polos únicos.
Su queja es semejante a
una red parpadeante de aerolitos sin testigo.
El día se levanta en su
corazón y él baja los párpados para hacer la noche del reposo agrícola.
Lava sus manos en la
mirada de Dios, y peina su cabellera como la luz y la cosecha de esas flacas
espigas de la lluvia satisfecha.
Los gritos se alejan
como un rebaño sobre las lomas cuando las estrellas duermen después de una
noche de trabajo continuo.
El hermoso cazador
frente al bebedero celeste para los pájaros sin corazón.
Sé triste tal cual las
gacelas ante el infinito y los meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes.
Hasta la llegada de una boca hinchada de
besos para la vendimia del destierro.
Sé triste, pues ella te espera en un
rincón de este año que pasa.
Está quizá al extremo de tu canción próxima y
será bella como la cascada en libertad y rica como la línea ecuatorial.
Sé triste, más triste que
la rosa, la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin experiencia.
La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú
quieres creer.
Vamos cayendo, cayendo de nuestro zenit a nuestro
nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan
mañana a respirarlo.
Adentro de ti mismo,
fuera de ti mismo, caerás del zenit al nadir porque ese es tu destino, tu
miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más
larga tu duración en la memoria de la piedra.
Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del
borde de una estrella y vamos cayendo.
Ah, mi paracaídas, la
única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los
astros de la muerte.
¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los
pechos cerrados.
Abre la puerta de tu
alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que
haya cerrado el huracán.
Hombre, he aquí tu paracaídas, maravilloso como
el vértigo. Poeta he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo./
Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un
parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.
¿Qué esperas?
Mas he ahí el secreto del Tenebroso que
olvidó sonreír.
Y el paracaídas aguarda amarrado a la
puerta como el caballo de la fuga interminable.
CANTO I
Altazor
¿por qué perdiste tu primera serenidad?
¿Qué
ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
Con
la espada en la mano?
¿Quién
sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios?
¿Por
qué un día de repente sentiste el terror de ser?
Y
esa voz que te gritó vives y no te ves vivir
¿Quién
hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los
vientos
del dolor?
Se
rompió el diamante de tus sueños en un mar de estupor
Estás
perdido Altazor
Solo
en medio del universo
Solo
como una nota que florece en las alturas del vacío
No
hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni belleza
¿En
dónde estás Altazor?
La
nebulosa de la angustia pasa como un río
Y
me arrastra según la ley de las atracciones
La
nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad
Siento
un telescopio que me apunta como un revólver
La
cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidad
Buscando
infatigable un lago quieto en donde refrescar su tarea ineludible
Altazor
morirás Se secará tu voz y serás invisible
La
Tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
Temerosa
de un traspiés como el equilibrista sobre el alambre
que
ata las miradas del pavor
En
vano buscas ojo enloquecido
No
hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas
Piensas
que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No
ves que vas cayendo ya?
Limpia
tu cabeza de prejuicio y moral
Y
si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate
caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin
miedo al enigma de ti mismo
Acaso
encuentres una luz sin noche
Perdida
en las grietas de los precipicios
Cae
Cae eternamente
Cae
al fondo de infinito
Cae
al fondo del tiempo
Cae
al fondo de ti mismo
Cae
lo más bajo que se pueda caer
Cae
sin vértigo
A
través de todos los espacios y todas las edades
A
través de todas las almas de todos los anhelos y todos los
naufragios
Cae
y quema al pasar los astros y los mares
Quema
los ojos que te miran y los corazones que te aguardan
Quema
el viento con tu voz
El
viento que se enreda en tu voz
Y
la noche que tiene frío en su gruta de huesos
Cae
en infancia
Cae
en vejez
Cae
en lágrimas
Cae
en risas
Cae
en música sobre el universo
Cae
de tu cabeza a tus pies
Cae
de tus pies a tu cabeza
Cae
del mar a la fuente
Cae
al último abismo de silencio
Como
el barco que se hunde apagando sus luces
Todo
se acabó
El
mar antropófago golpea la puerta de las rocas despiadadas
Los
perros ladran a las horas que se mueren
Y
el cielo escucha el paso de las estrellas que se alejan.
Estás
solo
Y
vas a la muerte derecho como un iceberg que se desprende del polo
Cae
la noche buscando su corazón en el océano
La
mirada se agranda como los torrentes
Y
en tanto que las olas se dan vuelta
La
luna niño de luz se escapa de alta mar
Mira
este cielo lleno
Más
rico que los arroyos de las minas
Cielo
lleno de estrellas que esperan el bautismo
Todas
esas estrellas salpicaduras de un astro de piedra lanzado
en
las aguas eternas
No
saben lo que quieren ni si hay redes ocultas más allá
Ni
qué mano lleva las riendas
Ni
qué pecho sopla el viento sobre ellas
Ni
saben si no hay mano y no hay pecho.
Las
montañas de pesca
Tienen
la altura de mis deseos
Y
yo arrojo fuera de la noche mis últimas angustias
Que
los pájaros cantando dispersan por el mundo.
Reparad
el motor del alba
En
tanto me siento al borde de mis ojos
Para
asistir a la entrada de las imágenes
Soy
yo Altazor
Altazor
Encerrado
en la jaula de su destino
En
vano me aferró a los barrotes de la evasión posible
Una
flor cierra el camino
Y
se levantan como la estatua de las llamas.
La
evasión imposible
Más
débil marcho con mis ansias
Que
un ejército sin luz en medio de emboscadas
Abrí
los ojos en el siglo
En
que moría el cristianismo
Retorcido
en su cruz agonizante
Ya
va a dar el último suspiro
¿Y
mañana qué pondremos en el sitio vacío?
Pondremos
un alba o un crepúsculo
¿Y
hay que poner algo acaso?
La
corona de espinas
Chorreando
sus últimas estrellas se marchita
Morirá
el cristianismo que no ha resuelto ningún problema
Que
sólo ha enseñado plegarias muertas.
Muere
después de dos mil años de existencia
Un
cañoneo enorme pone punto final a la era cristiana
El
Cristo quiere morir acompañado de millones de almas
Hundirse
con sus templos
Y
atravesar la muerte con un cortejo inmenso.
Mil
aeroplanos saludan la nueva era
Ellos
son los oráculos y las banderas
Hace
seis meses solamente
Dejé
la ecuatorial recién cortada
En
la tumba guerrera del esclavo paciente
Corona
de piedad sobre la estupidez humana.
Soy
yo que estoy hablando en este año de 1919
Es
el invierno
Ya
la Europa enterró todos sus muertos
Y
un millar de lágrimas hacen una sola cruz de nieve
Mirad
esas estepas que sacuden las manos
Millones
de obreros han comprendido al fin
Y
levantan al cielo sus banderas de aurora
Venid
venid os esperamos porque sois la esperanza
La
única esperanza
La
última esperanza.
Soy
yo Altazor el doble de mí mismo
El
que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente
El
que cayó de las alturas de su estrella
Y
viajó veinticinco años
Colgado
al paracaídas de sus propios prejuicios
Soy
yo Altazor el del ansia infinita
Del
hambre eterno y descorazonado
Carne
labrada por arados de angustia
¿Cómo
podré dormir mientras haya adentro tierras desconocidas?
Problemas
Misterios
que se cuelgan a mi pecho
Estoy
solo
La
distancia que va de cuerpo a cuerpo
Es
tan grande como la que hay de alma a alma
Solo
Solo
Solo
Estoy
solo parado en la punta del año que agoniza
El
universo se rompe en olas a mis pies
Los
planetas giran en torno a mi cabeza
Y
me despeinan al pasar con el viento que desplazan
Sin
dar una respuesta que llene los abismos
Ni
sentir este anhelo fabuloso que busca en la fauna del cielo
Un
ser materno donde se duerma el corazón
Un
lecho a la sombra del torbellino de enigmas
Una
mano que acaricie los latidos de la fiebre.
Dios
diluido en la nada y el todo
Dios
todo y nada
Dios
en las palabras y en los gestos
Dios
mental
Dios
aliento
Dios
joven Dios viejo
Dios
pútrido
lejano y cerca
Dios
amasado a mi congoja
Sigamos
cultivando en el cerebro las tierras del error
Sigamos
cultivando las tierras veraces en el pecho
Sigamos
Siempre
igual como ayer mañana y luego y después
No
No
puede ser. Cambiemos nuestra suerte
Quememos
nuestra carne en los ojos del alba
Bebamos
la tímida lucidez de la muerte
La
lucidez polar de la muerte.
Canta
el caos al caos que tiene pecho de hombre
Llora
de eco en eco por todo el universo
Rodando
con sus mitos entre alucinaciones
Angustia
de vacío en alta fiebre
Amarga
conciencia del vano sacrificio
De
la experiencia inútil del fracaso celeste
Del
ensayo perdido
Y
aún después que el hombre haya desaparecido
Que
hasta su recuerdo se queme en la hoguera del tiempo
Quedará
un gusto a dolor en la atmósfera terrestre
Tantos
siglos respirada por miserables pechos plañideros
Quedará
en el espacio la sombra siniestra
De
una lágrima inmensa
Y
una voz perdida aullando desolada
Nada
nada nada
No
No
puede ser
Consumamos
el placer
Agotemos
la vicia en la vicia
Muera
la muerte infiltrada de rapsodias langurosas
Infiltrada
de pianos tenues y banderas cambiantes como
crisálidas
Las
rocas de la muerte se quejan al borde del mundo
El
viento arrastra sus florescencias amargas
Y
el desconsuelo de las primaveras que no pueden nacer.
Todas
son trampas
trampas del
espíritu
Transfusiones
eléctricas de sueño y realidad
Oscuras
lucideces de esta larga desesperación petrificada en
soledad
Vivir
vivir en las tinieblas
Entre
cadenas de anhelos tiránicos collares de gemidos
Y
un eterno viajar en los adentros de sí mismo.
Con
dolor de límites constantes y vergüenza de ángel estropeado
Burla
de un dios nocturno.
Rodar
rodar rotas las antenas en medio del espacio
Entre
mares alados y auroras estancadas
Yo
estoy aquí de pie ante vosotros
En
nombre de una idiota ley proclamadora
De
la conservación de las especies
Inmunda
ley
Villana
ley arraigada a los sexos ingenuos.
Por
esa ley primera trampa de la inconsciencia
El
hombre se desgarra
Y
se rompe en aullidos mortales por todos los poros de su
tierra.
Yo
estoy aquí de pie entre vosotros
Se
me caen las ansias al vacío
Se
me caen los gritos a la nada
Se
me caen al caos las blasfemias
Perro
del infinito trotando entre astros muertos
Perro
lamiendo estrellas y recuerdos de estrella
Perro
lamiendo tumbas
Quiero
la eternidad como una paloma en mis manos
Todo
ha de alejarse en la muerte esconderse en la muerte
Yo
tú él nosotros vosotros ellos
Ayer
hoy mañana
Pasto
en las fauces del insaciable olvido
Pasto
para la rumia eterna del caos incansable
Justicia
¿qué has hecho de mí Vicente Huidobro?
Se
me cae el dolor de la lengua y las alas marchitas
Se
me caen los dedos muertos uno a uno
¿Qué
has hecho de mi voz cargada de pájaros en el atardecer
La
voz que me dolía como sangre?
Dadme
el infinito como una flor para mis manos
Seguir
No.
Basta ya
Seguir
cargado de mundos de países de ciudades
Muchedumbres
aullidos
Cubierto
de climas hemisferios ideas recuerdos
Entre
telarañas de sepulcros y planetas conscientes
Seguir
del dolor al dolor del enigma al enigma
Del
dolor de la piedra al dolor de la planta
Porque
todo es dolor
Dolor
de batalla y miedo de no ser
Lazos
de dolor atan la tierra al cielo las aguas a la tierra
Y
los mundos galopan en órbitas de angustia
Pensando
en la sorpresa
La
latente emboscada en todos los rincones del espacio
Me
duelen los pies como ríos de piedra
¿Qué
has hecho de mis pies?
¿Qué
has hecho de esta bestia universal
De
este animal errante?
Esta
rata en delirio que trepa las montañas
Sobre
un himno boreal o alarido de tierra
Sucio
de tierra y llanto
de tierra
y sangre
Azotado
de espinas y los ojos en cruz.
La
conciencia es amargura
La
inteligencia es decepción
Solo
en las afueras de la vida
Se
puede plantar una pequeña ilusión
Ojos
ávidos de lágrimas hirviendo
Labios
ávidos de mayores lamentos
Manos
enloquecidas de palpar tinieblas
Buscando
más tinieblas
Y
esta amargura que se pasea por los huesos
Y
este entierro en mi memoria
Este
entierro que se alarga en mi memoria
Este
largo entierro que atraviesa todos los días mi memoria
Seguir
No
Que
se rompa el andamio de los huesos
Que
se derrumben las vigas del cerebro
Y
arrastre el huracán los trozos a la nada al otro lado
En
donde el viento azota a Dios
En
donde aún resuene mi violín gutural
Acompañando
el piano póstumo del Juicio Final
Eres
tú tu el ángel caído
La
caída eterna sobre la muerte
La
caída sin fin de muerte en muerte
Embruja
el universo con tu voz
Aférrate
a tu voz embrujador del mundo
Cantando
como un ciego perdido en la eternidad
Anda
en mi cerebro una gramática dolorosa y brutal
La
matanza continua de conceptos internos
Y
una última aventura de esperanzas celestes
Un
desorden de estrellas imprudentes
Caídas
de los sortilegios sin refugio
Todo
lo que se esconde y nos incita con imanes fatales
Lo
que se esconde en las frías regiones de lo invisible
O
en la ardiente tempestad de nuestro cráneo
La
eternidad se vuelve sendero de flor
Para
el regreso de espectros y problemas
Para
el mirage sediento de las nuevas hipótesis
Que
rompen el espejo de la magia posible
Liberación,
¡Oh! si liberación de todo
De
la propia memoria que nos posee
De
las profundas vísceras que saben lo que saben
A
causa de estas heridas que nos atan al fondo
Y
nos quiebran los gritos de las alas
La
magia y el ensueño liman los barrotes
La
poesía llora en la punta del alma
Y
acrece la inquietud mirando nuevos muros
Alzados
de misterio en misterio
Entre
minas de mixtificación que abren sus heridas
Con
el ceremonial inagotable del alba conocida.
Todo
en vano
Dadme
la llave de los sueños cerrados
Dadme
la llave del naufragio
Dadme
una certeza de raíces en horizonte quieto
Un
descubrimiento que no huya a cada paso
O
dadme un bello naufragio verde
Un
milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimos
Como
el barco que se hunde sin apagar sus luces.
Liberado
de este trágico silencio entonces
En
mi propia tempestad
Desafiaré
al vacío
Sacudiré
la nada con blasfemias y gritos
Hasta
que caiga un rayo de castigo ansiado
Trayendo
a mis tinieblas el clima del paraíso
¿Por
qué soy prisionero de esta trágica busca?
¿Qué
es lo que me llama y se esconde
Me
sigue me grita por mi nombre
Y
cuando vuelvo el rostro y alargo las manos de los ojos
Me
echa encima una niebla tena como la noche de los astros ya
muertos?
Sufro me revuelco en la angustia
Sufro
desde que era nebulosa
Y
traigo desde entonces este dolor primordial en las células
Este
peso en las alas
Esta
piedra en el canto
Dolor
de ser isla
Angustia
subterránea
Angustia
cósmica
Poliforme
angustia anterior a mi vida
Y
que la sigue como una marcha militar
Y
que irá más allá
Hasta
el otro lado de la periferia universal
Consciente
Inconsciente
Deforme
Sonora
Sonora
como el fuego
El
fuego que me quema el carbón interno y el alcohol de
los
ojos
Soy
una orquesta trágica
Un
concepto trágico
Soy
trágico como los versos que punzan en las sienes y no
pueden
salir
Arquitectura
fúnebre
Matemática
fatal y sin esperanza alguna
Capas
superpuestas de dolor misterioso
Capas
superpuestas de ansias mortales
Subsuelos
de intuiciones fabulosas
Siglos
siglos que vienen gimiendo en mis venas
Siglos
que se balancean en mi canto
Que
agonizan en mi voz
Porque
mi voz es solo canto y sólo puede salir en canto
La
cuna de mi lengua se metió en el vacío
Anterior
a los tiempos
Y
guardará eternamente el ritmo primero
El
ritmo que hace nacer los mundos
Soy
la voz del hombre que resuena en los cielos
Que
reniega y maldice
Y
pide cuentas de por qué y para qué
Soy todo el hombre
El
hombre herido por quién sabe quien
Por
una flecha perdida del caos
Humano
terreno desmesurado
Sí
desmesurado y lo proclamo sin miedo
Desmesurado
porque no soy burgués ni raza fatigada
Soy
bárbaro tal vez
Desmesurado
enfermo
Bárbaro
limpio de ruinas y caminos marcados
No
acepto vuestras sillas de seguridades cómodas
Soy
el ángel salvaje que cayó una mañana
En
vuestras plantaciones de preceptos.
Poeta
Anti
poeta
Culto
Anti
culto
Animal
metafísico cargado de congojas
Animal,
expontáneo directo sangrando sus problemas
Solitario
como una paradoja
Paradoja
fatal
Flor
de contradicciones bailando un fox-trot
Sobre
el sepulcro de Dios
Sobre
el bien y el mal
Soy
un pecho que grita y un cerebro que sangra
Soy
un temblor de tierra
Los
sismógrafos señalan mi paso por el mundo
Crujen
las ruedas de la tierra
Y
voy andando a caballo en mi muerte
Voy
pegado a mi muerte como un pájaro al cielo
Como
una fecha en el árbol que crece
Como
el nombre en la carta que envío
Voy
pegado a mi muerte
Voy
por la vida pegado a mi muerte
Apoyado
en el bastón de mi esqueleto
El
sol nace en mi ojo derecho y se pone en mi ojo izquierdo
En
mi infancia una infancia ardiente como un alcohol
Me
sentaba en los caminos de la noche
A
escuchar la elocuencia de las estrellas
Y
la oratoria del árbol
Ahora
la indiferencia nieva en la tarde de mi alma
Rómpanse
en espigas las estrellas
Pártase
la luna en mil espejos
Vuelva
el árbol al nido de su almendra
Sólo
quiero saber por qué
Por
qué
Por
qué
Soy
protesta y araño el infinito con mis garras
Y
grito y gimo con miserables gritos oceánicos
El
eco de mi voz hace tronar el caos
Soy
desmesurado cósmico
Las
piedras las plantas las montañas
Me
saludan Las abejas las ratas
Los
leones y las águilas
Los
astros los crepúsculos las albas
Los
ríos y las selvas me preguntan
Qué
tal cómo está Ud.?
Y
mientras los astros y las olas tengan algo que decir
Será
por mi boca que hablarán a los hombres
Que Dios sea Dios
O
Satán sea Dios
O
ambos sean miedo, nocturna ignorancia
Lo
mismo dá
Que
sea la vía láctea
O
una procesión que asciende en pos de la verdad
Hoy
me es igual
Traedme
una hora que vivir
Traedme
un amor pescado por la oreja
Y
echadlo aquí a morir ante mis ojos
Que
yo caiga por el mundo a toda máquina
Que
yo corra por el universo a toda estrella
Que
me hunda o me eleve
Lanzado
sin piedad entre planetas y catástrofes
Señor
Dios si tú existes es a mí a quien lo debes
Matad
la horrible duda
Y
la espantosa lucidez
Hombre
con los ojos abiertos en la noche
Hasta
el fin de los siglos
Enigma
asco de los instintos contagiosos
Como
las campanas de la exaltación
Pajarero
de luces muertas que andan con pies de espectro
Con
los pies indulgentes del arroyo
Que
se llevan las nubes y cambia de país
En
el tapiz del cielo se juega nuestra suerte
Allí
donde mueren las hojas
El
pesado cortejo de las horas que golpean el mundo
Se
juega nuestra alma
Y
la suerte que se vuela todas las mañanas
Sobre
las nubes con los ojos llenos de lágrimas
Sangra
la herida de las últimas creencias
Cuando
el fusil desconsolado del humano refugio
Descuelga
los pájaros del cielo.
Mírate
allí animal fraterno desnudo de nombre
Junto
al abrevadero de tus límites propios
Bajo
el alba benigna
Que
zurce el tejido de las mareas
Mira
a lo lejos viene la cadena de hombres
Saliendo
de la usina de ansias iguales
Mordidos
por la misma eternidad
Por
el mismo huracán de vagabundas fascinaciones
Cada
uno trae su palabra informe
Y
los pies atados a su estrella propia
Las
máquinas avanzan en la noche del diamante fatal
Avanza
el desierto con sus olas sin vida
Pasan
las montañas pasan los camellos
Como
la historia de las guerras antiguas
Allá
va la cadena de hombres entre fuegos ilusos
Hacia
el párpado tumbal
Después
de mi muerte un día
El
mundo será pequeño a las gentes
Plantarán
continentes sobre los mares
Se
harán islas en el cielo
Habrá
un gran puente de metal en torno de la tierra
Como
los anillos construidos en Saturno
Habrá
ciudades grandes como un país
Gigantescas
ciudades del porvenir
En
donde el hombre-hormiga será una cifra
Un
número que se mueve y sufre y baila
(Un
poco de amor a veces como un arpa que hace olvidar la
vida)
jardines
de tomates y repollos
Los
parques públicos plantados de árboles frutales
No
hay carne que comer el planeta es estrecho
Y
las máquinas mataron el último animal
Arboles
frutales en todos los caminos
Lo
aprovechable sólo lo aprovechable
Ah
la hermosa vida que preparan las fábricas
La
horrible indiferencia de los astros sonrientes
Refugio
de la música
Que
huye de las manos de los últimos ciegos
Angustia
angustia de lo absoluto y de la perfección
Angustia
desolada que atraviesa las órbitas perdidas
Contradictorios
ritmos quiebran el corazón
En
mi cabeza cada cabello piensa otra cosa
Un
hastío invade el hueco que va del alba al poniente
Un
bostezo color mundo y carne
Color
espíritu avergonzado de irrealizables cosas
Lucha
entre la piel y el sentimiento de una dignidad bebida
y
no otorgada.
Nostalgia
de ser barro y piedra o Dios
Vértigo
de la nada cayendo de sombra en sombra
Inutilidad
de los esfuerzos fragilidad del sueño
Ángel
expatriado de la cordura
¿Por
qué hablas Quién te pide que hables?
Revienta
pesimista mas revienta en silencio
Cómo
se reirán los hombres de aquí a mil años
Hombre
perro que aúllas a tu propia noche
Delincuente
de tu alma
El
hombre de mañana se burlará de ti
Y
de tus gritos petrificados goteando estalactitas
¿Quién
eres tú habitante de este diminuto cadáver estelar?
¿Qué
son tus náuseas de infinito y tu ambición de eternidad?
Átomo
desterrado de sí mismo con puertas y ventanas de luto
¿De
dónde vienes a dónde vas?
¿Quién
se preocupa de tu planeta?
Inquietud
miserable
Despojo
del desprecio que por ti sentiría
Un
habitante de Betelgeuse
Veintinueve
millones de veces más grande que tu sol
Hablo
porque soy protesta insulto y mueca de dolor
Sólo
creo en los climas de la pasión
Sólo
deben hablar los que tienen el corazón clarividente
La
lengua a alta frecuencia
Buzos
de la verdad y la mentira
Cansados
de pasear sus linternas en los laberintos de la nada
En
la cueva de alternos sentimientos
El
dolor es lo único eterno
Y
nadie podrá reír ante el vacío
¿Qué
me importa la burla del hombre-hormiga
Ni
la del habitante de otros astros más grandes?
Yo
no sé de ellos ni ellos saben de mí
Yo
sé de mi vergüenza de la vida de mi asco celular
De
la mentira abyecta de todo cuanto edifican los hombres
Los
pedestales de aire de sus leyes e ideales
Dadme
dadme pronto un llano de silencio
Un
llano despoblado como los ojos de los muertos
¿Robinsón
por qué volviste de tu isla?
De
la isla de tus obras y tus sueños privados
La
isla de ti mismo rica de tus actos
Sin
leyes ni abdicación ni compromisos
Sin
control de ojo intruso
Ni
mano extraña que rompa los encantos
¿Robinsón
cómo es posible que volvieras de tu isla?
Malhaya
el que mire con ojos de muerte
Malhaya
el que vea el resorte que todo lo mueve
Una
borrasca dentro de la risa
Una
agonía de sol adentro de la risa
Matad
al pesimista de pupila enlutada
Al
que lleva un féretro en el cerebro
Todo
es nuevo cuando se mira con ojos nuevos
Oigo
una voz idiota entre algas de ilusión
Boca
parasitaria aún de la esperanza
Idos
lejos de aquí restos de playas moribundas
Mas
si buscáis descubrimientos
Tierras
irrealizables más allá de los cielos
Vegetante
obsesión de musical congoja
Volvamos
al silencio.
Restos
de playas fúnebres
¿A
qué buscáis el faro poniente
Vestido
de su propia cabellera
Como
la reina de los circos?
Volvamos
al silencio
Al
silencio de las palabras que vienen del silencio
Al
silencio de las hostias donde se mueren los profetas
Con
la llaga del flanco
Cauterizada
por algún relámpago
Las
palabras con fiebre y vértigo interno
Las
palabras del poeta dan un mareo celeste
Dan
una enfermedad de nubes
Contagioso
infinito de planetas errantes
Epidemia
de rosas en la eternidad
Abrid
la boca para recibir la hostia de la palabra herida
La
hostia angustiada y ardiente que me nace no se sabe dónde
Que
viene de más lejos que mi pecho
La
catarata delicada de oro en libertad
Correr
de río sin destino como aerolitos al azar
Una
columna se alza en la punta de la voz
Y
la noche se sienta en la columna
Yo
poblaré para mil años los sueños de los hombres
Y
os daré un poema lleno de corazón
En
el cual me despedazaré por todos lados
Una
lágrima caerá de unos ojos
Como
algo enviado sobre la tierra
Cuando
veas como una herida profetiza
Y
reconozcas la carne desgraciada
El
pájaro cegado en la catástrofe celeste
Encontrado
en mi pecho solitario y sediento
En
tanto yo me alejo tras los barcos magnéticos
Vagabundo
como ellos
Y
más triste que un cortejo de caballos sonámbulos
Hay
palabras que tienen sombra de árbol
Otras
que tienen atmósfera de astros
Hay
vocablos que tienen fuego de rayos
Y
que incendian donde caen
Otros
que se congelan en la lengua y se trompen al salir
Como
esos cristales alados y fatídicos
Hay
palabras con imanes que atraen los tesoros del abismo
Otras
que se descargan como vagones sobre el alma
Altazor
desconfía de las palabras
Desconfía
del ardid ceremonioso
Y
de la poesía
Trampas
Trampas de luz y cascadas
lujosas
Trampas
de perla y de lámpara acuática
Anda
como los ciegos con sus ojos de piedra
Presintiendo
el abismo a todo paso
Mas
no temas de mí que mi lenguaje es otro
No
trato de hacer feliz ni desgraciado a nadie
Ni
descolgar banderas de los pechos
Ni
dar anillos de planetas -
Ni
hacer satélites de mármol en torno a un talismán ajeno
Quiero
darte una música de espíritu
Música
mía de esta cítara plantada en mi cuerpo
Música
que hace pensar en el crecimiento de los árboles
Y
estalla en luminarias adentro del sueño.
Yo
hablo en nombre de un astro por nadie conocido
Hablo
en una lengua mojada en mares no nacidos
Con
una voz llena de eclipses y distancias
Solemne
como un combate de estrellas o galeras lejanas
Una
voz que se desfonda en la noche de las rocas
Una
voz que da la vista a los ciegos atentos
Los
ciegos escondidos al fondo de las casas
Como
al fondo de sí mismos
Los
veleros que parten a distribuir mi alma por el mundo
Volverán
convertidos en pájaros
Una
hermosa mañana alta de muchos metros
Alta
como el árbol cuyo fruto es el sol
Una
mañana frágil y rompible
A
la hora en que las flores se lavan la cara
Y
los últimos sueños huyen por las ventanas
Tanta
exaltación para arrastrar los cielos a la lengua
El
infinito se instala en el nido del pecho
Todo
se vuelve presagio
ángel
entonces
El
cerebro se torna sistro revelador
Y
la hora huye despavorida por los ojos
Los
pájaros grabados en el zenit no cantan
El
día se suicida arrojándose al mar
Un
barco vestido de luces se aleja tristemente
Y
al fondo de las olas un pez escucha el paso de los hombres
Silencio
la tierra va a dar a luz un árbol
La
muerte se ha dormido en el cuello de un cisne
Y
cada pluma tiene un distinto temblor
Ahora
que Dios se sienta sobre la tempestad
Que
pedazos de cielo caen y se enredan en la selva
Y
que el tifón despeina las barbas del pirata
Ahora
sacad la muerta al viento
Para
que el viento abra sus ojos
Silencio
la tierra va a dar a luz un árbol
Tengo
cartas secretas en la caja del cráneo
Tengo
un carbón doliente en el fondo del pecho
Y
conduzco mi pecho a la boca
Y
la boca a la puerta del sueño
El
mundo se me entra por los ojos
Se
me entra por las manos se me entra por los pies
Me
entra por la boca y se me sale
En
insectos celestes o nubes de palabras por los poros.
Silencio
la tierra va a dar a luz un árbol
Mis
ojos en la gruta de la hipnosis
Mastican
el universo que me atraviesa como un túnel
Un
escalofrío de pájaro me sacude los hombros
Escalofrío
de alas y olas interiores
Escalas
de olas y alas en la sangre
Se
rompen las amarras de las venas
Y
se salta afuera de la carne
Se
sale de las puertas de la tierra
Entre
palomas espantadas
Habitante
de tu destino
¿Por
qué quieres salir de tu destino?
¿Por
qué quieres romper los lazos de tu estrella
Y
viajar solitario en los espacios
Y
caer a través de tu cuerpo de tu zenit a tu nadir?
No
quiero ligaduras de astro ni de viento
|Ligaduras
de luna buenas son para el mar y las mujeres
Dadme
mis violines de vértigo insumiso
Mi
libertad de música escapada
No
hay peligro en la noche pequeña encrucijada
Ni
enigma sobre el alma
La
palabra electrizada de sangre y corazón
Es
el gran paracaídas y el pararrayos de Dios
Habitante
de tu destino
Pegado
a tu camino como roca
Viene
la hora del sortilegio resignado
Abre
la mano de tu espíritu
El
magnético dedo
En
donde el anillo de la serenidad adolescente
Se
posará cantando como el canario pródigo
Largos
años ausente
Silencio
Se oje el pulso del mundo como
nunca pálido
La
tierra acaba de alumbrar un árbol
CANTO II
Mujer el mundo está amueblado por
tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu
presencia
La tierra se prolonga de rosa en
rosa
Y el aire se prolonga de paloma en
paloma
Al irte dejas una estrella en tu
sitio
Dejas caer tus luces como el barco
que pasa
Mientras te sigue mi canto
embrujado
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza detrás de
algún astro
¿Qué combate se libra en el
espacio?
Esas lanzas de luz entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿Qué estrella sanguinaria no
quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
Que pasea en el bosque de los
sueños
Heme aquí perdido entre mares
desiertos
Solo como la pluma que se cae de
un pájaro en la noche
Heme aquí en una torre de frío
Abrigado del recuerdo de tus
labios marítimos
Del recuerdo de tus complacencias
y de tu cabellera
Luminosa y desatada como los ríos
de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio
esas manos?
Te pregunto otra vez
El arco de tus cejas tendido para
las armas de los ojos
En la ofensiva alada vencedora
segura con orgullos de flor
Te hablan por mí las piedras
aporreadas
Te hablan por mí las olas de
pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los
paisajes sin viento
Te habla por mí el rebaño de
ovejas taciturnas
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo
descubierto
La yerba sobreviviente atada a la
aventura
Aventura de luz y sangre de
horizonte
Sin más abrigo que una flor que se
apaga
Si hay un poco de viento
Las llanuras se pierden bajo tu
gracia frágil
Se pierde el mundo bajo tu andar
visible
Pues todo es artificio cuando tú
te presentas
Con tu luz peligrosa
Inocente armonía sin fatiga ni
olvido
Elemento de lágrima que rueda
hacia adentro
Construido de miedo altivo y de
silencio,
Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de
infinito
Lejos de ti todo es mortal
Lanzas la agonía por la tierra
humillada de noches
Sólo lo que piensa en ti tiene
sabor a eternidad
He aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas
lejanas
Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que te
saluda
Que nos separa con leguas de noche
Sin embargo te advierto que
estamos cosidos
A la misma estrella
Estamos cosidos por la misma
música tendida
De uno a otro
Por la misma sombra gigante
agitada como árbol
Seamos ese pedazo de cielo
Ese trozo en que pasa la aventura
misteriosa
La aventura del planeta que
estalla en pétalos de sueño
En vano tratarías de evadirte de
mi voz
Y de saltar los muros de mis
alabanzas
Estamos cosidos por la misma
estrella
Estás atada al ruiseñor de las
lunas
Que tiene un ritual sagrado en la
garganta
Qué me importan los signos de la
noche
Y la raíz y el eco funerario que
tengan en mi pecho
Qué me importa el enigma luminoso
Los emblemas que alumbran el azar
Y esas islas que viajan por el
caos sin destino a mis ojos
Qué me importa ese miedo de flor
en el vacío
Qué me importa el nombre de la
nada
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad o del azar que
representan
Y si en ese desierto cada estrella
es un deseo de oasis
O banderas de presagio y de muerte
Tengo una atmósfera propia en tu
aliento
La fabulosa seguridad de tu mirada
con sus constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla
Tu frente luminosa como un anillo
de Dios
Más firme que todo en la flora del
cielo
Sin torbellinos de universo que se
encabrita
Como un caballo a causa de su
sombra en el aire
Te pregunto otra vez
¿Irías a ser muda que Dios te dio
esos ojos?
Tengo esa voz tuya para toda
defensa
Esa voz que sale de ti en latidos
de corazón
Esa voz en que cae la eternidad
Y se rompe en pedazos de esferas
fosforescentes
¿Qué sería la vida si no hubieras
nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de
frío
Te hallé como una lágrima en un
libro olvidado
Con tu nombre sensible desde antes
en mi pecho
Tu nombre hecho del ruido de
palomas que se vuelan
Traes en ti el recuerdo de otras
vidas más altas
De un Dios encontrado en alguna
parte
Y al fondo de ti misma recuerdas
que eras tú
El pájaro de antaño en la clave
del poeta
Sueño en un sueño sumergido
La cabellera que se ata hace el
día
La cabellera al desatarse hace la
noche
La vida se contempla en el olvido
Sólo viven tus ojos en el mundo
El único sistema planetario sin
fatiga
Serena piel anclada en las alturas
Ajena a toda red y estratagema
En su fuerza de luz ensimismada
Detrás de ti la vida siente miedo
Porque eres la profundidad de toda
cosa
El mundo deviene majestuoso cuando
pasas
Se oyen caer lágrimas del cielo
Y borras en el alma adormecida
La amargura de ser vivo
Se hace liviano el orbe en las
espaldas
Mi alegría es oír el ruido del
viento en tus cabellos
(Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el
río arrastra troncos de árbol
Eres una lámpara de carne en la
tormenta
Con los cabellos a todo viento
Tus cabellos donde el sol va a
buscar sus mejores sueños
Mi alegría es mirarte solitaria en
el diván del mundo
Como la mano de una princesa
soñolienta
Con tus ojos que evocan un piano
de olores
Una bebida de paroxismos
Una flor que está dejando de
perfumar
Tus ojos hipnotizan la soledad
Como la rueda que sigue girando
después de la catástrofe
Mi alegría es mirarte cuando
escuchas
Ese rayo de luz que camina hacia
el fondo del agua
Y te quedas suspensa largo rato
Tantas estrellas pasadas por el
harnero del mar
Nada tiene entonces semejante
emoción
Ni un mástil pidiendo viento
Ni un aeroplano ciego palpando el
infinito
Ni la paloma demacrada dormida
sobre un lamento
Ni el arco-iris con las alas
selladas
Más bello que la parábola de un
verso
La parábola tendida en puente
nocturno de alma a alma
Nacida en todos los sitios donde
pongo los ojos
Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho
de un potro en la montaña
Que la sirena de un barco que deja
escapar toda su alma
Que un faro en la neblina buscando
a quien salvar
Eres más hermosa que la golondrina
atravesada por el viento
Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle
populosa llena de admiración
Mi gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de
su brillo interno
Estoy sentado en el rincón más
sensible de tu mirada
Bajo el silencio estático de
inmóviles pestañas.
Viene saliendo un augurio del
fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus
pupilas
Nada se compara a esa leyenda de
semillas que deja tu presencia
A esa voz que busca un astro
muerto que volver a la vida
Tu voz hace un imperio en el
espacio
Y esa mano que se levanta en ti
como si fuera a colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en
el infinito
Y esa cabeza que se dobla para
escuchar un murmullo en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los
caminos encadenados
Y esos párpados donde vienen a
vararse las centellas del éter
Y ese beso que hincha la proa de
tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte
al frente de tu vida
Y ese secreto que dirige las
mareas de tu pecho
Dormido a la sombra de tus senos
Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su
lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?
CANTO III
Romper las ligaduras de las venas
Los lazos de la respiración y las
cadenas
De los ojos senderos de horizontes
Flor proyectada en cielos
uniformes
El alma pavimentada de recuerdos
Como estrellas talladas por el
viento
El mar es un tejado de botellas
Que en la memoria del marino sueña
Cielo es aquella larga cabellera
intacta
Tejida entre manos de aeronauta
Y el avión trae un lenguaje
diferente
Para la boca de los cielos de
siempre
Cadenas de miradas nos atan a la
tierra
Romped romped tantas cadenas
Vuela el primer hombre a iluminar
el día
El espacio se quiebra en una
herida
Y devuelve la bala al asesino
Eternamente atado al infinito
Cortad todas las amarras
De río mar o de montaña
De espíritu y recuerdo
De ley agonizante y sueño enfermo
Es el mundo que torna y sigue y
gira
En una última pupila
Mañana el campo
Seguirá los galopes del caballo
La flor se comerá a la abeja
Porque el hangar será colmena
El arco-iris se hará pájaro
Y volará a su nido cantando
Los cuervos se harán planetas
Y tendrán plumas de hierba
Hojas serán las plumas entibiadas
Que caerán de sus gargantas
Las miradas serán ríos
Y los ríos heridas en las piernas
del vacío
Conducirá el rebaño a su pastor
Para que duerma el día cansado
como avión
Y el árbol se posará sobre la
tórtola
Mientras las nubes se hacen roca
Porque todo es como es en cada ojo
Dinastía astrológica y efímera
Cayendo de universo en universo
Manicura de la lengua es el poeta
Mas no el mago que apaga y
enciende
Palabras estelares y cerezas de adioses
vagabundos
Muy lejos de las manos de la
tierra
Y todo lo que dice es por él
inventado
Cosas que pasan fueran del mundo
cotidiano
Matemos al poeta que nos tiene
saturados
Poesía aún y poesía poesía
Poética poesía poesía
Poesía poética de poético poeta
Poesía
Demasiada poesía
Desde el arco-iris hasta el culo
pianista de la vecina
Basta señora poesía bambina
Y todavía tiene barrotes en los
ojos
El juego es juego y no plegaria
infatigable
Sonrisa o risa y no lamparillas de
pupila
Que ruedan de la aflicción hasta
el océano
Sonrisa y habladurías de estrella
tejedora
Sonrisa del cerebro que evoca
estrellas muertas
En la mesa mediumnica de sus
irradiaciones
Basta señora arpa de las bellas
imágenes
De los furtivos cornos iluminados
Otra cosa otra cosa buscamos
Sabemos posar un beso como una
mirada
Plantar miradas como árboles
Enjaular árboles como pájaros
Regar pájaros como heliotropos
Tocar un heliotropo como una
música
Vaciar una música como un saco
Degollar un saco como un pingüino
Cultivar pingüinos como viñedos
Ordeñar un viñedo como una vaca
Desarbolar vacas como veleros
Peinar un velero como un cometa
Desembarcar cometas como turistas
Embrujar turistas como serpientes
Cosechar serpientes como almendras
Desnudar una almendra como un
atleta
Leñar atletas como cipreses
Iluminar cipreses como faroles
Anidar faroles como alondras
Exhalar alondras como suspiros
Bordar suspiros como sedas
Derramar sedas como ríos
Tremolar un río como una bandera
Desplumar una bandera como un
gallo
Apagar un gallo como un incendio
Bogar en incendios como en mares
Segar mares como trigales
Repicar trigales como campanas
Desangrar campanas como corderos
Dibujar corderos como sonrisas
Embotellar sonrisas como licores
Engastar licores como alhajas
Electrizar alhajas como
crepúsculos
Tripular crepúsculos como navios
Descalzar un navio como un rey
Colgar reyes como auroras
Crucificar auroras como profetas
Etc. etc. etc.
Basta señor violín hundido en una
ola ola
Cotidiana ola de religión miseria
De sueño en sueño posesión de
pedrerías
Después del corazón comiendo rosas
Y de las noches del rubí perfecto
El nuevo atleta salta sobre la
pista mágica
Jugando con magnéticas palabras
Caldeadas como la tierra cuando va
a salir un volcán
Lanzando sortilegios de sus frases
pájaro
Agoniza el último poeta
Tañen las campanas de los
continentes
Muere la luna con su noche a
cuestas
El sol se saca del bolsillo el día
Abre los ojos el nuevo paisaje
solemne
Y pasa desde la tierra a las
constelaciones
El entierro de la poesía
Todas las lenguas están muertas
Muertas en manos del vecino
trágico
Hay que resucitar las lenguas
Con sonoras risas
Con vagones de carcajadas
Con cortacircuitos en las frases
Y cataclismo en la gramática
Levántate y anda
Estira las piernas anquilosis
salta
Fuegos de risa para el lenguaje
tiritando de frío
Gimnasia astral para las lenguas
entumecidas
Levántate y anda
Vive vive como un balón de fútbol
Estalla en la boca de diamantes
motocicleta
En ebriedad de sus luciérnagas
Vértigo sí de su liberación
Una bella locura en la vida de la
palabra
Una bella locura en la zona del
lenguaje
Aventura forrada de desdenes
tangibles
Aventura de la lengua entre dos
naufragios
Catástrofe preciosa en los rieles
del verso
Y puesto que debemos vivir y no
nos suicidamos
Mientras vivamos juguemos
El simple sport de los vocablos
De la pura palabra y nada más
Sin imagen limpia de joyas
(Las palabras tienen demasiada
carga)
Un ritual de vocablos sin sombra
Juego de ángel allá en el infinito
Palabra por palabra
Con luz propia de astro que un
choque vuelve vivo
Saltan chispas del choque y
mientras más violento
Más grande es la explosión
Pasión del juego en el espacio
Sin alas de luna y pretensión
Combate singular entre el pecho y
el cielo
Total desprendimiento al fin de
voz de carne
Eco de luz que sangra aire sobre
el aire
Después nada nada
Rumor aliento de frase sin palabra
CANTO IV
No hay tiempo que perder
Enfermera de sombras y distancias
Yo vuelvo a ti huyendo del reino incalculable
De ángeles prohibidos por el
amanecer
Detrás de tu secreto te escondías
En sonrisa de párpados y de aire
Yo levanté la capa de tu risa
Y corté las sombras que tenían
Tus signos de distancia señalados
Tu sueño se dormirá en mis manos
Marcado de las líneas de mi
destino inseparable
En el pecho de un mismo pájaro
Que se consume en el fuego de su
canto
De su canto llorando al tiempo
Porque se escurre entre los dedos
Sabes que tu mirada adorna los
veleros
De las noches mecidas en la pesca
Sabes que tu mirada forma el nudo
de las estrellas
Y el nudo del canto que saldrá del
pecho
Tu mirada que lleva la palabra al
corazón
Y a la boca embrujada del ruiseñor
No hay tiempo que perder
A la hora del cuerpo en el
naufragio ambiguo
Yo mido paso a paso el infinito
El mar quiere vencer
Y por lo tanto no hay tiempo que
perder
Entonces
Ah entonces
Más allá del último horizonte
Se verá lo que hay que ver
Por eso hay que cuidar el ojo
precioso regalo del cerebro
El ojo anclado al medio de los
mundos
Donde los buques se vienen a varar
¿Mas si se enferma el ojo qué he
de hacer?
¿Qué haremos si han hecho mal de
ojo al ojo?
Al ojo avizor afiebrado como faro
de lince
La geografía del ojo digo es la
más complicada
El sondaje es difícil a causa de
las olas
Los tumultos que pasan
La apretura continua
Las plazas y avenidas populosas
Las procesiones con sus
estandartes
Bajando por el iris hasta perderse
El rajah en su elefante de tapices
La cacería de leones en selvas de
pestañas seculares
Las migraciones de pájaros
friolentos hacia otras retinas
Yo amo mis ojos y tus ojos y los
ojos
Los ojos con su propia combustión
Los ojos que bailan al son de una
música interna
Y se abren como puertas sobre el
crimen
Y salen de su órbita y se van como
cometas sangrientos al azar
Los ojos que se clavan y dejan
heridas lentas a cicatrizar
Entonces no se pegan los ojos como
cartas
Y son cascadas de amor inagotables
Y se cambian día y noche
árbol
Ojo por ojo
Ojo por ojo como hostia por hostia
Ojo árbol
Ojo pájaro
Ojo río
Ojo montaña
Ojo mar
Ojo tierra
Ojo luna
Ojo cielo
Ojo silencio
Ojo soledad por ojo ausencia
Ojo dolor por ojo risa
No hay tiempo que perder
Y si viene el instante prosaico
Siga el barco que es acaso el
mejor.
Ahora que me siento y me pongo a
escribir
¿Qué hace la golondrina que vi
esta mañana
Firmando cartas en el vacío?
Cuando muevo el pie izquierdo
¿Qué hace con su pie el gran
mandarín chino?
Cuando enciendo un cigarro
¿Qué hacen los otros cigarros que
vienen en el barco?
¿En dónde está la planta del fuego
futuro?
Y si yo levanto los ojos ahora
mismo
¿Qué hace con sus ojos el
explorador de pie en el polo?
Yo estoy aquí
¿En dónde están los otros?
Eco de gesto en gesto
Cadena electrizada o sin
correspondencias
Interrumpido el ritmo solitario
¿Quiénes se están muriendo y
quiénes nacen
Mientras mi pluma corre en el
papel?
No hay tiempo que perder
Levántate alegría
Y pasa de poro en poro la aguja de
tus sedas
Darse prisa darse prisa
Vaya por los globos y los
cocodrilos mojados
Préstame mujer tus ojos de verano
Yo lamo las nubes salpicadas
cuando el otoño sigue la carreta del asno
Un periscopio en ascensión debate
el pudor del invierno
Bajo la perspectiva del volantín
azulado por el infinito
Color joven de pájaros al ciento
por ciento
Tal vez era un amor mirado de
palomas desgraciadas
O el guante importuno del atentado
que va a nacer de una mujer o una amapola
El floreo de mirlos que se besan
volando
Bravo pantorrilla de noche de la
más novia que se esconde en su piel de flor
Rosa al revés rosa otra vez y rosa
y rosa
Aunque no quiera el carcelero
Río revuelto para la pesca
milagrosa
Noche préstame tu mujer con
pantorrillas de florero de amapolas jóvenes
Mojadas de color como el asno
pequeño desgraciado
La novia sin flores ni globos de
pájaros
El invierno endurece las palomas
presentes
Mira la carreta y el atentado de
cocodrilos azulados
Que son periscopios en las nubes
del pudor
Novia en ascensión al ciento por
ciento celeste
Lame la perspectiva que ha de
nacer salpicada de volantines
Y de los guantes agradables del
otoño que se debate en la piel del amor
No hay tiempo que perder
La indecisión en barca para los
viajes
Es un presente de las crueldades
de la noche
Porque el hombre malo o la mujer
severa
No pueden nada contra la mortalidad
de la casa
Ni la falta de orden
Que sea oro o enfermedad
Noble sorpresa o espión doméstico
para victoria extranjera
La disputa intestina produce la
justa desconfianza
De los párpados lavados en la
prisión
Las penas tendientes a su fin son
travesanos antes del matrimonio
Murmuraciones de cascada sin
protección
Las disensiones militares y todos
los obstáculos
A causa de la declaración de esa
mujer rubia
Que critica la pérdida de la
expedición
O la utilidad extrema de la
justicia
Como una separación de amor sin
porvenir
La prudencia llora los falsos
extravíos de la locura naciente
Que ignora completamente las
satisfacciones de la moderación
No hay tiempo que perder
Para
hablar de la clausura de la tierra y la llegada del día agricultor a la nada
amante de lotería sin proceso ni niño para enfermedad pues el dolor imprevisto
que sale de los cruzamientos de la espera en este campo de la sinceridad nueva
es un poco negro como el eclesiástico de las empresas para la miseria o el
traidor en retardo sobre el agua que busca apoyo en la unión o la disensión sin
reposo de la ignorancia Pero la carta viene sobre la ruta y la mujer colocada
en el incidente del duelo conoce el buen éxito de la preñez y la inacción del
deseo pasado da la ventaja al pueblo que tiene inclinación por el sacerdote
pues él realza de la caída y se hace más íntimo que el extravío de la doncella
rubia o la amistad de la locura
No hay tiempo que perder
Todo esto es triste como el niño
que está quedándose huérfano
O como la letra que cae al medio
del ojo
O como la muerte del perro de un
ciego
O como el río que se estira en su
lecho de agonizante
Todo esto es hermoso como mirar el
amor de los gorriones
Tres horas después del atentado
celeste
O como oír dos pájaros anónimos
que cantan a la misma azucena
O como la cabeza de la serpiente
donde sueña el opio
O como el rubí nacido de los
deseos de una mujer
Y como el mar que no se sabe si
ríe o llora
Y como los colores que caen del
cerebro de las mariposas
Y como la mina de oro de las
abejas
Las abejas satélites del nardo
como las gaviotas del barco
Las abejas que llevan la semilla
en su interior
Y van más perfumadas que pañuelos
de narices
Aunque no son pájaros
Pues no dejan sus iniciales en el
cielo
En la lejanía del cielo besada por
los ojos
Y al terminar su viaje vomitan el
alma de los pétalos
Como las gaviotas vomitan el
horizonte
Y las golondrinas el verano
No hay tiempo que perder
Ya viene la golondrina monotémpora
Trae un acento antípoda de
lejanías que se acercan
Viene gondoleando la golondrina
Al horitaña de la montazonte
La violondrina y el goloncelo
Descolgada esta mañana de la
lunala
Se acerca a todo galope
Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene la goloncima
Viene la golonchina
Viene la golonclima
Ya viene la golonrima
Ya viene la golonrisa
La golonniña
La golongira
La golonlira
La golonbrisa
La golonchilla
Ya viene la golondía
Y la noche encoge sus uñas como el
leopardo
Ya viene la golontrina
Que tiene un nido en cada uno de
los dos calores
Como yo lo tengo en los cuatro
horizontes
Viene la golonrisa
Y las olas se levantan en la punta
de los pies
Viene la golonniña
Y siente un vahído la cabeza de la
montaña
Viene la golongira
Y el viento se hace parábola de
sílfides en orgía
Se llenan de notas los hilos
telefónicos
Se duerme el ocaso con la cabeza
escondida
Y el árbol con el pulso afiebrado
Pero el cielo prefiere el rodoñol
Su niño querido el rorreñol
Su flor de alegría el romiñol
Su piel de lágrima el rofañol
Su garganta nocturna el rosolñol
El rolañol
El rosiñol
No hay tiempo que perder
El buque tiene los días contados
Por los hoyos peligrosos que abren
las estrellas en el mar
Puede caerse al fuego central
El fuego central con sus banderas
que estallan de cuando en cuando
Los elfos exacerbados soplan las
semillas y me interrogan
Pero yo sólo oigo las notas del
alhelí
Cuando alguien apreta los pedales
del viento
Y se presenta el huracán
El río corre como un perro azotado
Corre que corre a esconderse en el
mar
Y pasa el rebaño que devasta mis
nervios
Entonces yo sólo digo
Que no compro estrellas en la
nochería
Y tampoco olas nuevas en la
marería
Prefiero escuchar las notas del
alhelí
Junto a la cascada que cuenta sus
monedas
O el bromceo del aeroplano en la
punta del cielo
O mirar el ojo del tigre donde
sueña una mujer desnuda
Porque si no la palabra que viene
de tan lejos
Se quiebra entre los labios
Yo no tengo orgullos de campanario
Ni tengo ningún odio petrificado
Ni grito como un sombrero
afectuoso que viene saliendo del desierto
Digo solamente
No hay tiempo que perder
El vizir con lenguaje de pájaro
Nos habla largo largo como un
sendero
Las caravanas se alejan sobre su
voz
Y los barcos hacia horizontes
imprecisos
El devuelve el oriente sobre las
almas
Que toman un oriente de perla
Y se llenan de fósforos a cada
paso
De su boca brota una selva
De su selva brota un astro
Del astro cae una montaña sobre la
noche
De la noche cae otra noche
Sobre la noche del vacío
La noche lejos tan lejos que
parece una muerta que se llevan
Adiós hay que decir adiós
Adiós hay que decir a Dios
Entonces el huracán destruido por
la luz de la lengua
Se deshace en arpegios circulares
Y aparece la luna seguida de
algunas gaviotas
Y sobre el camino
Un caballo que se va agrandando a
medida que se aleja
Darse prisa darse prisa
Están prontas las semillas
Esperando una orden para florecer
Paciencia ya luego crecerán
Y se irán por los senderos de la
savia
Por su escalera personal
Ün momento de descanso
Antes del viaje al cielo del árbol
El árbol tiene miedo de alejarse
demasiado
Tiene miedo y vuelve los ojos
angustiados
La noche lo hace temblar
La noche y su licantropía
La noche que afila sus garras en
el viento
Y aguza los oídos de la selva
Tiene miedo digo el árbol tiene
miedo
De alejarse de la tierra
No hay tiempo que perder
Los iceberg que flotan en los ojos
de los muertos
Conocen su camino
Ciego sería el que llorara
Las tinieblas del féretro sin
límites
Las esperanzas abolidas
Los tormentos cambiados en
inscripción de cementerio
Aquí yace Carlota ojos marítimos
Se le rompió un satélite
Aquí yace Matías en su corazón dos
escualos se batían
Aquí yace Marcelo mar y cielo en
el mismo violoncelo
Aquí yace Susana cansada de pelear
contra el olvido
Aquí yace Teresa esa es la tierra
que araron sus ojos hoy ocupada por su cuerpo
Aquí yace Angélica anclada en el
puerto de sus brazos
Aquí yace Rosario río de rosas
hasta el infinito
Aquí yace Raimundo raíces del
mundo son sus venas
Aquí yace Clarisa clara risa
enclaustrada en la luz
Aquí yace Alejandro antro alejado
ala adentro
Aquí yace Gabriela rotos los
diques sube en las savias hasta el sueño esperando la resurrección
Aquí yace Altazor, azor fulminado
por la altura
Aquí yace Vicente antipoeta y mago
Ciego sería el que llorara
Ciego como el cometa que va con su
bastón
Y su neblina de ánimas que lo
siguen
Obediente al instinto de sus
sentidos
Sin hacer caso de los meteoros que
apedrean desde lejos
Y viven en colonias según la
temporada
El meteoro insolente cruza por el
cielo
El meteplata el metecobre
El metepiedras en el infinito
Meteópalos en la mirada
Cuidado aviador con las estrellas
Cuidado con la aurora
Que el aeronauta no sea el
auricida
Nunca un cielo tuvo tantos caminos
como éste
Ni fue tan peligroso
La estrella errante me trae el
saludo de un amigo muerto hace diez años
Darse prisa darse prisa
Los planetas maduran en el
planetal
Mis ojos han visto la raíz de los
pájaros
El más allá de los nenúfares
Y el ante acá de las mariposas
¿Oyes el ruido que hacen las
mandolinas al morir?
Estoy perdido
No hay más que capitular
Ante la guerra sin cuartel
Y la emboscada nocturna de estos
astros
La eternidad quiere vencer
Y por lo tanto no hay tiempo que
perder
Entonces
Ah entonces
Más allá del último horizonte
Se verá lo que hay que ver
La ciudad
Debajo de las luces y las ropas
colgadas
El jugador aéreo
Desnudo
Frágil
La noche al fondo del océano
Tierna ahogada
La muerte ciega
Y su esplendor
Y el sonido y el sonido
Espacio la lumbrera
A estribor
Adormecido
En cruz
en luz
La tierra y su cielo
El cielo y su tierra
Selva noche
Y río día por el universo
El pájaro traladí canta en las
ramas de mi cerebro
Porque encontró la clave del
eterfinifrete
Rotundo como el unipacio y el
espaverso
Uiu uiui
Tralalí tralala
Aia
ai ai aaia i i
CANTO V
Aquí
comienza el campo inexplorado
Redondo
a causa de los ojos que lo miran
Y
profundo a causa de mi propio corazón
Lleno
de zafiros probables
De
manos de sonámbulos
De
entierros aéreos
Conmovedores
como el sueño de los enanos
O
el ramo cortado en el infinito
Que
trae la gaviota para sus hijos
Hay
un espacio despoblado
Que
es preciso poblar
De
miradas con semillas abiertas
De
voces bajadas de la eternidad
De
juegos nocturnos y aerolitos de violín
De
ruido de rebaños sin permiso
Escapados
del cometa que iba a chocar
¿Conoces
tú la fuente milagrosa
Que
devuelve a la vida los náufragos de antaño?
¿Conoces
tú la flor que se llama voz de monja
Que
crece hacia abajo y se abre al fondo de la tierra?
¿Has
visto al niño que cantaba
Sentado
en una lágrima
El
niño que cantaba al lado de un suspiro
O
de un ladrido de perro inconsolable?
¿Has
visto al arco-iris sin colores
Terriblemente
envejecido
Que
vuelve del tiempo de los faraones?
El
miedo cambia la forma de las flores
Que
esperan temblando el juicio final
Una
a una las estrellas se arrojan por el balcón
El
mar se está durmiendo detrás de un árbol
Con
su calma habitual
Porque
sabe desde los tiempos bíblicos
Que
el regreso es desconocido en la estrella polar
Ningún
navegante ha encontrado la rosa de los mares
La
rosa que trae el recuerdo de sus abuelos
Del
fondo de sí misma
Cansada
de soñar
Cansada
de vivir en cada pétalo
Viento
que estás pensando en la rosa del mar
Yo
te espero de pie al final de esta línea
Yo
sé dónde se esconde la flor que nace del sexo de las sirenas
En
el momento del placer
Cuando
debajo del mar empieza a atardecer
Y
se oye crujir las olas
Bajo
los pies del horizonte
Yo
sé yo sé dónde se esconde
El
viento tiene la voz de abeja de la joven pálida
La
joven pálida como su propia estatua
Que
yo amé en un rincón de mi vida
Cuando
quería saltar de una esperanza al cielo
Y
caí de naufragio en naufragio de horizonte en horizonte
Entonces
vi la rosa que se esconde
Y
que nadie ha encontrado cara a cara
¿Has
visto este pájaro de islas lejanas
Arrojado
por la marea a los pies de mi cama?
¿Has
visto el anillo hipnótico que va de ojo a ojo
Del
amor al amor del odio al odio
Del
hombre a la mujer del planeta a la planeta?
¿Has
visto en el cielo desierto
La
paloma amenazada por los años
Con
los ojos llenos de recuerdos
Con
el pecho lleno de silencio
Más
triste que el mar después de un naufragio?
Detrás
del águila postrera cantaba el cantador
Tenía
un anillo en el corazón
Y
se sentó en la tierra de su esfuerzo
Frente
al volcán desafiado por una flor
El
atleta quisiera ser un faro
Para
tener barcos que lo miren
Para
hacerlos dormir para dormirse
Y
arrullar al cielo como un árbol
El
atleta
Tiene
un anillo en la garganta
Y
así se pasa el tiempo
Quieto
quieto
Porque
le están creciendo anémonas en el cerebro
Contempla
al huérfano que se paró en su edad
Por
culpa de los ríos que llevan poca agua
Por
culpa de las montañas que no bajan
Crece
crece dice el violoncelo
Como
yo estoy creciendo
Como
está creciendo la idea del suicidio en la bella jardinera
Crece
pequeño zafiro más tierno que la angustia
En
los ojos del pájaro quemado
Creceré
creceré cuando crezca la ciudad
Cuando
los peces se hayan bebido todo el mar
Los
días pasados son caparazones de tortuga
Ahora
tengo barcos en la memoria
Y
los barcos se acercan día a día
Oigo
un ladrido de perro que da la vuelta al mundo
En
tres semanas
Y
se mueren llegando
El
corazón ha roto las amarras
A
causa de los vientos
Y
el niño está quedándose huérfano
Si
el paisaje se hiciera paloma
Antes
de la noche se lo comería el mar
Pero
el mar está preparando un naufragio
Y
tiene sus pensamientos por otros lados
Navio
navio
Tienes
la vida corta de un abanico
Aquí
nos reímos de todo eso
Aquí
en el lejos lejos
La
montaña embrujada por un ruiseñor
Sigue
la miel del oso envenenado
Pobre
oso de piel de oso envenenado por la noche boreal
Huye
que huye de la muerte
De
la muerte sentada al borde del mar
La
montaña y el montano
Con
su luno y con su luna
La
flor florecida y el flor floreciendo
Una
flor que llaman girasol
Y
un sol que se llama giraflor
El
pájaro puede olvidar que es pájaro
A
causa del cometa que no viene
Por
miedo al invierno o a un atentado
El
cometa que debía nacer de un telescopio y una hortensia
Que
se creyó mirar y era mirado
Un
aviador se mata sobre el concierto único
Y
el ángel que se baña en algún piano
Se
vuelve otra vez envuelto en sones
Buscando
el receptor en los picachos
Donde
brotan las palabras y los ríos
Los
lobos hacen milagros
En
las huellas de la noche
Cuando
el pájaro incógnito se nubla
Y
pastan las ovejas al otro lado de la luna
Sí
es un recuerdo de música
Nadie
puede impedir que el circo se agrande en el silencio
Ni
las campanas de los astros muertos
Ni
la serpiente que se nutre de colores
Ni
el pianista que está saliendo de la tierra
Ni
el misionero que olvidó su nombre
Si
el camino se sienta a descansar
O
se remoja en el otoño de las constelaciones
Nadie
impedirá que un alfiler se clave en la eternidad
Ni
la mujer espolvoreada de mariposas
Ni
el huérfano amaestrado por una tulipa
Ni
la cebra que trota alrededor de un valse
Ni
el guardián de la suerte
El
cielo tiene miedo de la noche
Cuando
el mar hace dormir los barcos
Cuando
la muerte se nutre en los rincones
Y
la voz del silencio se llena de vampiros
Entonces
alumbramos un fuego bajo el oráculo
Para
aplacar la suerte
Y
alimentamos los milagros de la soledad
Con
nuestra propia carne
Entonces
en el cementerio sellado
Y
hermoso como un eclipse
La
rosa rompe sus lazos y florece al reverso de la muerte
Noche
de viejos terrores de noche
¿En
dónde está la gruta polar nutrida de milagros?
¿En
dónde está el mirage delirante
De
los ojos de arco-iris y de la nebulosa?
Se
abre la tumba y al fondo se ve el mar
El
aliento se corta y el vértigo suspenso
Hincha
las sienes se derrumba en las venas
Abre
los ojos más grandes que el espacio que cabe en ellos
Y
un grito se cicatriza en el vacío enfermo
Se
abre la tumba y al fondo se ve un rebaño perdido en la montaña
La
pastora con su capa de viento al lado de la noche
Cuenta
las pisadas de Dios en el espacio
Y
se canta a sí misma
Se
abre la tumba y al fondo se ve un desfile de témpanos de hielo
Que
brillan bajo los reflectores de la tormenta
Y
pasan en silencio a la deriva
Solemne
procesión de témpanos
Con
hachones de luz dentro del cuerpo
Se
abre la tumba y al fondo se ve el otoño y el invierno
Baja
lento lento un cielo de amatista
Se
abre la tumba y al fondo se ve una enorme herida
Que
se agranda en lo profundo de lá tierra
Con
un ruido de verano y primaveras
Se
abre la tumba y al fondo se ve una selva de hadas que
se
fecundan
Cada
árbol termina en un pájaro extasiado
Y
todo queda adentro de la elipse cerrada de sus cantos
Por
esos lados debe hallarse el nido de las lágrimas
Que
ruedan por el cielo y cruzan el zodíaco
De
signo en signo
Se
abre la tumba y al fondo se ve la hirviente nebulosa que se apaga y se alumbra
Un
aerolito pasa sin responder a nadie
Danzan
luminarias en el cadalso ilimitado
En
donde las cabezas sangrientas de los astros
Dejan
un halo que crece eternamente
Se
abre la tumba y salta una ola
La
sombra del universo se salpica
Y
todo lo que vive en la sombra o en la orilla
Se
abre la tumba y sale un sollozo de planetas
Hay
mástiles tronchados y remolinos de naufragios
Doblan
las campanas de todas las estrellas
Silba
el huracán perseguido a través del infinito
Sobre
los ríos desbordados
Se
abre la tumba y salta un ramo de flores cargadas de cilicios
Crece
la hoguera impenetrable y un olor de pasión invade el orbe
El
sol tantea el último rincón donde se esconde
Y
nace la selva mágica
Se
abre la tumba y al fondo se ve el mar
Sube
un canto de mil barcos que se van
En
tanto un tropel de peces
Se
petrifica lentamente
Cuánto
tiempo ese dedo de silencio
Dominando
el insomnio interminable
Que
reina en las esferas
Es
hora de dormir en todas partes
El
sueño saca al hombre de la tierra
Festejamos
el amanecer con las ventanas
Festejamos
el amanecer con los sombreros
Se
vuela el terror del cielo
Los
cerros se lanzan pájaros a la cara
Amanecer
con esperanza de aeroplanos
Bajo
la bóveda que cuela la luz desde tantos siglos
Amor
y paciencia de columna central
Nos
frotamos las manos y reímos
Nos
lavamos los ojos y jugamos
El horizonte es un rinoceronte
El mar un azar
El cielo un pañuelo
La llaga una plaga
Un
horizonte jugando a todo mar se sonaba con el cielo después de las siete plagas
de Egipto
El
rinoceronte navega sobre el azar como el cometa en su pañuelo lleno de plagas
Razón
del día no es razón de noche
Y
cada tiempo tiene insinuación distinta
Los
vegetales salen a comer al borde
Las
olas tienden las manos
Para
coger un pájaro
Todo
es variable en el mirar sencillo
Y
en los subterráneos de la vida
Tal
vez sea lo mismo
La
herida de luna de la pobre loca
La
pobre loca de la luna herida
Tenía
luz en la celeste boca
Boca
celeste que luz tenía
El
mar de flor para esperanza ciega
Ciega
esperanza para flor de mar
Cantar
para el ruiseñor que al cielo pega
Pega
el cielo al ruiseñor para cantar
Jugamos
fuera del tiempo
Y
juega con nosotros el molino de viento
Molino
de viento
Molino
de aliento
Molino
de cuento
Molino
de intento
Molino
de aumento
Molino
de ungüento
Molino
de sustento
Molino
de tormento
Molino
de salvamento
Molino
de advenimiento
Molino
de tejimiento
Molino
de rugimiento
Molino
de tañimiento
Molino
de afletamiento
Molino
de agolpamiento
Molino
de alargamiento
Molino
de alejamiento
Molino
de amasamiento
Molino
de engendramiento
Molino
de ensoñamiento
Molino
de ensalzamiento
Molino
de enterramiento
Molino
de maduramiento
Molino
de malogramiento
Molino
de maldecimiento
Molino
de sacudimiento
Molino
de revelamiento
Molino
de oscurecimiento
Molino
de enajenamiento
Molino
de enamoramiento
Molino
de encabezamiento
Molino
de encastillamiento
Molino
de aparecimiento
Molino
de despojamiento
Molino
de atesoramiento
Molino
de enloquecimiento
Molino
de ensortijamiento
Molino
de envenenamiento
Molino
de acontecimiento
Molino
de descuartizamiento
Molino
del portento
Molino
del lamento
Molino
del momento
Molino
del firmamento
Molino
del sentimiento
Molino
del juramento
Molino
del ardimiento
Molino
del crecimiento
Molino
del nutrimiento
Molino
del conocimiento
Molino
del descendimiento
Molino
del desollamiento
Molino
del elevamiento
Molino
del endiosamiento
Molino
del alumbramiento
Molino
del deliramiento
Molino
del aburrimiento
Molino
del engreimiento
Molino
del escalamiento
Molino
del descubrimiento
Molino
del escurrimiento
Molino
del remordimiento
Molino
del redoblamiento
Molino
del atronamiento
Molino
del aturdimiento
Molino
del despeñamiento
Molino
del quebrantamiento
Molino
del envejecimiento
Molino
del aceleramiento
Molino
del encarnizamiento
Molino
del anonadamiento
Molino
del arrepentimiento
Molino
del encanecimiento
Molino
del despedazamiento
Molino
del descorazonamiento
Molino
en fragmento
Molino
en detrimento
Molino
en giramiento
Molino
en gruñimiento
Molino
en sacramento
Molino
en pensamiento
Molino
en pulsamiento
Molino
en pudrimiento
Molino
en nacimiento
Molino
en apiñamiento
Molino
en apagamiento
Molino
en decaimiento
Molino
en derretimiento
Molino
en desvalimento
Molino
en marchitamiento
Molino
en enfadamiento
Molino
en encantamiento
Molino
en transformamiento
Molino
en asolamiento
Molino
en concebimiento
Molino
en derribamiento
Molino
en imaginamiento
Molino
en desamparamiento
Molino
con talento
Molino
con acento
Molino
con sufrimiento
Molino
con temperamento
Molino
con fascinamiento
Molino
con hormigamiento
Molino
con retorcimiento
Molino
con resentimiento
Molino
con refregamiento
Molino
con recogimiento
Molino
con razonamiento
Molino
con quebrantamiento
Molino
con prolongamiento
Molino
con presentimiento
Molino
con padecimiento
Molino
con amordazamiento
Molino
con enronquecimiento
Molino
con alucinamiento
Molino
con atolondramiento
Molino
con desfallecimiento
Molino
para aposento
Molino
para convento
Molino
para ungimiento
Molino
para alojamiento
Molino
para cargamento
Molino
para subimento
Molino
para flotamiento
Molino
para enfriamiento
Molino
para embrujamiento
Molino
para acogimiento
Molino
para apostamiento
Molino
para arrobamiento
Molino
para escapamiento
Molino
para escondimiento
Molino
para estrellamiento
Molino
para exaltamiento
Molino
para guarecimiento
Molino
para levantamiento
Molino
para machucamiento
Molino
para renovamiento
Molino
para desplazamiento
Molino
para anticipamiento
Molino
para amonedamiento
Molino
para profetizamiento
Molino
para descoyuntamiento
Molino
como ornamento
Molino
como elemento
Molino
como armamento
Molino
como instrumento
Molino
como monumento
Molino
como palpamiento
Molino
como descubrimiento
Molino
como anunciamiento
Molino
como medicamento
Molino
como desvelamiento
Molino
a sotavento
Molino
a barlovento
Molino
a ligamento
Molino
a lanzamiento
Molino
a mordimiento
Molino
a movimiento
Molino
que invento
Molino
que ahuyento
Molino
que oriento
Molino
que caliento
Molino
que presiento
Molino
que apaciento
Molino
que transparentó
Molino
lento
Molino
cruento
Molino
atento
Molino
hambriento
Molino
sediento
Molino
sangriento
Molino
jumento
Molino
violento
Molino
contento
Molino
opulento
Molino
friolento
Molino
avariento
Molino
corpulento
Molino
achaquiento
Molino
granujiento
Molino
ceniciento
Molino
polvoriento
Molino
cazcarriento
Molino
gargajiento
Molino
sudoriento
Molino
macilento
Molino
soñoliento
Molino
turbulento
Molino
truculento
Así
eres molino de viento
Molino
de asiento
Molino
de asiento del viento
Que
teje las noches y las mañanas
Que
hila las nieblas de ultratumba
Molino
de aspavientos y del viento en aspas
El
paisaje se llena de tus locuras
Y
el trigo viene ya
De
la tierra al cielo
Del
cielo al mar
Los
trigos de las olas amarillas
Donde
el viento se revuelca
Buscando
la cosquilla de las espigas
Escucha
Pasa
el palpador en eléctricas corrientes
El
tiento norte despeina tus cabellos
Hurra
molino moledor
Molino
volador
Molino
charlador
Molino
cantador
Cuando
el cielo trae de la mano una tempestad
Hurra
molino girando en la memoria
Molino
que hipnotiza las palomas viajeras
Habla
habla molino de cuento
Cuando
el viento narra tu leyenda etérea
Sangra
sangra molino del descendimiento Con tu gran
recuerdo
pegado a los ocasos del mundo
Y
los brazos de tu cruz fatigados por el huracán
Así
reímos y cantamos en esta hora
Porque
el molino ha creado el imperio de su luz escogida
Y
es necesario que lo sepa
Es
necesario que alguien se lo diga
Sol
tú que naciste en mi ojo derecho
Y
moriste en mi ojo izquierdo
No
creas en los vaticinios del zodíaco
Ni
en los ladridos de las tumbas
Las
tumbas tienen maleficios de luna
Y
no saben lo que hablan
Yo
te lo digo porque mi sombrero está cansado de
recorrer
el mundo
Y
tengo una experiencia de mariposa milenaria
Profetiza
profetiza
Molino
de las constelaciones
Mientras
bailamos sobre el azar de la risa
Ahora
que la grúa que nos trae el día
Volcó
la noche fuera de la tierra
Empiece
ya
La
farandolina en la lejantaña de la montanía
El
horimento bajo el firmazonte
Se
embarca en la luna
Para
dar la vuelta al mundo
Empiece
ya
La
faranmandó mandó lina
Con
su musiquí con su músicá
La
carabantantina
La
carabantantú
La
farandosilina
La
Farandú
La
Carabantantá
La
Carabantantí
La
farandosilá La faransí
Ríe
ríe antes que venga la fatiga
En
su carro nebuloso de días
Y
los años y los siglos
Se
amontonen en el vacío
Y
todo sea oscuro en el ojo del cielo
La
cascada que cabellera sobre la noche
Mientras
la noche se cama a descansar
Con
su luna que almohada al cielo
Yo
ojo el paisaje cansado
Que
se ruta hacia el horizonte
A
la sombra de un árbol naufragando
Y
he aquí que ahora me diluyo en múltiples cosas
Soy
luciérnaga y voy iluminando las ramas de la selva
Sin
embargo cuando vuelo guardo mi modo de andar
Y
no sólo soy luciérnaga
Sino
también el aire en que vuela
La
luna me atraviesa de parte a parte
Dos
pájaros se pierden en mi pecho
Sin
poderlo remediar.
Y
luego soy árbol
Y
en cuanto a árbol conservo mis modos de luciérnaga
Y
mis modos de cielo
Y
mi andar de hombre mi triste andar
Ahora
soy rosal y hablo con lenguaje de rosal
Y
digo
Sal
rosa rorosalía
Sal
rosa al día
Salía
al sol rosa sario
Fueguisa
mía sonrodería rososoro oro
Ando
pequeño volcán del día
Y
tengo miedo del volcán
Mas
el volcán responde
Prófugo
rueda al fondo donde ronco
Soy
rosa de trueno y sueno mis carrasperas
Estoy
preso y arrastro mis propios grillos
Los
astros que trago crugen en mis entrañas
Proa
a la borrasca en procesión procreadora
Proclamo
mis proezas bramadoras
Y
mis bronquios respiran en la tierra profunda
Bajo
los mares y las montañas.
Y
luego soy pájaro
Y
me disputo el día en gorgeos
El
día que me cruza la garganta
Ahora
solamente digo
Callaos
que voy a cantar
Soy
el único cantor de este siglo
Mío
mío es todo el infinito
Mis
mentiras huelen a cielo
Y
nada más
Y
ahora soy mar
Pero
guardo algo de mis modos de volcán
De
mis modos de árbol de mis modos de luciérnaga
De
mis modos de pájaro de hombre y de rosal
Y
hablo como mar y digo
De
la firmeza hasta el horicielo
Soy
todo móntalas en la azulaya
Bailo
en las volaguas con espurinas
Una
cordela tras de la otra
Ondola
en olañas mi rugazuelo
Las
verdondilas bajo la luna del selviflujo
Van
en montonda hasta el infidondo
Y
cuando bramuran los hurafones
Y
la ondaja lanza a las playas sus laziolas
Hay
un naufundo que grita pidiendo auxilio
Yo
me hago el sordo
Miro
las butraceas lentas sobre mis tornadelas
La
subaterna con sus brajidos
Las
escalolas de la montasca Las escalolas de la desonda
Que
no descansan hasta que roen el borde de los altielos
Hasta
que llegan al abifunda
En
tanto el pirata canta
Y
yo lo escucho vestido de verdiul
La lona en el mar riela
En la luna gime el viento
Y alza en blanco crugimiento
Alas de olas en mi azul
El
mar se abrirá para dejar salir los primeros náufragos
Que
cumplieron su castigo
Después
de tantos siglos y más siglos
Andarán
por la tierra con miradas de vidrio
Escalarán
los montes de sus frases proféticas
Y
se convertirán en constelaciones
Entonces
aparecerá un volcán en medio de las olas
Y
dirá yo soy el rey
Traedme
el harmonio de las nebulosas
Y
sabed que las islas son las coronas de mi cabeza
Y
las olas mi único tesoro
Yo
soy el rey
El
rey canta a la reina
El
cielo canta a la ciela
El
luz canta a la luz
La
luz que busca el ojo hasta que lo encuentra.
Canta
el cielo en su lengua astronómica
Y
la luz en su idioma magnético
Mientras
el mar lame los pies de la reina
Que
se peina eternamente
Yo
soy el rey
Y
os digo que el planeta que atravesó la noche
No
se reconoce al salir por el otro lado
Y
mucho menos al entrar en el día
Pues
ni siquiera recuerda cómo se llamaba
Ni
quiénes eran sus padres
Dime
¿eres hijo de Martín Pescador
O
eres nieto de una cigüeña tartamuda
O
de aquella jirafa que vi en medio del desierto
Pastando
ensimismada las yerbas de la luna
O
eres hijo del ahorcado que tenía ojos de pirámide?
Algún
día lo sabremos
Y
morirás sin tu secreto
Y
de tu tumba saldrá un arco-iris como un tranvía
Del
arco-iris saldrá una pareja haciendo el amor
Del
amor saldrá una selva errante
De
la selva saldrá una flecha
De
la flecha saldrá una liebre huyendo por los campos
De
la liebre saldrá una cinta que irá señalando su camino
De
la cinta saldrá un río y una catarata que salvará a la liebre de sus
perseguidores
Hasta
que la liebre empiece a trepar por una mirada
Y
se esconda al fondo del ojo
Yo
soy el rey
Los
ahogados florecen cuando yo lo mando
Atad
el arco-iris al pirata
Atad
el viento a los cabellos de la bruja
Yo
soy el rey
Y
trazaré tu horóscopo como un plan de batalla
Oyendo
esto el arco-iris se alejaba
A dónde vas arco-iris
No
sabes que hay asesinos en todos los caminos?
El
iris encadenado en la columna montante
Columna
de mercurio en fiesta para nosotros
Tres
mil doscientos metros de infra-rojo
Un
extremo se apoya en mi pie y el otro en la llaga de Cristo
Los
domingos del arco-iris para el arcángel
¿En
dónde está el arquero de los meteoros?
El
arquero arcaico
Bajo
la arcada eterna el arquero del arcano con su
violín
violeta con su violín violáceo con su violín violado
Arco-iris
arco de las cejas en mi cielo arqueológico
Bajo
el área del arco se esconde el arca de tesoros preciosos
Y
la flor montada como un reloj
Con
el engranaje perfecto de sus pétalos
Ahora
que un caballo empieza a subir galopando por el arco-iris
Ahora
la mirada descarga los ojos demasiado llenos
En
el instante en que huyen los ocasos a través de las llanuras
El
cielo está esperando un aeroplano
Y
yo oigo la risa de los muertos debajo de la tierra
CANTO VI
Alhaja
apoteosis y molusco
Anudado
noche
nudo
El
corazón
Esa
entonces dirección
nudo temblando
Flexible
corazón la apoteosis
Un
dos tres
cuatro
lágrima
mi lámpara
y molusco
El
pecho al melodioso
Anudado
la joya
Conque
temblando angustia
Normal
tedio
Sería pasión
Muerte el violoncelo
Una
bujía el ojo
Otro otra
Cristal
si cristal era
Cristaleza
Magnetismo
Sabéis la seda
Viento
flor
lento nube lento
Seda
cristal lento seda
El
magnetismo
seda aliento cristal seda
Así
viajando en postura de ondulación
Cristal
nube
Molusco
sí por violoncelo y joya
Muerte
de joya y violoncelo
Así
sed por hambre o hambre y sed
Y
nube y joya
Lento
nube
Ala ola ole ala Aladino
El
ladino Aladino Ah ladino dino la
Cristal
nube
Adonde
en dónde
Lento
lenta
ala ola
Ola
ola el ladino si ladino
Pide
ojos
Tengo nácar
En
la seda cristal nube
Cristal
ojos
y perfumes
Bella
tienda
Cristal
nube
muerte joya o en ceniza
Porque
eterno porque eterna
lento lenta
Al
azar del cristal ojos
Gracia
tanta
y entre mares
Miramares
Nombres
daba
por los ojos hojas mago
Alto
alto
Y
el clarín de la Babel
Pida
nácar
tenga muerte
Una
dos y cuatro muerte
Para
el ojo y entre mares
Para
el barco en los perfumes
Por
la joya al infinito
Vestir
cielo sin desmayo
Se
deshoja tan prodigio
El
cristal ojo
Y
la visita
flor y rama
Al
gloria trino
apoteosis
Va
viajando Nudo Noche
Me
daría
cristaleras
tanto azar
y noche y noche
Que
tenía la borrasca
Noche
y noche
Apoteosis
Que
tenía cristal ojo cristal seda cristal nube
La
escultura seda o noche
Lluvia
Lana flor por ojo
Flor por nube
Flor por noche
Señor
horizonte viene viene
Puerta
Iluminando
negro
Puerta
hacia idas estatutarias
Estatuas
de aquella ternura
A
dónde va
De
dónde viene
el paisaje viento seda
El
paisaje
señor verde
Quién
diría
Que
se iba
Quién
diría cristal noche
Tanta
tarde
Tanto
cielo que levanta
Señor
cielo
cristal cielo
Y
las llamas
y en mi reino
Ancla
noche apoteosis
Anudado
la tormenta
Ancla
cielo
sus raíces
El
destino tanto azar
Se
desliza deslizaba Apagándose pradera
Por
quien sueña
Lunancero
cristal luna
En
que sueña
En
que reino
de sus hierros
Ancla
mía golondrina
sus
resortes en el mar
Angel
mío
tan obscuro
tan color
Tan
estatua y tan aliento
Tierra
y mano
La
marina tan armada
Armaduras
los cabellos
Ojos
templo
y el mendigo
Estallado
corazón
Montanario
Campañoso
Suenan perlas
Llaman
perlas
El
honor de los adioses
Cristal nube
El
rumor y la lazada
Nadadora
Cristal noche
La
medusa irreparable
Dirá
espectro
Cristal seda
Olvidando
la serpiente
Olvidando
sus dos piernas
Sus
dos ojos
Sus
dos manos
Sus
orejas
Aeronauta
en mi terror
Viento
aparte
Mandodrina
y golonlina
Mandolera
y ventolina
Enterradas
Las
campanas
Enterrados
los olvidos
En
su oreja
viento norte
Cristal
mío
Baño
eterno
el nudo noche
El
gloria trino
sin desmayo
Al
tan prodigio
Con
su estatua
Noche
y rama
Cristal sueño
Cristal viaje
Flor
y noche
Con
su estatua
Cristal muerte
CANTO VII
Ai
aia aia
ia
ia ia aia ui
Tralalí
Lali
lalá
Aruaru
urulario
Lalila
Rimbibolam
lam lam
Uiaya
zollonario
lalila
Monlutrella
monluztrella
lalolú
Montresol
y mandotrina
Ai
ai
Montesur en lasurido
Montesol
Lusponsedo
solinario
Aururaro
ulisamento lalila
Ylarca
murllonia
Hormajauma
marijauda
Mitradente
Mitrapausa
Mitralonga
Matrisola
matriola
Olamina
olasica lalilá
Isonauta
Olandera
uruaro
La
ia campanuso compasedo
Tralalá
Ai
ai mareciente y eternauta
Redontella
tallerendo lucenario
la
ia
Laribamba
Larimbambamplanerella
Laribambamositerella
Leiramombaririlanla
lirilam
Ai
i a
Temporia
Ai
ai aia
Ululayu
lulayu
layu yu
Ululayu
ulayu
ayu yu
Lunatando
Sensorida
e infimento
Ululayo
ululamento
Plegasuena
Cantasorio
ululaciente
Oraneva
yu yu yo
Tempovio
Infilerò
e infinauta zurrosia
Jaurinario
ururayù
Montanendo
orarania
Arorasia
ululacente
Semperiva
ivarisa tarirá
Campanudio
lalalí
Auriciento auronida
Lalalí
Io ia
i
i i o
Ai a i ai a i i i i o ia
Guao excelente gracias
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