Autor: Gilberto Aranguren Peraza
Él, tan bandido
como los dejados
a la bondad
de su poder
aún quiere seguir
siendo amo
y recoger los
secretos de los dispuestos
a su diestra.
Ellos esperan su
regreso
desde el
abismo
encuentra su silencio
aparecen jurando lealtad
y cuidan con recelo
sus madrigueras.
Desde su tumba
cubierta
con las sombras
y los odios
marcados en sus
ojos
escoge la mañana
de jóvenes
con bocas cubiertas
de hormigas
y flores
caídas en el
suelo
fluido de piedras.
¡Pobre tirano del infierno
está perdido en esta tierra
sin hierba!
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