Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

sábado, 16 de abril de 2016

Los seres

Kinlochbervie de John Bellany (Escocia, 1942 - 2013)

Los seres

Autor: Gilberto Aranguren Peraza

en la esquina  
encogen yerma y jorobada
la historia   
de las manos longevas
por donde hablan los fantasmas

sus bocas como espacios
de trampas
conjuran
con sus rodillas en el piso
las mentiras y sus elementos.

En pánico
los estadios de piedra
excavan el amor
refugiado
en descalzas mañanas
repletas de vicios
costumbres
y tímidos breves avisos.

Los enigmas de estos seres
relámpagos astutos
convertidos en sombras siderales
hieren de muerte
los ojos de la calle

sin lápiz ni tintas
pintan las paredes
para avergonzar al silencio
con un inquieto poema
mientras la ventana
se abre con el corazón inflamado.

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En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

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Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”