En el balneario dos niños juegan intranquilos

 

Niños en la playa.Vicente Giner Valls

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

En el balneario dos niños juegan intranquilos. Uno le dice al otro:

- ¡Juguemos a que somos caballitos de mar! 

El otro responde

- ¡Qué bien, me gusta! ¿Pero cómo hacemos para enrollar la cola?

Eso explica porque la mente es una operación de múltiples sistemas.

Mientras en casa dos jóvenes hablan de cómo hacer maldad

Al final uno de ellos señala de improvisto: 

- ¡Yo no puedo! ¡Yo carezco de maldad!

El futuro

Viento - Tierra por Joan Miquel Viadé

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

Con tres monedas jugamos al azar

buscando respuestas en textos indescifrables.

El futuro: una oportunidad perdida aún sabiendo de él.

Nada de lo dicho puede ser cierto.

Nada está hecho.

Ojalá pudiera mantener este silencio de muchos años

 

Safet Zec. "El abrazo"

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

 

Ojalá pudiera mantener este silencio de muchos años

aquí

a la orilla de esta sombra.

Ojalá pudiera arrancar de esta vida

la pequeña muestra de esta realidad inconfundible

llena de novias y diosas calmadas

con la sed de la noche.

Subimos acompañados en mitad de la oscuridad

alcanzamos agotados el carnaval

de hombres y mujeres estigmatizados de tanto amar.

No mires mi dedo

ve bien hacia dónde él dirige su punta.

Ojalá pudiera sostener esta calma

MALANGATANA VALENTE NGWENYA (1936-2011) / LA PINTURA DEL DESTINO

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

Ojalá pudiera sostener esta calma

mientras caminamos rumbo

cada quien a su destino

tomados de la mano por este sendero.

No somos suelo,

menos polvo dejado por los autos

cuando cruzan estas calles de angustias.

Somos compañeros de gesta,

inmortales con estos días pequeños y agrestes.

Somos una especie de especie cargados

de vastos alimentos y hombres orgullosos 

de haber corrido tanto para no llegar a ningún lado.

Siempre estamos cerca de los niños dormidos en las

                                                                                     alfombras

esperando el regreso impasible del padre,

dado a la fuga por un puñado de amor.

Somos productos de los gemidos

de los gritos de parto,

de las risas pequeñas

y de aquellas células inventadas en un mes de enero.

De igual forma los delincuentes y las putas

los maricones de abril,

todos nacemos con el mismo argumento

¿Por qué lo dejamos atrás?  

Trataré con delicadeza tu sonrisa

Gotas de Lluvis de Elizabeth Patterson

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

 

Trataré con delicadeza tu sonrisa

como hierba enredada en mi cabello.

Igual al niño adjunto al regazo de la madre.

Tan suave a la barba caída

del viejo adulador de sus años.

Se viste de color el día cuando apareces entre la grama

y la lluvia de la mañana

con el poco olor de los hombres

y el llorar austero de los perros.

Venimos de esa noche profunda trastornada de suaves silencios.