¡Y
si después de tantas palabras,
no
sobrevive la palabra!
¡Si
después de las alas de los pájaros
no
sobrevive el pájaro parado!
¡Más
valdría, en verdad,
que
se lo coman todo y acabemos!
César Vallejo
En: Poemas Humanos
Como árbol en el centro del jardín
sus misteriosos nidos espirituales
atraen y ahuyentan las almas
es la misma suerte
para tranquilidad de las conversas.
Porque las alas donde respiran
y brindan los desahuciados sociales
con sus fluidos olorosos a leche
trafican los olvidos y estacionan
redonditas las palabras.
Cuando salen los astros a mirar por la ventana
agotan toda clase de miedo
sus notas juegan al gato y al ratón con los versos
sacan de sus faldas los ociosos secretos
los mismos observadores de la memoria
acostados en la tierra con la ternura y la tarde.
Y desde sus casas miran las sombras
pasar por las calles
cuán difícil almuerzo
entre amantes escondidos
debajo de las palmas
con cigarrillos en las bocas
trazando una larga fila de silencios.
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