Despertar de Wilfredo Lam (Cuba, 1902-1982) |
Cuando despertemos
Gilberto Aranguren Peraza
Abriste los ojos… veo vivir mi oscuridad
la veo hasta el fondo
aun allí es mía y vive
Paul Celan
De oscuridad en oscuridad
Del libro Umbral en Umbral (1955)
La cocina recibe en las mañanas a las pequeñas
mientras el pan se hace sin levadura: solo agua
y un poquito de azúcar. En las tardes como plaza
sumergida en verde estancia del mes de abril
se acuesta temprano el patio con las aves descansando
en las trinitarias.
Y las ventanas cantan. Y en el desconcierto descubrimos
la falta de agua. Con ello la esperanza de su llegada
para limpiar el espíritu de la casa. Y la casa se convierte
en mujer almidonada y cansada de tanto cocinar
y de lavar el baño. De dejar el libro sobre la mesa de
la sala. Y arrastrar las cortinas para dejar el aire
deshacerse de los miedos.
Por las noches la cena es la frugal mirada de la ironía
nos acostamos temprano para dejar el temperamento
en las almohadas. Mientras tanto los relojes desconocen
la entrada a las habitaciones. Porque la noche inseminada
todavía va de camino hacia las manos cuando tapamos
las caras de tanta oscuridad, saboreamos el litio
y las almas bondadosas.
La próxima vez, cuando despertemos habrá luz
dentro de nosotros se quedarán ciego los malos
pero pesado serán los sacos de la tragedia.
copyrigth©gilbertoarangurenperaza
Saludos desde Maringá en Brasil.
ResponderEliminarMucha melancolía en este texto. Gracias por compartirlo. Acabo de dejar un comentario en la entrada acerca de Jesé A. Maitín, en su poema fúnebre.
Hola Alí, te escribe Gilberto Aranguren Peraza desde este rincón de La Isla Inquieta, gracias por este acercamiento a esta pequeña región, gracias por tus comentarios. Un fuerte abrazo desde la ciudad de Santiago de Chile, aunque soy de Venezuela. Saludos a Maringá.
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