FELIZ AÑO NUEVO 2020

A todas las amigas y amigos de ISLA INQUIETA, que durante todo este año me acompañaron y siguieron, mis mejores deseos de Fin de Año, en espera de que el próximo sea el año de nuestra máxima realización humana.

Y que en el año 2020 encontremos el espacio para 

Demostrar nuestro amor

Procurar lo bueno

Que el amor fraterno sea el verdadero cariño

Respetarnos mutuamente

Para ser diligentes

Ser ferverosos en el espíritu

Tener esperanza

Ser alegres

Ser pacientes en las pruebas

Orar sin cesar

Compartir con los más necesitados

Acoger con ternura a aquellos que abandonan sus hogares

Vivir con armonía con nuestros semejantes

Ser humildes

Para ser justos

Para vivir en Paz.

Es otra oportunidad para construir con nuestra gente un mundo de mayor felicidad.

Salud por el 2020, y Bienvenido sea.  

 

 

Olvidar

 

La playa del Olvido de Alberto Pancorbo (Soria, España 1956)

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

Un hombre sonríe observando este mundo 

oloroso a frutas 

mientras viaja en círculos

con su suave andar

deja en las aceras las llaves  

silenciosas de la noche.

Está hecho de olvidos e ironías 

el tiempo como palacio lo toma de la mano y entra

donde abundan los suyos  

en solitaria mirada traduce el vacío emigrante

convirtiéndose en intérprete  

corredor de las ventanas.

Y olvida el desamparo de sus ojos

cruza de brazos a la muerte

en tributo a las aguas sagradas

donde un día bautizó su ombligo

y a la fragilidad de un rostro hecho carretera.

Una lámpara en el secreto de sus recuerdos  

abre las puertas de los años perdidos en su memoria 

y sus labios de cristal

como virutas de arcilla

refugian sus tormentos

con bromas y disgustos     

dejado en la soledad de su locura.

FELIZ NAVIDAD 2019

Escuchemos atentos el llanto del niño en el pesebre, escuchemos el llanto febril y emocionado del nacimiento. Ha llegado el niño Dios. Ahí junto al humilde pesebre se percibe la humanidad del recién nacido, su primer hálito de entusiasmo por conocer el nuevo mundo. Escuchemos con alegría las nuevas buenas que nos trae el niño que viene a traernos la paz y la esperanza de una nueva vida. 

Oremos todos por aquellos que están lejos en esta noche eterna, que la distancia nos permita comprender la necesidad de experimentar la ansiada libertad. 

Bendito el que viene en nombre del Señor.

Feliz Navidad 2019 a todos mis seguidores y seguidoras, a los amigos de ISLA INQUIETA, a aquellos que de modo especial se han acercado a mí a través de este medio, mis cariños y buenos deseos. 

Nació El Redentor, nació, nació, 

en humilde cuna, nació, 

nació para dar al hombre la paz, la paz 

Paz y ventura, 

ventura y paz. 

¡Aleluya!

Yo quiero cantarte, graciosa María 

 Nació El Redentor, nació, nació, 

en humilde cuna, nació, nació 

para dar al hombre la paz, la paz 

Paz y ventura, ventura y paz 

 ¡Alaben a Dios en su santuario

alábenlo en el firmamento de su poder

Alábenlo por sus hechos portentosos, 

alábenlo por toda su grandeza!

En el cielo asoma, lumínica y pura la estrella saliente, brindando su albura 

¡Alábenlo con el fragor del cuerno, 

alábenlo con arpas y con cítaras,

alábenlo con danzas y tamboriles, 

alábenlo con mandolinas y flautas,

alábenlo con platillos sonoros,

alábenlo con platillos triunfales!

¡Alabe al Señor todo ser que respira!

Nació El Redentor, nació, nació, 

en humilde cuna, nació, 

nació para dar al hombre la paz, la paz 

Paz y ventura, 

ventura y paz.    

¡Aleluya!

Poema en la Ventana

 

París a través de la ventana de Marc Chagall (Biolorusia, 1887 - Francia, 1985)

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

Amanecen las flores colgadas en las vidrieras

sus abrigos cantan y se sosiegan

aumentan las marcas en sus rostros

y dejan extrañas a las memorias.

Un astro mira la ventana

los perros aúllan en secreto

y los gatos juegan

con el clamor angustiado de las aves recién nacidas.

Entonces escribo  

con las alas de un colibrí  

respiro y brindo por los aires repletos

me estaciono

con un vaso de ron con chocolate

traficando después de las diez

me despido 

de esta agonía acurrucada en las esquinas

y un adiós a los transeúntes.

Beso

 

Un largo beso de Leonid Afremov

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

Yacen en la alcoba la naturaleza y el tiempo

están anclados en el espacio roto por el diálogo

su dramática opresión hacen saltar a los sapos.

El murmullo de las luciérnagas

por debajo de las puertas

son breves palabras

arrimadas al viento agolpado

en esta casa de agua y fuego.

Nada, nada traes en tus manos.

Cómo cáscara de infierno

abrumados en pedazos

los labios

se despluman  

como aves después de un aguacero.