Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

domingo, 7 de febrero de 2016

Un nuevo amanecer en pleno aguacero



 

Pintura al óleo de Leonid Afremov (Bielorusia, 1955)


Autor: Gilberto Aranguren Peraza



Mayor castigo: convertirnos
en prisioneros de la eternidad.
Quitarle el hambre al tiempo
mover con un gesto
la manivela de los días

la distancia entre este jueves y el otro
son horas plenas
calladas y sedientas.

Fuimos un día al refugio angosto
movidos por grandes masas
de células y abismos.
Era el callejón de la intemperie
donde dejamos de ser vírgenes
y nos convertimos en seres de este mundo.

En las calles estacionadas por el calor  
de este franja deambulan sin conocerse,
juntos y sin tocarse:
Quien por venganza arrojó sus hijos al Guaire,
dada la falta de amor de su mujer.
El médico embustero.
El abogado amenazador de padres de la escuela.
El estudiante consumidor.
La niña creadora de fantasías. 
Sus compañeros del cuarto grado.
El sacerdote, quien habla de reinos sin ser Salomón.
El profesor de historia quien prefirió
enamorarse de un profeta revolucionario.
La chica escondida tras las cortinas
ella espía al profesor con una sonrisa de alambre.
La mentirosa directora de la escuela.
La monja enredada en sus prejuicios.
El hipocondríaco creador de miserias humanas.
El homosexual respirador de olores masculinos.
El escritor renuente a colocar en sus memorias
el desliz con sus discípulos.
El novio asustado después de haberle dado
un manotazo a la novia minutos después de la boda.
La mujer denunciante del hombre apostado
en la esquina de su casa 
ella asegura haber visto
unos órganos huérfanos colgando entre las piernas.
El joven caminante, quien se masturba
mucho antes de visitar a su chica
va feliz queriendo emancipar su deseo.
El ejecutivo quien mira atolondrado  
todo aquello diferente a él
porque su corbata es el texto de la vergüenza.

Todos ellos abren los ojos aceitunados del día
posan su sorpresa de invierno
con sus manos como testigos
de un nuevo amanecer en pleno aguacero.

jueves, 4 de febrero de 2016

Apareces en mi memoria fresca y con un moño



 
La edad dorada. Obra del pintor colombiano Dario Ortiz Robledo

Autor: Gilberto Aranguren Peraza





Apareces en mi memoria fresca y con un moño
de carato preparado con menguadas venas
esas manos metidas en la seda, calculan
cada región de estos años y de los almuerzos

de aquellos días de enero después de la navidad.
Nos deteníamos en la puerta a esperar el frío
tu voz se confundía con la locura mientras lanzabas
tus despojos de grandes gritos en un cántaro de huesos.

Aceptaba la reliquia con flores colgadas en mi hombro
mientras oía las canciones de Felipe Pirela
morir en tu boca de gallo a las tres de la mañana.

Despabilada mi alma miraba el desierto en tus ojos
mientras el humo intranquilo salía de tu boca
preguntando el lado exacto de estos ahogos de hierba.

Inquietud

Sesión III (06 de octubre de 2016)

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Entradas Inquietantes

Poesía Inquietante

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza
En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

LIBRO ITINERARIO

Si deseas acceder a la compra del Libro ITINERARIO, ya sea en papel o en e-Pub puedes hacerlo haciendo uso del siguiente link:

Libro: Los ruidos de la Casa

Libro: Los ruidos de la Casa
La casa es un tejido de ruidos

Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”