Fotografía

Fotografía: Marisol Zurita Aguilera. Isla de Chiloé. Chile.

lunes, 6 de junio de 2016

Cansado de los días de hierbas


El árbol de Armando Reverón (1931)

Autor: Gilberto Aranguren Peraza




“Salgo a escena inerme ante vocales y vocablos
  con vaivenes rápidos circulares de fulgor paralelo
  con el pez vivo en la red y la interrogación sin
  sentido.”

Juán Sánchez Peláez
Animal de Costumbre (IV)

En gotas soy
un hombre
cansado de los días de hierbas
la simple nobleza 
fiera imagen del verdugo
sonríe con sus labios
de estampillas para el recuerdo.

Así las letras y los inusitados
poemas de la tarde
dan vueltas y vueltas en la búsqueda

lo ya conocido
lo improbable nombrar
la desnudez casi sagrada
mi voz enfurecida por los intentos
reducidos con palabras
amaneceres en blanco
entre montañas de sal.

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Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza

Itinerario. LIbro de Poesía. De: Gilberto Aranguren Peraza
En nuestro día a día, perdemos de vista las cosas sencillas de la vida, el autor Gilberto Aranguren, a través del género poético, construye imágenes que conforman la interioridad de su mundo, le da importancia a cada aspecto de su vida y elige con cuidado aquello que le parece valioso y que pueda marcar totalmente la diferencia, él sabe que hay un mundo en su interior invisible para los demás y que cada evento exterior representa una ventana a su interior, ¡sus poemas son su reflejo!

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La casa es un tejido de ruidos

Los ruidos de la casa

LOS RUIDOS DE LA CASA es una mirada íntima de los sonidos detectados por el espíritu como residencia suprema de los sentidos, en especial del sentido auditivo, el cual se afina para escuchar los sonidos que están dentro y que asoman el vínculo entre lo estético y la intangibilidad del alma. Las imágenes estremecidas por los ruidos se manifiestan y se van haciendo parte del cuerpo consolidando y convirtiendo la casa estremecida con los sonidos de Dios, en un canto donde el amor deja al dedo enredado en los hilos del mantel. Las imágenes del ruido, la casa, los fantasmas, la cama, la puerta, son un todo, son uno en la vida del espíritu del autor. “En mi casa hay miles de jarrones un perro llorón por las noches una sonrisa pegada en la pared izquierda una almohada en el salón de nieve y un cuarto de estrellas lleno de grillos.”