Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

domingo, 27 de septiembre de 2015

El ascenso del hombre de almendros




Autor: Gilberto Aranguren Peraza




Un hombre de almendros
se sumerge
cuando cantan las hormigas
surge cual fantasma
de la montaña  
pacientemente
sube sin agua
no lo detiene el sudor
es sequía
yerta en sacrificio.

De súbito ve el cielo tan alto
por encima de los árboles
bordea el camino elevado
de proyectos
escucha música
descubre un río
firme y justo
detenido cuando lo oprimen.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Sabrás





Autor: Gilberto Aranguren Peraza

“Tú, que me lanzaste sobre la tierra y hacia la nada,
desde el círculo incendiado de tus experiencias”

Vicente Gerbasi
Mi padre, el inmigrante
Poema XXVIII
Sabrás de mí cuando llueva
de mi voz tejida en pánico
y de este sudor a bombas
con niños tendidos en el suelo.

Sabrás de esta tierra y sus sombras
marcadas con todas las forma de hogueras
en ellas se funden estos dolores
acobijados sin pudor al pie de la salamandra.

Sabrás de esta desnudez enfurecida  
de los presos navegando en sus ideas 
entre abiertas sus puertas mastican la hierba amarga
de abrazos, carne y vasos de agua.

Sabrás de la muerte en este llano
querrás castigar la ciega tristeza
con tu abandono en un rincón de la calle
a la espera del Lázaro de la montaña.

Llámame cuando amanezca
tal vez conversemos angustiados
de aquello de esto y de lo jamás
añadidos a estos años de silencio.

viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Cuándo vendrás a capturar el sencillo marco del poema?





Autor: Gilberto Aranguren Peraza

¿Cuándo vendrás a capturar el sencillo marco del poema?
¿A ver por el orificio la calamidad de estos años a oscuras?
No sabes el precio y el destino de los cuerpos.
Envíame las señales a eso de las dos de la tarde
antes del ocaso
ellas tienen menos años de lo aparentado
y esta aventura es un recodo de duelos.
Las palabras no resultan de los inventos.
Vaya arbitrariedad.
No se usan para olvidar
si no para las cotidianas costumbre de amar.
Terminan siendo lo anterior a este parto difícil de la escritura.
Porque el poeta es el menos parecido a la imagen del hombre
sencillamente puede charlar con Dios
y en su casa, se convierte en amuleto sagrado.
La vida queda por ser sólo un breve sueño
donde imaginamos desde una ventana al velero buscando puerto
ahí se oye el murmullo de los marineros olvidados por este infierno.
Pero la soledad
cuando abre la tierra canta sin detenerse
y surge el alegre motivo consolador de saber pisar
el mismo suelo por donde viaja el miedo
porque vivir en la tierra no calma las almas.

Inquietud

Verano

Pescadores en una tarde de verano de Michael Peter Ancher (Dinamarca, 1849 - 1927) Gilberto Aranguren Peraza  Verano   Nunca había sentido ...

Entradas Inquietantes

Poesía Inquietante

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza
En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

LIBRO ITINERARIO

Si deseas acceder a la compra del Libro ITINERARIO, ya sea en papel o en e-Pub puedes hacerlo haciendo uso del siguiente link:

Libro: Los ruidos de la Casa

Libro: Los ruidos de la Casa
La casa es un tejido de ruidos

Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”