Jan Steen - “Una escuela para niños y niñas” (1670) óleo sobre lienzo. Scottish National Gallery, Edimburgo) |
Autor: Gilberto Aranguren Peraza
De mañana
los observo fogosos y manipuladores
son centenares
de bocas abiertas
llenas de
miedo color cenizas.
Asustados
por los años de castigos
regresan
para ver si algún día
dejan tranquilas sus presencias.
Las dadas
por el amor fácil
desde el
principio se entregan a las miradas de fieras
y de
chicas con ojos saltones de celos.
Los
audaces a tomar lo ajeno se preparan con sus manos sagradas.
Son
ágiles con sus voces
ángeles
con sus rostros
traidores
con sus almas.
Parecen héroes de
ancestrales batallas
merman
sus voces cuando aquel habla
apenas la
espalda
cambian
de tono
ríen a
saciedad
no tienen
noción
de quién
se encuentra al frente
delante de
la pizarra.
Tanto
temor tiene el maestro de ellos
como
ellos de quien enseña
han
vivido separados
condenados
a años de
silencio.
Uno dice
– Tengo
un empleo
otro
responde
- ¡El de
matar cucaracha!
Todos ríen
y el otro mirándolo
aún siente
miedo.
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