Amor eterno de Leon Goodman |
Autor: Gilberto Aranguren Peraza
Una
canción amamanta la tarde
navega
entre las venas con una oración a cuesta
mientras
el sol añade la sal al cuerpo dilatado.
Los
besos en los dedos
y
un credo en la boca,
transitan
como fenómenos escondidos en la piel.
Acabado
el día
los
brazos surgen
con
la montaña al servicio de la noche
y
con ella la eternidad.
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