Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

domingo, 15 de mayo de 2022

Lucas 5, 37 - 39

 

 

El vaso de vino de Johannes Vermeer van Delft (Países Bajos, 1632 - 1675)

Lucas 5, 37 - 39

 

 

Para cuando la noche caiga

estaremos bebiendo, tal vez, el vino añejo

dejado en la mesa.

 

Recordaremos, a la luz de las velas

desgastadas,

moribundas

y olorosas a años,

los antiguos días cuando jóvenes éramos.

 

Aunque la vida sea un desastre

hablaremos del vino viejo y de su sabor, porque

solo la experiencia hace de los días

algo más fácil

 

y sin temor dormiremos asustados por

los truenos

e inventaremos una cascada de vino

y una calle repleta de panes para

amortiguar la eternidad del hambre 

 

Nada será guardado en los sacos

rotos de nuestras memorias. Nada

será entregado sin antes limpiar

cada una de las partículas del amanecer.

 

Nada será cargado a la vida de otros, porque

mientras esperamos las uvas añejarse, nuestras

células convertidas en dibujos de niños, serán

colocadas en la puerta de la nevera.

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domingo, 8 de mayo de 2022

Poema de Debajo de las sabanas

 

 

La mujer durmiente de Pierre-Auguste Renoir (Francia, 1841 - 1919)

 Autor; Gilberto Aranguren Peraza

 

3

 

 

Hoy el ombligo se asoma

para pensar en él. Está de moda

pasearlo

por las plazas alumbradas. Es un halo

de luna marcado

un sinónimo del origen

una idea de la individualidad.

 

Ya habrán madres rezando

por no dejar colgados

a los ombligos.

 

Hoy día es uno de los lugares virtuosos

del cuerpo al igual

a los muslos

a las nalgas

a los pechos.

 

Es una antena con el más allá.

 

Es el signo.

Son los significados.

El agujero por donde nos conectamos,

sin duda alguna,

con nuestros ancestros.    

 

copyrigth©gilbertoarangurenperaza

domingo, 1 de mayo de 2022

La sombra

 

La sombra 

 

Las  hojas muertas de Remedio Varo (España, 1908 - México, 1963)

Autor: Gilberto Aranguren Peraza 

 

 

 

Vivimos mucho tiempo

esperanzados en perder

algún día

 

su sombra extraviada

 

en los bolsillos

entraba con sigilo

como espía

.

Carecía de memoria y

de afecto:

solo eso,

sin ojos

y sin rostro definido.

 

Quien haya vivido del modo

cómo ella lo hizo

convierte su sombra 

en el lado oscuro de los demás.

 

Cuando caminábamos huía

detrás de nosotros y perseguía cada

centímetro del camino

con huellas marcadas.

 

De alguna manera me salvé

pero ellos no

 

debieron aguantar por siempre

el peso de su ley y de su soberbia.

 

copyrigth©gilbertoarangurenperaza

domingo, 17 de abril de 2022

Montado en el autobús

 

 

Autobús de broadway de Richard Estes (USA, 1932)

Montado en el autobús

de: Gilberto Aranguren Peraza 

 

 

 

Ahora, casi etéreo. Cruzo el campo

con el río desbordado, un hombre

con un cargamento en el hombro. Un

campanario en ruinas. Allá, 

la calle

de un pueblo deshabitado.

 

Sólo hay almas perdidas. Las ventanas abiertas

anuncian un siglo esperanzador. Al final

una fogata.

 

En las aceras sentados, guardan

silencio cientos de años absortos. Hablan poco

y me miran desde abajo.

 

Desde el autobús los acaricio

solo con miradas. El más anciano

enciende un fósforo y con ello arde

la tarde

consumiéndose en la brevedad.

 

El autobús continúa su rumbo

y yo en él 

sin destino

a quien denunciar.

 

A lo lejos veo solamente un punto.

Para allá van todas las almas:

 

al rincón de los olvidados.

 

copyrigth©gilbertoarangurenperaza

 

sábado, 9 de abril de 2022

Lucas 7, 36 - 50

 

 

Cristo con el Fariseo. Iglesia del Salvador, San Petersburgo

 Lucas 7, 36 - 50

 

Me invitaste a cenar aquella

tarde

donde solo había juicios

y comida.

 

Sin querer albergábamos los recuerdos del pasado.

 

Las añoranzas: sentadas junto a nosotros, besaban

las palmas de mi mano

y con ternura abrazaban

cada rincón de este cuerpo.

 

Cenábamos tú, ella y yo

con sus cabellos rozando mi cara,

 

era un día aciago

turbio

oscuro

sacado de un libro de sombras

 

daba vueltas y vueltas

como remolino en medio de un océano.

 

Y ahí sentados

éramos los tres:

tú, ella y yo.  

 

copyrigth©gilbertoarangurenperaza

 

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En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

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Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”