La carta de Benjamin Thomas Kennington (1856-1916)
Gilberto Aranguren Peraza
La carta
Estupefactos quedamos
con la carta. Una de tantas
en el buzón. Tras el ejercicio de muecas
y miradas, escuchamos
su raro contenido
extraña correspondencia
desdibujaba
tus ojos
nuestras caras de cartón
y fécula. Al lado
de un afecto invasor de rígidos
cuerpos
la tranquilidad bordeaba el papel
adolorido por cada extremo
la violenta manera de doblar cada palabra
esconderla, sin escrúpulos en el sobre
las escaleras: convertidas en un largo arrebato
era el único camino hacia el salón
de los ventanales
escapamos del ruido de la lectura
absortos presenciamos en el piso
los instrumentos de reparación
al fondo las máquinas
los sencillos artefactos
en la mesa una caja con las sorpresas
y el polvo
en el centro de los muebles.
copyrigth©gilbertoarangurenperaza
No hay comentarios:
Publicar un comentario