![]() |
Ramón Cote Baraibar (Colombia, 1963) |
Oración anticipada por la muerte del carbonero
Ramón Cote Baraibar
Parece que nunca llegará el día pero entonces, a sus pies, rodarán afilados fragmentos de carbón y un reducido grupo de pequeñas esquirlas se resistirá a abandonar el apretado reino de sus zapatos. Si buscan en sus bolsillos, si vuelven a buscar, encontrarán un puñado de diamantes renegados que caerán al suelo formando un hexaedro, una región exacta, iracunda y opaca, parecida al tono de su voz.
Nadie podrá borrar de su cara el color oscuro de su trabajo, añadido a su piel como una adopción natural. Nadie podrá explicar el tamaño de sus pulmones, hinchados como pechos de paloma. En la hora de su muerte, nadie podrá cerrar sus atónitos ojos de minero ambulante.
Que nadie se atreva a contar sus cejas de jabalí. Quien lave por vez primera su traje de sacerdote. Quien pase los dedos sobre la comarca de sus manos inmensas, quien salte a lo largo de su curtido cuerpo mineral, advertirá su confianza en la cremación, su total convicción en el poder de las cenizas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario