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| Ciudad lagui de Xul Solar (Argentina, 1887 - 1963) |
Autor: Gilberto Aranguren Peraza
“Aquí escribo tu nombre para que vengan
a comérselo
los borrachos”
Gustavo
Pereira
¿Te acuerdas cuando paseábamos
cerca de los parques vestidos
de grandes aromas y fragancias
escandalosas
escondidas en los bolsos plástico?
Acuérdate de esta ciudad
ella guarda una cartera llena de
metano
con venas de cuero
y vientos de mayo
Las dudas se convirtieron en
buenas mujeres
saltaron en una supuesta
querencia
desbordada y sin permiso
tomaron la misma calle por donde escapan
los jóvenes
con sus migajas de sucesos
inesperados
ellos van río arriba y río abajo
escondiéndose en las selvas
en los túneles y en los puentes
cambiando los barros
por el mármol insufrible de la
incertidumbre.
Dejan de comer el pan nuestro de esta
tierra
no encontrarán en el mercado
el plátano maduro
ni los frijoles oscuros
se irán sin escribir tu nombre
aún temiendo al olvido
escapan con la audacia y el
ímpetu
aprendido.
Las calles de la ciudad con sus sombras
exterminadoras en los callejones
vacían los dolores de estos niños
huidizos
ya no comerán su cambur frente al
Guaire
preferirán las fresas mirando al
Danubio
o la cerveza frente a lo
masculino del Hudson
admirarán los cisnes en el Sena
y la Panamá Vieja con sus torres
y la nueva con el Canal
preferirán el desprecio de los hinchas
portugueses
al calor terrestre del estadio
todo le lucirá hermoso y les
parecerá
un cutis de monja.
No mirarán atrás
porque la noche nueva de Sidney
los deslumbró con sus fuegos
quisieron luces similares en su
patria
pero la tierra de sus padres
nunca elaboró la pólvora para
esas noches
se van y sacuden el polvo en el
anden
¡Ojalá les vaya bien!
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