Parque de los pájaros de William Hale (Reino Unido, 1912 - 1998)
Gilberto Aranguren Peraza
Un gusanito en el parque
Aquí está mi nombre. Parece
un conjuro. Claro y sin equivocaciones
Conduzco una gran herencia en mi sangre
una vasta ciudad de experiencias. Me parece
haber vivido muchos años
tal vez miles
Comiendo hojas caídas
de los árboles como gusanito me alimento
así abro el camino del parque y ahora
cuando la noche se acerca formo con él
la unidad donde nada en mí
se dispersa
El murmullo de las hojas se asemeja
al sonido del agua cayendo
suavemente
sobre una fuente rodeada de dalias y verde grama
con la migración de los insectos
mientras las hojas se levantan con la brisa
redondeando cada palmo del camino
nos quedamos solos el viento y yo
a cada uno nos acerca la plenitud dejada
por la morada convertida
en la inmensidad de la ciudad
Me gusta el silencio dejado
la vaciedad de la tarde
el lirio enfurecido y la
calzada anaranjada
los pasos de los transeúntes
el filete del perro
el acordeón del hombre, quien
con su música
arrebata al día el rebaño
de ojos mirando cómo el crepúsculo
se enamora de la luna
Me gusta el silbido
cuando se lanza al abandono
Por ahora no puedo perder
ni siquiera un momento
en mi condición las hojas
me esconden
y sin querer llevo el peso del mundo
en los bolsillos
sin embargo, heredo las luces de la calle
y el sin fin de polvo
dejado en mi rostro cuando
un auto arranca.
copyrigth©gilbertoarangurenperaza
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