Eco y Narciso de Nicolás Poussin (1627 - 1628)
Autor: Gilberto Aranguren Peraza
“(…)
hasta que aquello
se
encontró en un lamento
rumoroso
de sonidos”
Juan
Rulfo
De:
Pedro Páramo
También se oye el lío de los muertos
gavetean sus sonrisas en las camisas
da miedo ir con esa cara
al más allá después de la medianoche.
Disponen de un centenar de ruidos
anecdóticos, habladores de vida y calma
entregada a la vigilia despabilada
llena de insomnios y buenos deseos.
En los sueños aparecen los ruidos más grandes
tienen bocas y bigotes de bagre
aceite de ballena en sus labios
dedos como palmas
ojos dos lunas tristes escondidas
tras los rincones de esta montaña.
Y al fin apareces en mi sueño
con todos los sonidos del mundo
te acuestas a mi lado con tu cuerpo
lleno de ecos.
Despierto espero, cerca tu respiro
pero siempre
recibes avisos del cielo
y te despiertas con una sonrisa universal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario