Las fases de la luna de Paul Delvaux (Bélgica, 1897 - 1994) |
Gilberto Aranguren Peraza
En las horas de las noches del mes de marzo
Las horas de las noches del mes de marzo
se encargaban de prestarnos, a través
de un orificio en la pared, un rastro accidentado
de la luna
por ese hueco mirábamos el patio trasero
veíamos, envueltos en la fragancia de las violetas
a las luciérnagas iluminar nuestros ojos
las hojas de las matas del jardín se iluminaban
y el hocico del perro olfateaba los orificios
de la casa y nosotros nos asustábamos
pensando en la aparición de los muertos
Pero el limonero y con severa emoción el aguacate
se deshacían en una intermitente oscuridad
me empujabas porque querías ver
por aquel túnel de gusano universal
pero cuando veías, a través de él, solo oscuridad
llegaba hasta tus ojos
y escuchábamos una música acentuada
por un soplo de viento. Esas luchas nocturnas
se daban, la habitación se enfriaba
y las temperaturas
bajaban por debajo de los diez
cuando eran las once veíamos pasar
por el jardín un puñado de sombras
enamoradas de las trinitarias
y decidíamos sentarnos
a ver la Lucha Libre al lado
de un atol de maicena con polvo
de canela
Al terminar escuchábamos
"I´ll Never Fall In Love Again"
de Tom Jones
lo colocaban en la TV
en uno de los cuatro canales
me ponía a bailar en el centro de la sala
y los pañuelos saltaban desde cada rincón
mi madre empezaba a bañar a las calas
ellas danzaban con la firmeza musical
del chorro de agua. Sentían melancolía
y el pasto convertido en sabana perseguía
las horas de la noche acurrucada en
la guitarra de un buen amigo dormido.
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