Jardín cerca de la casa de Maksim Gorbunov |
Autor: Gilberto Aranguren Peraza
Los fantasmas se acercan al jardín
fuerzan a los jades y a las margaritas
mientras las aves del paraíso levantan
largos vuelos dejando
a los espantos con sus dientes colgados
en las cortinas.
Un zafarrancho armado en la sala de cobre
convierte la casa en un aliño
de breves nostalgias de ajo y hierbabuena
mientras las dalias y las violetas esperan calladitas
al tiempo aparecerse con su boca abierta
de tardes y risas de garbanzo.
Y yo, esperando la hora para ver las luces apagar
sentado sobre las sábanas
mientras el silencio
con su frenético misterio
anuda una corona matizada
de trinitarias.