Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

sábado, 18 de marzo de 2023

Ellas

 

Tres muchachas de Amrita Sher-Gil (Hungría, 1913 - 1941)

Gilberto Aranguren Peraza 

 

Ellas

 

 

Cuando niño conocí, por cosas del destino,

el inmaculado caminar de unos senos desprendidos

por las acequias. Recuerdo sentado en el porche

cómo se refrescaban con el agua ante el calor

de la tarde. 

Nada sabía del sexo de los virus ni de las bacterias.

Sólo era ojos y asombros en una ventana.

Unas damas muy distinguidas, tres de ellas detenidas

en una esquina del callejón, preocupadísimas

por la condición de los microorganismos, creían

en el sexo microbiano y con el miedo en sus axilas

se preguntaban:

¿Dónde está su sexo?

 

La sospecha invadió todo el recinto, cuando

enramadas

despertaban y se acercaban con cautela al sexo

de las células. Las

pobres estaban confundidas con sus cabezas rapadas

y llenas

de flores rojas. Fue cuando definitivamente prefirieron 

las migajas de la brisa y se escondieron entre

las sabanas

porque vieron a la luna detenerse en la puerta y

las descubrió 

desnudas, y sorprendida se despidió con la mano

en la boca.

 

Ellas quedaron sentaditas en la cama y

ahí echaron raíces

y se obligaron a vivir en la incertidumbre

y aguantaron por muchas

noches el placer infinito

 

alojados en sus cuerpos.

 

copyrigth©gilbertoarangurenperaza

miércoles, 8 de marzo de 2023

Conjuro

 

Conjuro de Eugenio Hermoso (España, 1883 - 1963)

 

Gilberto Aranguren Peraza 

 

Conjuro

 

Anoche vi cómo una vela reflejada en la ventana

de vidrio, abría al encenderse. Fue cuando el grito

saltó

en la sala y nuestros corazones se inflamaron

como la vela.

Todos observábamos asombrados al virus, al lápiz

y a la tinta pintando las paredes de piedra.

 

Me tomaste de la mano mientras las horas despedían

lo dejado por el aguacero cuando las gotas

en el techo

se estrellaban como metras en un juego de raya.

Un niño apareció de repente y nos denunció

por dejarlo abandonado en la habitación

cargando

pieles mientras encerrado dormía con placer.

Sólo despertó ante el anuncio de la lluvia y se sentó

en el callejón construido en la sala

con nuestros cuerpos.

 

El corredor de la casa servía muchas veces

para guardar

ideas avergonzadas: las metíamos en los ladrillos

nunca

frisados y luego nos olvidábamos de ellos con

la llegada

de las hormigas y de las cucarachas. Aun así todo

estaba cubierto

de poesía, porque cuando golpeábamos las paredes

los versos

comenzaban a cruzarse y el café en la cocina

impregnaba

con su aroma las tardes. Después venía el colarlo

muchas veces

hasta perder su color.  

 

Cuando dejaba de llover nos recogíamos a ver

cómo llegaba la calma y la vida se convertía

en un camino

de agua y viento. Mi madre sabía deshacerse

de la muerte

porque conjuraba con lentas pisadas y con

su cansancio

toda lucecita aparecida

y escondida entre la hierba. 

 

copyrigth©gilbertoarangurenperaza

domingo, 26 de febrero de 2023

Testimonio

 

La mochila de David Inshaw (Reino Unido, 1943)

 Gilberto Aranguren Peraza 


Testimonio 

"Llévame al otro lado de la ciudad

donde nadie sabe cuál es la diferencia entre tú y yo"

 

Paul Bowles

Próximo a la nada

 

Hoy camino por estas aceras donde a alguien

se le ha ocurrido dibujar a un número indefinido

de bestias aturdidas en las paredes. Todos caminan

intranquilos entre cines viejos y bulevares. Sorprenden

 

al concreto, algunos saltan de orilla a orilla como

si la brisa, moviendo las hojas, fuesen olas. La plaza

se llena de fiesta. Desde aquí el rumor del muelle parece

una partida de naipes cuando se pierde la mano:

 

primero un ruido de hierro y después un silencioso

movimiento de sedimentos. En las fachadas se observan

los ojos de luciérnagas atisbando el mediodía. Y todo

se vuelve tan claro como el agua y como el cuerpo

 

a punto de ser amado. Es entonces cuando la mano decide

caminar entre los hombros, asomándose en las axilas,

bajar al brazo, quedarse en la mano y el sexo se planta 

    al lado

de mi pierna. Guarda silencio y escuchemos atentos el silbido

 

de los enterradores, ellos trafican cada una de las tristezas

de los deudos dejando marcado en el aire testimonios

de las caricaturas colocadas en mi cerebro de almidón.

 

copyrigth©gilbertoarangurenperaza

Inquietud

Sesión III (06 de octubre de 2016)

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Poesía Inquietante

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza
En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

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Libro: Los ruidos de la Casa

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La casa es un tejido de ruidos

Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”