Autor: Gilberto Aranguren Peraza
Viven
jadeando en el jardín con sus hondas raíces de terciopelo. Su áspera concha,
convertida en mármol, guarda el secreto inmóvil y telúrico. Ríen, sabiendo su
llegada con las tormentas. Y en la ciénaga doblada de hojas mueren las ranas
acostumbradas a las fiestas, quedan con sus bocas abiertas de tanto cantar
asustadas.
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