Autor: Gilberto Aranguren Peraza
El libro adelgazado
atraviesa las manos de hierro
tantea desnudo
el amor desprevenido
entra
sigiloso, descalzo y sereno
por el umbral del barranco.
Con la trasmutación
temprana de un cuerpo embustero
buscador de mujeres
vigilante
eufórico
las tardes de alumbre
huyen
como dice el pájaro de selva
un mundo descuidado resbala por los labios
con las calles inmóviles
con las puertas cerradas
con los secretos del alma
alumbrando.
La idea de escribir un poema
es tener las piernas juntitas
dejar sin prisa
la mirada en el abismo
hasta el amanecer.
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ResponderEliminarGracias Marita por tus comentarios y muchas gracias por visitarme y estar atenta. Un abrazo fraterno. Gilberto Aranguren Peraza
EliminarMarita disculpa por un error involuntario perdí tu comentario, disculpa. Un abrazo fraterno. Gilberto Aranguren Peraza
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