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Ida Vitale (Uruguay, 1923) |
Ida Vitale
Poemas de
SOLTAR EL MIRLO
Nothing will come of nothing, speake againe
King Lear, I, I
Ni cogeré las flores
ni temeré las fieras…
San Juan de la Cruz
SERIE DEL SINSONTE
[…] and if men no hear them men are old.
E.E. Cummings
1
Iridiscente en lo más alto de su canto
entre dos luces libre celebra, labra
un elíseo de música en un árbol,
el pájaro burlón, el sinsonte de marzo.
Por la noche sumó nuestros silencios,
los halló opacos, sin centella;
entonces, como un delfín del aire,
hace su prestidigitación de amanecida.
Va hacia arriba con dicha de ráfaga,
sólo afín a su vértigo propio,
pero regresa siempre a lo discreto,
al negro al blanco, al gris en que se esconde.
Pone su voz corona donde elige
cima para entregarse a calma o viento,
virazón de delicia en el desierto
del total desarraigo y desaliento.
Él delira sensato en su fragmento.
Tan perfecto este diálogo, este lento
juego de acompañarse y no entenderse
a solas cada uno con su sueño.
2
Canta eterno el sinsonte en el árbol
y es rocío que el sueño refresca,
ola que espuma la punta lejana,
irreversible Iguazú que imagino;
canta el pájaro y cruzamos el vado
¿no se escucha la losa, la túnica,
una risa que aplaza relojes,
un relato que rueda en los siglos?
Canta el pájaro aquí y entreabre
la cerrada, distante ventana
a un silencio que puede ser música
pero nunca sinsonte ¿Calandria?
3
El largo día es su escenario.
Preciso pasa, precipita cristales,
violas y flauta, triángulos y burla.
Anuncia, ruega, ofrece y nunca queda corto
y hace llover la deliciosa sombra
que al mediodía siempre se le olvida.
Apaga pálidas sirenas
para ofrecer Gato maltés azul
a los que nada ven y nada escuchan.
A los hastiados dice que soñemos,
en el espacio de nuestra ceguera,
otro lugar, otro tiempo pasado.
4
Dice el sinsonte a cada nota:
jilguero, petirrojo, clarín, mirlo
y para que no olvide aquel perfecto
blanco sobre lo blanco de la espuma,
hace un silencio donde vuela,
sol y sal solos, la gaviota.
SOLTAR EL MIRLO
Hablaremos, árboles claros,
después que el viento se haya ido.
*
Arde este tajamar de inundaciones graves.
El gamonal de arriba no lo impide.
*
Aun el árbol engaña.
Sólo la música dice un paraíso.
*
El fuego quemó sinuoso el campo.
Hoy su cicatriz es la lengua más verde.
*
Andar lo más posible sobre trébol.
Tropezar prueba la cercanía del cielo.
*
Leuda la luz sobre un caballo blanco.
Los tersos benteveos se dibujan cantando.
CAPITULACIONES
Firme en su fuego
fragua fábulas
el infierno.
*
Sagrado era el recinto
donde el rayo ha caído.
Sagrado el meteorito.
¿Sagrada, así, la víctima?
*
Cantar la seducción de lo ya muerto,
el paraíso luego envilecido
¿Cantar, entonces, cómplice,
acatando la cripta?
*
Celebrar este árbol,
avizorar el hueco
que va a suplirlo pronto.
*
Mirar el cielo puro.
En una historia de cielos absolutos,
saber que siempre ciegan.
*
Velar la nada,
velar como si nunca
veladuras, vejámenes.
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