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La adoración de los pastores de Hans Rottenhammer (Alemania, 1564 - 1625) |
En esta oportunidad ISLA INQUIETA le desea a
todas y todos sus seguidores y amistades una merecida FELIZ NAVIDAD 2020, espacio
espiritual y de encuentro con la ternura que brinda la llegada del Niño a
nuestras vidas. En tal sentido les invita a considerar la siguiente reflexión
ajustada a la fecha y a las condiciones humanas y sociales que hoy día vivimos
y experimentamos. Por demás, desde ISLA INQUIETA, queremos que hoy ese
niño nazca y crezca en un mundo diferente y con las mayores posibilidades de
Felicidad.
FELIZ NAVIDAD, 2020
Tomado de Cartas a mi madre por Navidad (1900 - 1925) de Rainer María Rilke. Fechada el 19 de diciembre de 1910, en Túnez, Tunesia Palace - Hotel
De muy lejos, desde un continente y un
país extranjero, vienen esta vez mis reflexiones navideñas, a pesar de ello,
siento con mayor intimidad la conciencia de que nuestros pensamientos no
tendrán dificultad para encontrarse y emocionarse en la hora del reparto anual
de regalos, sino que yo estaré muy cerca de tu sereno corazón en fiesta con mis
más sinceros sentimientos de participación y pertenencia. Así que, beso en esta
solemne hora de Navidad, la más pacífica del año, la más hogareña, en la que,
aún en lo invisible, los deseos se tensan hasta el extremo y se cumplen maravillosamente.
Pásala en un gran y profundo recogimiento de tu corazón, aparta de ti toda duda
y toda incertidumbre; esta noche tenemos un lugar dentro de nosotros donde somos
tan solo niños que esperan, confían y permanecen imperturbables en su derecho a
la gran alegría; esto es la Navidad, una vez al año, sentir esta esperanza
dentro de uno mismo, esta firme exigencia, a la que nada puede defraudar;
sentir que el adulto que ahora está sobre nosotros, no quiere sorprendernos con
menos, no, sino con mucho más, con el infinito; que en realidad nuestros más
grandes deseos, si de veras los engarzamos en el corazón, no pueden permanecer
sin cumplirse; que en ningún momento llevamos con nosotros el deseo, sino un
pequeño cumplimiento que debemos poner en las manos de Dios, que lo hará crecer
para honra de nuestra tierra. Estas son, mis reflexiones navideñas para ti,
siente su calor y deja que, con las tuyas propias, inunden el espacio de tu
corazón. Así que, valor, confianza y un corazón lleno de luz. En Navidad, como
siempre, participaré en espíritu de tu querida fiesta y me pondré a tu lado.
Te abraza,