La máquina temblorosa de Paul Klee |
Autor: Gilberto Aranguren Peraza
El
barro al borde de la memoria
angustia
el suave baño
embadurnando
los secretos
mientras
se almendran los amantes.
Hunden
sus raíces
en
el río conmovido
e imaginan
a la llanura
exiliada
en sus ojos.
Mientras
la penumbra desnuda
las
pieles en los juncos
con
la sangre abriendo las puertas
y el
delta es un detalle en la cama.
Porque
de nada sirvió volar desprevenido
por
los caminos llenos de palmas
convertidas
poco a poco
en
lámparas de la noche temblorosa.
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