Autor: Gilberto Aranguren Peraza
Ojalá
pudiera mantener este silencio de muchos años
aquí
a la
orilla de esta sombra.
Ojalá
pudiera arrancar de esta vida
la
pequeña muestra de esta realidad inconfundible
llena de
novias y diosas calmadas
con la
sed de la noche.
Subimos
acompañados en mitad de la oscuridad
alcanzamos
agotados el carnaval
de
hombres y mujeres estigmatizados de tanto amar.
No mires
mi dedo
ve bien
hacia dónde él dirige su punta.
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