Autor: Gilberto Aranguren Peraza
Un hombre de almendros
se sumerge
cuando cantan las hormigas
surge cual fantasma
de la montaña
pacientemente
sube sin agua
no lo detiene el sudor
es sequía
yerta en sacrificio.
De súbito ve el cielo tan alto
por encima de los árboles
bordea el camino elevado
de proyectos
escucha música
descubre un río
firme y justo
detenido cuando lo oprimen.
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