Sabiendo la orilla de tu silencio
el camino a tu rostro es un hombre sensato y mudo
perdido en el ruido.
Por ello, los demonios regresan y descubren una fibra de tierra al lado de tu oreja.
Ciervos en un claro de Albert Bierstadt (Alemania, 1830 - Nueva York, 1902) |
Claude Monet, La Grenouillère (1869) |
La mentira de Johan Lowie |
Doncellas con perritos de Antonino Leto (Italia, 1844 - 1913) Gilberto Aranguren Peraza Éramos tres, una estaba a salvo rum...