Momento sin vigilancia de Christine Comyn (Belgica, 1957) |
Vigilantes
de
Gilberto Aranguren Peraza
Asombrados vemos cómo la ternura con un dejo
de ira se deja atar a las sabanas
en esta cama: tan ancha como una planicie de arena.
Mis piernas hacen el esfuerzo por pasar
inadvertidas en medio de la demostración de la piel.
Mis manos como delgados libros: tantean el desnudo
y el amor, como cualquier desprevenido, siente mucho
bajo las sábanas, donde emergen tartamudas en mitad
de un cuerpo mirando todo el abismo. Dejándonos a solas
desapareciéndonos con la tarde.
Entonces comenzamos a vigilar la casa como guardianes
descalzos y serenos a la llegada de la lluvia en su temprana
huida por la ventana. Como pudimos huimos también nosotros
con el mundo
resbalado en nuestros labios
y cerramos las puertas. Manteniendo en secreto lo escondido
entre las piernas. Las juntamos fuertemente. Y pusimos los ojos
como golondrinas e iniciamos la mirada al infinito revelado
en la ventana.
Sin darnos cuenta comenzamos a reírnos
hasta la llegada del amanecer.
copyrigth©gilbertoarangurenperaza
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