Autor: Gilberto Aranguren Peraza
¡Pero, cierto,
que mucho he llorado! Las Albas son dolorosas.
Toda luna
es atroz y todo sol amargo
Jean – Arthur Rimbaud
El barco ebrio
A conciencia alguien
llegó a decir
con una sombra
oculta en las cortinas
y sentadito entre
los frascos
amparados por la
extraña soberbia
triste y canalla
del pensamiento:
"(…)
es como un chasquido, porque la bóveda craneana
es
hueca y pasa rápido.
Pero
eso se sabe después que pasa el proyectil”
Es imposible alojar
en un poema
una visión como ésta.
Para suerte de
la vida
la poesía es
aire por donde transitan
las más impropia
de las virtudes.
No se preguntó
jamás:
¿Si en los
tumultos el francotirador
sabrá de quién
es la cabeza?
Imposible
Esa pregunta no
se la hacen los imbéciles
Yo pregunto:
¿Cómo es la bóveda craneana de uno de los suyos?
¿Será tan
diferente a los sentados
en las aceras de al frente?
¿Tendrán acaso
un camino repletos de sensaciones
donde habiten
pensamientos y calladas fuerzas?
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