Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

Poemas de Nelson José Ponce González

  

Nelson José Ponce González (Venezuela, 1947)

POEMAS DE

Nelson José Ponce González

 

1

 

La soledad habita en tu silencio, o es el silencio quien habita tu soledad

O eres tú, que finges esa realidad que nadie entiende

La bulla anuncia la llegada de los versos, el poeta acicala el histrionismo

las campanas suenan de madrugada, huyen hacia la vida.

El pueblo vivo está muerto, nadie las escucha

La ansiedad camina por el centro de la calle

las siluetas oscuras se miran a la luz de la luna

Solos con la risa, y la tibia presencia de sí mismos

Siendo capaz de escuchar sus propios latidos

El tiempo escapa hacia su única distancia

cada noche logra deshojarse

cada tanto vuelve aparecer.

Mientras llueve la intemperie del ego

el pueblo se agita en las vivencias

se llena o se vacía

de su muerte cárnica.

No quiero que te quedes a contar pollitos

aquí

ya no crece la suerte

La tierra es estéril después que cayó la noche eterna

El cielo abovedado ya no pinta humanidad

El río ya no vuelve con las estrellas

El verbo dibuja una acuarela inamovible,

La muerte viaja en sus hilos de marionetas

dormita para combatir su única presencia

la única instancia

el ser la habita

de espalda a la vida.

Ese ser que llora sin lágrimas y duerme sin frio

esperando que el silencio lo despierte algún día.

 

2

 

 

De donde parten los buques, y hacia donde huyen las fuerzas

recuerdo cuando te encontré, ya eras parte de mí, habíamos sido nosotros.

No importa que no lo supiéramos, hoy lo supimos.

Si al llegar compraras un libro, o un asiento de nostalgia

la ruta es larga, de primavera

te lleva, porque desconoces la distancia

sí hay desorden o impaciencia.

Mientras la noche se cansa, te envuelve sin compañía

en esa memoria repetida

en lo que atrapas, lo que te quedó nuestro.

En esa luz sin camino

te ibas deshaciendo, huías sin explicación

era inevitable que escaparas de mis brazos

que perdieras el dialogo.

Ahora estas lejos de mí    ya no te escucho ni te veo

con el dolor de amar la vida, y no volver a encontrarnos.

La luna te miró con énfasis, sabía que te ibas

nosotros te seguimos, esperamos tu señal

el adiós llego con tu silencio.

El día inerte te niega, los recuerdos se borran,

la realidad es impecable, tus palabras sin fisuras

el tiempo, no se mueve, nosotros tampoco

el amanecer avanza en su sorpresa.

La realidad parece que flota

los ojos te piensan, la mente te mira

los pájaros se marchan sin mirar atrás,

nunca las veras volver, todos vuelan igual.

A nadie le importa si la soledad te comprende

o te vuelve la espalda.

Nadie vive lo mismo dos veces

El día es desigual

no se escucha el ruido de lo que piensas,

no estar allí contigo

no oír tus palabras.

Hoy todo tiene otro nombre

los surcos se abrieron y pudimos ver su desnudez

la semilla sembró la continuidad

los sucesos te recurren y no te has ido

seguimos mirando el ayer con ojos cansados

somos autómatas que anidan en espacios vacíos.

La piel herida ya no tiene cura, tiene hambre

el dolor sana su silencio, pero no sana ese vacío

el antifaz oscuro perdió tu rostro.

La sombra insolente busca su destino

pero no se despide

caminas descalza

pocos pasos, un rumbo quizás a una idea.

Como jugar a los dados sin tener

el destino conocido.

quisiéramos saber, si el coraje te acompaña

si los miedos huyeron de

esa calma temerosa difícil de encontrar.

Iras mirando de arriba a abajo

todo por descubrir.

Siempre fuiste valiente. Te bastaba una sonrisa

pero ni tú, tan entera, y tan completa

sabes, si te encontraras a ti misma

que extraño será sentirse ajeno

lo que el olvido debe perdonar, si ya no existe valor.

Para comprar un nuevo traje, o un premio,

con otro nombre

lista para volver, más dentro de mí y de ti

como siempre fuimos.

 

3

 

La poesía es una voz que habla por ti

en un tiempo literario

que tiene sentido

Crudamente humana

e infinita.

 

4

 

La poesía son gajos tiernos de tu conciencia, hilos que se desprenden de tus valores, y tejen una constante. Un sueño de realidad, una escucha común y armoniosa

 

Una Intensidad que intenta lustrar su opacidad.

 

5

 

Cada quien construye su seno interior

pensamos el mundo al revés

Su muro y su cruz

La realidad fuera de ti

no tiene origen

no te pertenece

no es reflexiva

Lo ajeno es acero que mata

es confusión.

 

6

 

Luchemos por una realidad que se parezca a la sensatez, por una herida que no deje cicatriz. Por un valor que se reconozca en las manos. Por un ánimo que no sea manipulado, Por una corteza que aguante las escrituras del tiempo, y deje una luz, una intención

llena de coraje, que deje un ejemplo

 

7

 

El amor es una encrucijada de sed, de vez en cuando sale a beber, y teme no encontrarla, y siente más sed, otras duermen en la esperanza, otras olvidan. Siempre es añoranza.

 

8

 

La realidad siempre vuelve de lo hecho, a lo por hacer, de la viva creencia a la duda contemplativa, La conciencia rasga la tela, y diseña un nuevo camino. Buscamos la raíz herida para sanarla, la autenticidad para vivirla, La fuerza individual para ponernos

a prueba. No imagines lo que no existe, y si lo haces sigue buscando. Ninguna conciencia es negada, todo permuta.

 

9

 

Ir y volver cada vez señalando una noche con otra, un lamento que repite, una luz raída por el miedo, una rendija, la última pausa con que miras ese destino viejo y conocido. Llamada que asoma, a una esperanza amarga, A un sol nuevo que solo retoña en la mente cansada. Vieja página que se devuelve, con un lápiz sin punta, una casa sin ventanas, ni puertas. Un ahogo que se hace costumbre. Una costumbre que llama. Hambre de ver los cielos abiertos, blancos, azules, inofensivos. Saludos poeta. Inventando una raíz que no crece, porque el ego ajeno no lo permite.

 

10

 

El cielo aparece como una concha de nácar

se ve poblado de olas, entre blancas y grises

ondeando banderas amigas

llamaradas de saludos

La luz muestra su infinito que se abre a la distancia

la mirada lanza una plomada y llega hasta el abismo

desde aquí se oye la caída

el verso confirma su silencio

La hermosa novedad no trae cinta de regalo

En vez de ir

la brisa llega y confirma

la vasta indisciplina del viento y su diatriba

La tarde trota a pelo tendido en la llanura abierta

El pálpito se adormece a orilla de las gramíneas

La soledad aprieta la cintura y se ciñe al sacrificio

no hay un arquitecto sin tanta belleza

La sed asoma y curte la piel del hombre

Suda la cabalgadura

la mirada va entregando la tarde con la noche

El anochecer siente su intimidad

el universo es su propio yo

en la sencillez de su mundo estrecho

la amplitud se derrama como una causa natural

Nadie discute de quién es el verano ni

yo mismo comprendo lo que siento hoy

La soledad charla con su otredad cotidiana

lo llama hermano, y le crea su coraje  

La verdad cruda te llega con la seguridad de que el Universo

se vence ante el padre

El día y la noche continúan

nada cambia

Y el cansancio nos agota

La sencillez de su vida se confunde con su propio sueño y

jamás divaga, a menos que le falte un pocillo de café o

la mula se enferme, cosa que la armonía no permite

La vida es tan propia como inerte, y tan llena de gozo

que nace desde el fondo del rio, o

De la cañada de un bosque, o viaja distancias mar adentro

Nadie pregunta por qué la imaginación es una sola

Cómo la ternura se anida y crece en las capas del desierto

Por qué los relámpagos cantan y las plantas y las piedras

celebran e identifican todos los silencios

Por qué la vida se funde en una sola supra conciencia

Hasta las piedras sienten y

todos los seres vivos entienden

Asumen ser una sola fuerza divina

una sola molécula, de la vida y la muerte.

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Libro: PANDORA. Todo está escodido en el baúl

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Pandora es un viaje a la oscuridad guardada en el pasado, donde el alma, como baúl, esconde los retratos de cada evento vivido. Un pasado tanto verdadero como imaginario, que se va revelando en cada una de sus páginas y textos. Es el encuentro con la memoria que a veces es guardada como reliquia en una caja y cuando se destapa salen de ella un sinfín de recuerdos atrapados y singularizados, porque son propios del autor quien sin miedo se atreve a compartir. Son como pequeñas franjas de sombras que se arrastran en las faldas de la niñez del autor, quien los va revelando uno a uno con un estilo propio, a veces trágico y en otras sarcástico. Es un libro escrito desde la defensa de la autonomía, porque en él se ofrecen verdades incómodas que se pierden en la memoria, por el simple hecho de olvidar por olvidar. Pero no, aquí se trata de recordar para olvidar y de dar paso a los sentimientos más genuinos y bondadosos del ser humano. Escrito con una poesía que tiende a ser conversacional y reflexiva, matiz que hace de Pandora un libro diferente y auténtico.