Madre
los
tacones suenan tan lejos
que
aún no llegas
te
escucho en la tarde
en
la noche
en
la mismísima media hora
de
espanto
fuimos
asesinados doblemente
por
el arma que amasa los odios
sólo
son tablillas que golpean el suelo
y
los fantasmas pasean desnudos
por
entre las paredes.
Una
ventana mira el lento recorrido del mundo
con
idénticos ruidos
que
anuncian tu regreso.
Aquí
la vida del hombre con dos espejos
está
sometida a la barba
y
a las minifaldas
que
esconden el rostro
del
crimen que rueda por las calles.
GAP
No hay comentarios:
Publicar un comentario