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| La novela de Edward Cucuel (USA, 1875 - 1954) |
Gilberto Aranguren Peraza
Mirando
la novela
En una
página equivocada sumerjo un marcalibro
mientras
vemos la telenovela. Sentaditos frente a la TV
en
el sofá con el polvo caído del techo. Oímos
a los grillos crujir
mientras intentamos colocar
idealmente el
volumen para escuchar con atención
el drama.
Inevitablemente nuestras vidas son escenas
dramáticas ya sean
atormentadas o no con palmas
acurrucadas en las
esquinas de las habitaciones para olvidar
en ellas la música a
un solo tono dejado
por las
experiencias, porque las rodillas duelen y a veces
cojeo cuando me
detengo ante la ventana para ver
a
la perra correr detrás de los camiones
Pasan las horas: las
ocho, las nueve, las diez
y la luz cae de
bruces tan igual como caemos
ante las
adversidades, dejando la puerta entreabierta
mientras cansados y
aburridos de tanto andar
suavizamos el
conjuro por guardar silencio
La novela termina y
con ella se inician las noticias
le damos a la DW una
nueva oportunidad para decirnos
al menos una verdad:
"Hoy se derrumbó la torre
de
Notre Dame"
entonces la ciudad
se quema. París se quema
Y nosotros dos
comiéndonos una arepa
con mantequilla y
queso junto a una taza de café
con
leche.
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