El mejor cofre de la tía Beatrice Offor (Reino Unidos, 1864 - 1920)
Gilberto Aranguren Peraza
Pandora
En la boca del orificio, junto a la pared
donde la extraviada luz
nadie entiende
se mueren los días
con fugaces recuerdos de mis escritos
al borde del cuaderno repleto
de viejos versos
añadidos durante la llegada
de la mañana
cuando mi madre
dobladita
en una página
miraba por el agujero
Sus ojos se clavaban en la última
palabra
escrita al final de la hoja
hablaba con odio y entuertos
enfrentándose a la tarde
anterior
me olvidaba de los secretos y dolores
me escondía en el escaparate verde, donde
guardaba oraciones y escapularios
en cajas de zapatos viejos
pasados de moda
Nadie entendía sus rezos. Nuestros
oídos
zumbado de insectos marcaban el ritmo
del único mantra
pausado y austero cuando comenzaba
su tártara
de plegarias
Llegaban a mis oídos como enjambres
en las medianoches de los veranos
donde la brisa
con sabor a remolacha hacía brincar
a los saltamontes
por encima de nuestras camas
cuando nos dormíamos
sabíamos del peligro porque
aparecía con cara de inocente
Entonces por las rendijas entre una madera
y otra
entraba el frío y ella como puma sigiloso
invadía nuestro espacio colocándonos
una gruesa cobija
de color marrón
nos convertía en seres ingenuos
Podíamos ver cómo se enfrentaba a la vida
cual fiera de selva. Gobernaba la sabana
con sus dientes, fieles a sus cigarrillos
pisaba los escorpiones
en el patio
y bailaba con el sonido de las predicciones
de calle
era el ruido de las moscas y de los miedos
Ella solo abría su baúl.
copyrigth©gilbertoarangurenperaza
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